La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Más allá de la voz de la Laura Gallego
El estafador del bizum ha vuelto a actuar en Sevilla. En las últimas semanas se está cebando con el gremio del taxi, a algunos de cuyos profesionales les ha conseguido estafar cantidades que alcanzan hasta los 300 euros. A otros lo ha intentado sin éxito. El sospechoso es un abogado sevillano de 45 años, Francisco Javier G. H., que acumula reclamaciones judiciales de toda España por prácticas similares. En 2021 fue condenado en la provincia de Málaga y estuvo estafando a sus propios compañeros abogados y también a procuradores. Ahora, le ha tocado el turno al sector del taxi de la capital andaluza.
En los últimos días, los taxistas han compartido entre ellos información sobre los métodos de este hombre, que ha conseguido engañar a varios de los miembros del sector. Numerosos audios han circulado por los distintos chats de WhatsApp del gremio en el que varios profesionales cuentan su experiencia con el estafador. Varios taxistas pidieron a este periódico que se difunda la información para evitar nuevas estafas, incluso a compañeros de otras provincias.
Básicamente, el estafador trata de confundir al taxista y aprovecharse de una situación de caos que intenta generar, agobiándolo con llamadas de teléfonos, mensajes de WhatsApp y SMS a la víctima. Antes de eso, se ha intentado ganar la confianza del conductor, con una charla amena, educada y culta durante el trayecto. Un taxista al que intentó timar recuerda que lo recogió cerca del centro comercial Los Arcos y le pidió que lo llevara a Bormujos.
Le preguntó cuánto podía costar la carrera, a lo que el taxista respondió que podía vale entre 20 y 24 euros, pero que le cobraría lo que marcara el taxímetro. Luego se presentó como abogado. Le explicó que tenía una tarjeta de crédito nueva, que le acababan de dar en el bufete y que no sabía si estaba ya activada o no. Le pidió que la pasara por el datáfono para probarla y le cobrara 20 euros. La operación fue denegada.
"Entonces me pidió pagar a través de bizum. No es algo que me parezca profesional, pero lo acepto como último recurso. Le di mi número de teléfono y, en un momento del trayecto, me preguntó si yo era tal persona, es decir, que se ve que estaba haciendo el amago de hacerme el bizum. Todo esto con una conversación muy dinámica desde el principio hasta al fin", explica este taxista.
Finalmente, llegaron al destino, una avenida de Bormujos. "Me preguntó si me había saltado el bizum y siguió hablándome. Yo ya estaba estorbando el tráfico. Enseguida me saltó un mensaje diciendo que me había llegado un bizum por importe de 23,70 euros, que era el importe de la carrera. Me pidió una factura para el bufete, se la di. Y bien. Unos instantes después comprobé que el mensaje no era del banco, sino un SMS del número de teléfono de este hombre. No habían pasado ni 40 segundos y me llamó".
Es aquí donde el estafador empezó a poner en práctica su engaño. Le contó al taxista que se había metido en la cuenta porque estaba pendiente de una provisión de fondos y había visto, como por casualidad, que el bizum se lo habían retrotraído. El conductor le dijo que le podía pagar mediante una transferencia bancaria, pero el abogado dijo que eso era muy complicado y que lo iba a hacer a través de otro sistema de pagos.
"Al minuto, me saltó un mensaje de WhatsApp diciendo, con palabras muy técnicas y como si fuera mi banco, que se me había hecho un importe de 240 euros. Pero era de nuevo un WhatsApp enviado desde el teléfono del abogado. Mientras estoy leyendo el mensaje, me vuelve a llamar, esta vez más nervioso. Me decía que su secretaria se había equivocado y había puesto un cero de más y había que resolverlo inmediatamente. Me pidió que abriera la app del banco que él me explicaba cómo se hacía. Aquello ya me olió fatal, continúa el taxista.
Lo que hizo el profesional fue decirle que iba conduciendo de vuelta a Sevilla y pedirle que le diera cinco o seis minutos, que se pararía nada más llegar a Puerta de Triana. Aprovechó ese tiempo para llamar a su banco y comprobar que en la cuenta bancaria no había ningún ingreso ni operación alguna.
En el tiempo en el que estuvo hablando con su gestora, el abogado lo había llamado tres veces. "Le dije que no funcionaba la app y me pidió que si mi mujer podía acceder desde casa. Le insistí en que yo era el único que podía hacerlo y le dije que en el banco no había ninguna operación, que no se preocupara, que en el momento en que la hubiera, yo le devolvería el dinero. Cuando la directora de mi banco me comunique el ingreso, yo te reintegro la cantidad que sea errónea. Fue ahí cuando ya dejó de insistir y me dijo que iba a intentar arreglarlo él con su banco".
Este taxista tuvo la precaución de esperar y comprobar de dónde venían los mensajes. "Te lo hace todo muy rápido, para que no repares que quien te manda los mensajes es él y no el banco. Está todo escrito con palabras muy técnicas para que caigas en la trampa. Antes ha creado confianza, con una carrera lo suficientemente importante como para que muestre interés en recuperar su dinero. Y al taxista no le da tiempo a reaccionar ni a darse cuenta de lo que está pasando".
Hay taxistas a los que ha estafado 300 euros. Siempre lo hace de la misma forma, asegurando que ha habido un error y ha marcado un cero de más en la transacción. A un conductor al que timó 80 euros quiso hacérselo otra vez por la tarde, el mismo día que lo engañó. La primera vez lo hizo sacando dinero de un cajero a través de un código PIN que obtuvo ganándose la confianza del conductor porque supuestamente antes le había hecho un falso ingreso por esa cantidad. "Es un máquina de la estafa. Empieza a darte coba. Va muy bien vestido y habla con palabras muy técnicas. Se ve que es una persona culta y caes".
Varios de los afectados han presentado denuncias contra él. No son las primeras ni mucho menos, pues cuenta con decenas de denuncias y reclamaciones judiciales de distintos puntos de España. Empezó estafando a sus compañeros abogados y procuradores, con falsas provisiones de fondos. El 25 de marzo de 2021 fue condenado en la provincia de Málaga y muchos colegios de procuradores llevan tiempo advirtiendo de sus prácticas, que se han detectado en toda Andalucía y también en otras comunidades como Galicia, Extremadura y Cataluña.
Ante sus compañeros empleaba un modus operandi parecido al que utiliza con los taxistas. Se identifica como abogado que va a interponer una importante demanda o que desea ceder un cliente y envía a su interlocutor la captura de pantalla de una supuesta transferencia por el importe de la provisión de fondos. Minutos después llamaba por teléfono diciendo que se había equivocado en la cantidad y pedía la devolución inmediata de la diferencia por Bizum "para cuadrar su contabilidad".
"Suelen ser cantidades pequeñas de 100, 150 o 200 euros a fin de no levantar sospechas", advirtió la decana del Colegio de Procuradores de Sevilla, Isabel Escartín, en tres circulares sucesivas remitidas a sus compañeros en julio, septiembre y diciembre de 2020. "El envío de un pantallazo de la supuesta transferencia es fácilmente manipulable y no demuestra que se haya realizado", les recordaba.
En abril de 2021, fue el Colegio de Abogados de Sevilla quien envió una circular alertando contra las mismas prácticas. "Una persona que se presenta como compañero les solicita hacerse cargo de un asunto de un cliente suyo (normalmente con la excusa de ser materia distinta a su especialidad), dando una total apariencia de veracidad, al tiempo que pide un presupuesto".
Les solicitaba después un número de cuenta donde hacer el ingreso, el afectado recibía un pantallazo con la transferencia falsa, que "en todos los casos contiene un error al alza, normalmente en pequeñas cantidades (75 a 200 euros) para acto seguido comunicar con el compañero solicitando que efectúe un bizum por dicha cantidad supuestamente transferida por error con la excusa de no descuadrar su contabilidad".
Varios colegios de procuradores, como los de Málaga, Cádiz y Granada, advirtieron contra esta persona, identificándola con su nombre y dos apellidos y añadiendo algunos detalles sobre sus tretas, como ponerse en contacto con la víctima un viernes por la tarde o sábado, sabiendo que esos días pueden retrasarse los envíos de dinero. "Ha estafado incluso a una compañera que trabajaba con él en el turno de oficio y a otros les ha engañado con dos transferencias", relataban los procuradores.
El sospechoso es un abogado que llegó a ejercer en Málaga en juicios de faltas, aunque últimamente decía haberse trasladado a Madrid. Durante un tiempo estuvo de alta en el Colegio de Abogados de Sevilla y utilizó para sus estafas el correo electrónico colegial. El juzgado de instrucción 5 de Marbella le condenó el pasado 25 de marzo a pagar una multa de 400 euros por un delito leve de estafa y a indemnizar a un procurador en 100 euros.
En este caso ambos habían trabajado juntos en el pasado y el 11 de julio de 2020 el acusado llamó al procurador y "le indicó que le iba a abonar una factura antigua por importe de 78,65 euros que tenía pendiente", según la sentencia a la que tuvo acceso este periódico. El procurador recibió mensajes "falaces" sobre la transferencia enviada e inmediatamente el denunciado volvió a llamarle porque "se había equivocado y en lugar de transferirle los 78,65 euros, le había enviado 178,65", hecho que el procurador no puso en duda y le remitió 100 euros por Bizum.
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