Casco antiguo de Sevilla
La calle Zaragoza se reverdece por primera vez con 12 nuevos árboles
Ya han pasado varias semanas desde que la DANA asoló distintos municipios de la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Andalucía el pasado 29 de octubre. Sin embargo, el trabajo no ha terminado alrededor de la que ya es considerada como la peor catástrofe natural de España en lo que va de siglo. Con más de 200 víctimas mortales, son muchas las familias que lo han perdido todo. En algunos casos, hasta el trabajo. Esto es lo que le ha sucedido a Nany, costurera y residente en una de las localidades más afectadas por el temporal, Algemesí, en Valencia. Si bien se encuentra sana y salva, fue testigo de cómo la riada se llevaba en pocas horas todo lo que había construido. Ahora bien, dentro de la tragedia siempre hay un soplo de esperanza.
Desde entonces, las muestras de solidaridad se han ido sucediendo unas a otras; y, al grito de “solo el pueblo salva al pueblo”, miles de voluntarios se acercaron en los primeros días a los puntos más críticos. Mientras tanto, otras personas han tratado de ayudar desde la distancia, con donaciones de comida, dinero y enseres. Así como también a través de bonitos detalles, como el que ha tenido la Escuela de Baile sevillana, ‘Manoli Gutiérrez’, con Nany.
“Hay una mujer en Valencia que lo ha perdido todo y aún así se levanta cada día para ayudar a todos los vecinos y repartir casa por casa todo lo que les hacemos llegar”, escribe la escuela de baile en su cuenta de Instagram. Este mensaje acompaña la publicación de un video que ya se ha hecho viral y en el que se muestra a Nany recibiendo un regalo totalmente inesperado.
Así, se puede ver cómo un grupo de personas le entrega un paquete a la costurera de parte de una escuela de baile en Coria del Río (Sevilla). Claramente emocionada, Nany abre la caja y al ver lo que hay en su interior exclama: “¡Mi maquinita!”. Efectivamente, le han enviado una nueva máquina de coser. “Mira mamá, ¡mi máquina de coser!”, repite mirando a la cámara.
“Este regale no es que me guste, me fascina. Justamente, antes de que ocurriera esta tragedia, me habían pagado para que hiciera unos muñecos franciscanos para los niños de una escuela y me compré mi máquina. No la pude estrenar y se dañó”, relata sin contener la emoción. “Tengo que terminar los 150 muñecos y pensé que no podría. Las telas se salvaron porque fue lo primero que cogí” y añade finalmente: “Vuelvo a tener trabajo”.
También te puede interesar
Lo último
Contenido ofrecido por INDI & COLD
CONTENIDO OFRECIDO POR GRUPO Q