El refuerzo de policías permite sacar hasta 45 coches por turno

Una de las claves de la reducción de la delincuencia en Sevilla capital es el refuerzo que ha tenido la plantilla de la Policía Nacional en los últimos años, que ha permitido incrementar enormemente el número de patrulleros que salen a diario a las calles. Si en el año 2004 lo habitual era que la media diaria para toda la ciudad fuera de siete coches de la Policía, actualmente están saliendo entre 40 y 45 vehículos cada mañana y otros tantos cada tarde.

Esta mayor presencia policial supone un aumento de las identificaciones y también de las detenciones. Incluso se ha llegado a dar el caso de algún agente que no ha podido patrullar en coche al encontrarse que no había ningún vehículo disponible para su turno. En la Jefatura hay unos 90 vehículos pero la flota tiene una alta siniestralidad, por lo que es habitual que un porcentaje notorio de estos coches se encuentren en reparación.

Además, la Policía ha puesto en marcha una serie de patrullas de paisano, conocido como servicios sombra. Salen cuatro coches camuflados cada noche y suelen cerrar el turno casi siempre con algún detenido. Todo esto ha posibilitado que en la ciudad se registren del orden de 7.000 hechos delictivos menos al año en la actualidad que a finales de la década de los noventa, pese a que ahora hay una serie de delitos que antes no existían o no estaban contemplados como tal, como algunas de las conductas relacionadas con la violencia de género, la seguridad vial o las nuevas tecnologías.

La plantilla de la Policía Nacional en Sevilla ha pasado de tener un déficit de más de 600 policías a estar prácticamente cubierta en la actualidad, al menos en lo que respecta a los policías de la escala básica. El problema de la dotación policial de Sevilla sigue siendo la falta de oficiales, algo que la Jefatura espera que se vaya corrigiendo con los años de manera que a mediados de esta década esté resuelto.

Además, la plantilla se ha rejuvenecido en los últimos años, ya que casi todos los refuerzos proceden de la Academia de Ávila y se incorporan directamente a tareas de seguridad ciudadana en las calles. Esto ha permitido reducir la edad de una formación que superaba los 45 años de media.