Así quedará la antigua fábrica de Cruzcampo en Sevilla

El barrio de Nervión volverá a oler a cerveza. La antigua fábrica de la Cruzcampo acogerá una pequeña cervecería en sus instalaciones, las cuales están siendo objeto de una profunda remodelación que concluirá, previsiblemente, en mayo de 2020 y en la que la multinacional Heineken invertirá ocho millones de euros.

Es, sin duda, una de las principales novedades que aportará esta intervención, que ha sido detallada este miércoles en un acto al que han asistido, entre otros, Guillaume Duverdier, presidente ejecutivo de Heineken; el alcalde de Sevilla, Juan Espadas; el portavoz del grupo municipal del PP, Beltrán Pérez; y el presidente de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES), Miguel Rus.

La actuación dotará de usos distintos a los dos edificios principales que conforman este complejo, el cual comenzó a funcionar en 1904, cuando se puso en marcha la primera fábrica de cerveza de Andalucía. El más alto de todos (conocido como el palomar), con cuatro plantas y una extensión de 2.000 metros cuadrados, acogerá la Fundación Cruzcampo. Su inauguración coincidirá con el 25 aniversario de esta institución, que se ha caracterizado por su apoyo al emprendimiento sevillano.

La configuración de dicho edificio va en línea con este objetivo. Por ello, la primera planta acogerá una sala de exposiciones para "dar visibilidad al talento empresarial andaluz", el cual tendrá en un segundo nivel una planta de producción y coworking para que dichas ideas se trabajen de forma "colaborativa".

En la tercera planta se construye en estos momentos un auditorio con capacidad para 170 personas, que cumple la función del antiguo salón de actos, donde tenían lugar numerosas presentaciones de libros y otros actos. La cuarta y última planta está configurada como un espacio de encuentros. Destaca en ella las privilegiadas vistas que ofrece de la ciudad, debido a su altura y a que toda la fachada oeste del edificio va acristalada.

El segundo de los inmuebles -característico por el mosaico de su fachada- albergará el Espacio Cruzcampo, concebido como "una fábrica de experiencias", en el que tendrán cabida la escuela de hostelería (con más de 20 años de experiencia) y una pequeña fábrica que producirá al año 950 hectolitros de cerveza con la más moderna tecnología. Quienes acudan a estas instalaciones podrán degustar distintas variedades de esta bebida (que se irán renovando periódicamente) y los platos que preparen los alumnos. También habrá una tienda de merchandising y, como en la fundación, este edificio contará con paredes de cristal.

En su intervención, Duverdier ha explicado que el proyecto es "un símbolo del compromiso de Heineken con Sevilla", afirmación que Espadas ha refrendado en su discurso, en el que ha agradecido a la multinacional cervecera que "fije" la marca Cruzcampo a dicha zona, entre Nervión y San Pablo, así como que mantenga "arquitectónicamente" la esencia de la antigua fábrica, adaptándola a la innovación.