Tribuna Económica
Carmen Pérez
T area para 2025
Episodios sevillanos del siglo XX
CONTINUAMOS con las referencias de síntesis sobre la evolución sevillana durante los años finales del siglo XX. Ya hemos hecho referencias al territorio, a la sociedad, a la sociología, la economía y la Administración pública. Y, por último, ahora nos referimos a las dotaciones deportivas y culturales y la religiosidad sevillana de finales del siglo XX.
Las dotaciones deportivas y culturales registraron avances inéditos. En 1998, Sevilla contaba con 11 bibliotecas públicas, más otras tres en construcción; con 12 centros cívicos y otros tres en construcción; con 66 centros deportivos, 11 de ellos grandes instalaciones polideportivas, además de cinco en construcción. Asimismo se generalizaron por la mayoría de las barriadas los talleres culturales.
Pero la ciudad del futuro necesitaba de un nuevo Plan de Ordenación Urbana y de la activación del Plan del Area Metropolitana. Los planes de 1946 y 1963 encontraron trabas infranqueables por diversas causas que comentaremos en la próxima entrega.
A poco más de un lustro de la Exposición Universal de 1992 y de la entrada en servicio de la SE-30, ya existían zonas saturadas que requerían mejoras urgentes, como los accesos por Tablada y el puente del V Centenario. Estaban en construcción los nuevos accesos a la ciudad por la carretera de Cádiz, con enlaces por la SE-30. Asimismo estaban proyectadas reformas en la carretera entre el aeropuerto y la Cartuja. La idea de un nuevo cinturón de comunicaciones, la SE-40, tomaba cada vez más fuerza, sobre todo en el Sur y Suroeste de la ciudad.
Otros proyectos inmediatos fueron los relativos al traslado del recinto de Feria de Abril, la utilización de la antigua dehesa de Tablada y de las zonas del Charco de la Pava y la antigua Haza del Huesero, así como las márgenes del río entre el puente de Las Delicias y la Punta del Verde. Decidir el futuro de las zonas industriales en la margen derecha, donde grandes empresas como Astilleros Españoles y Abonos Sevilla ocupaban enormes extensiones de terrenos.
Religión. Las hermandades y cofradías de Sevilla forman sin duda alguna, la más caracterizada vertebración social ciudadana. Además habían registrado durante las dos últimas décadas del siglo XX un auge extraordinario en número de hermanos y de actividades corporativas, con impactos positivos en la industria artesanal anexa. Contrastaba el esplendor de la Iglesia sevillana de base con la pérdida del tradicional cardenalato de la Silla Hispalense, no recuperado hasta 2003. Las beatificaciones de Sor Ángela de la Cruz y Marcelo Spínola y Maestre, así como la primera visita del Papa Juan Pablo II en 1982, repetida en 1993 para presidir el Congreso Eucarístico Internacional, fueron hitos destacados para la Iglesia sevillana.
Cultura. En paralelo con la expansión económica y social de Sevilla, las actividades culturales se multiplicaron. Una serie de Fundaciones, como nunca existieron en la ciudad, mantuvieron convocatorias de premios, exposiciones, conciertos, ayudas universitarias y profesionales.
Una labor magnífica que se unió a la que desarrollaron varios Colegios Profesionales, las Corporaciones municipales y provincial, la Junta de Andalucía a través de sus organismos, y las Reales Academias de Medicina, Bellas Artes y Buenas Letras; la Real Maestranza de Caballería, círculos como el Ateneo, el Labradores y el Mercantil e Industrial, instituciones financieras, como El Monte y otras. Premios literarios, musicales y de pintura, editoriales públicas y privadas, ayudaron a conformar un mundo cultural sin precedentes.
Centro básico de la expansión cultural fue el Teatro Maestranza, sede de prestigiadas temporadas de ópera, más otras salas menores especializadas en teatro de ensayo y música experimental. Asimismo la atención al folclore tuvo en la Bienal de Flamenco, que ya superaba las diez ediciones, una base acreditada de expansión y valoración adecuada.
En definitiva, Sevilla vivió los años finales del siglo XX con esperanza y razonable confianza en sus posibilidades de gran metrópolis del año 2000. Un tiempo de renacimiento en todas las actividades socioculturales y económicas, similar al que experimentó durante el primer cuarto de siglo, gracias a la Exposición Iberoamericana. Luego, en los umbrales del siglo XXI, fue la Exposición Universal de 1992 y sus consecuencias anexas las que crearon un positivo ambiente de futuro cuya más reciente etapa se materializó a partir de 2007 con la reforma integral del centro de la ciudad.
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