Un escultor recupera la fundición de hachas y espadas en hornos "prehistóricos" construidos sin tecnología
El artista sevillano conocido como Vichero ha dedidaco 40 años a esta actividad
El artista multidisciplinar José Manuel Díaz Cerpa, conocido como 'Vichero' y especializado en la escultura en bronce, ha logrado fundir en dicha aleación las hojas de un hacha y una espada, mediante hornos de adobe construidos sólo con barro, paja, piedras, madera y sus propias manos, al objeto de investigar y recuperar las primitivas técnicas de fundición con la que habrían sido elaboradas las armas y herramientas durante la Edad del Bronce.
La fundición del bronce no es ningún secreto para el sevillano José Manuel Díaz Cerpa, pues como él mismo ha explicado a Europa Press, ha dedicado aproximadamente "40 años" de su vida a esta actividad. De hecho, él mismo se ufana de haber recuperado hacia 1983 la fundición de grandes esculturas en bronce en Andalucía, pues según rememora, entonces se trataba de una actividad prácticamente desaparecida en la región desde que en 1865, la Real Fábrica de Artillería de Sevilla produjese las espectaculares esculturas de los leones que custodian el palacio de las Cortes, en Madrid.
Entre su prolija producción de grandes esculturas en bronce, figuran por ejemplo el conjunto escultórico dedicado a Cervantes y su inmortal Quijote en Mairena del Alcor; el monumento al tamborilero de la aldea de El Rocío (Almonte, Huelva); la estatua de atleta que rinde homenaje en Los Palacios y Villafranca a su famosa media maratón; las esculturas que coronan la fuente que recuerda la unión entre Los Palacios y Villafranca; o las águilas que flanquean la entrada principal del antiguo pabellón de Perú de la exposición iberoamericana de 1929, actual sede del Museo Casa de la Ciencia de Sevilla.
Y precisamente esa pasión por la fundición en bronce es la que ha llevado a este artista autodidacta a promover su propia investigación experimental, acerca de cómo arrancó la fundición del bronce allá en la Edad de los Metales.
Así, en su propia finca de Salteras, José Manuel Díaz Cerpa ha construido dos hornos de adobe prescindiendo de toda tecnología, tan sólo con "barro, paja, piedras, madera" y sus propias manos, al objeto de poner en práctica sus hipótesis acerca de las primitivas técnicas de fundición en bronce.
Gracias a estos hornos, dotados de rejilla, crisol, chimenea e incluso el segundo de ellos con unos fuelles elaborados con "pellejo de cabra" y cosidos con una aguja "de hueso", y mediante fuego logrado a partir de la fricción de fragmentos de caña seca, Díaz Cerpa ha logrado fundir las hojas de un hacha y una espada, como muestra de hecho en los vídeos elaborados por él mismo acerca de los métodos seguidos para conseguir tales armas.
Y aunque las fuertes lluvias de las últimas semanas han "maltratado" a los hornos de adobe construidos por este escultor en su finca de Salteras, destruyendo prácticamente el primero de ellos, Díaz Cerpa se ha embarcado en la construcción de un tercer horno de adobe, al objeto de reproducir sin tecnología ninguna el conocido Bronce Carriazo, una representación en bronce de la diosa fenicia Astarté, datada entre los siglos séptimo y sexto antes de Cristo y legado de la antigua cultura de influencia orientalizante que habría habitado las riberas del Guadalquivir.
Todo ello, además, cuando su primer vídeo acerca de la construcción de su primer horno "prehistórico" y la fundición de la hoja de un hacha roza ya las 600.000 visitas, como reflejo del interés despertado por esta investigación experimental.
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