El reconocimiento médico deportivo: el chequeo para prevenir riesgos de salud y potenciar tu rendimiento

En la mayoría de los casos, la práctica habitual de deporte es saludable. Sin embargo, hay enfermedades que se pueden agravar con la actividad física o que pueden predisponer a la aparición de lesiones. El reconocimiento médico deportivo es la prueba que permite detectar esas patologías y anticiparse a sus consecuencias. Además, el reconocimiento permite prevenir lesiones e impulsar el rendimiento del deportista.

El reconocimiento médico deportivo, realizado por un profesional cualificado, es una prueba decisiva para proteger la salud de cualquier persona que practica deporte. Y no hablamos solo de los deportistas de élite o profesionales: todo aquél que realice alguna actividad física o practique alguna disciplina de forma amateur, independientemente de su estado físico o edad, debe realizarse este tipo de reconocimiento de forma periódica, según explica el doctor Omar Ortiz, médico del deporte en Clínicas Beiman. “Es la mejor forma de proteger su salud”, sostiene.

En este inicio de temporadas deportivas, es habitual ver a las grandes estrellas “pasar” reconocimiento médico antes de empezar sus entrenamientos o al cambiar de club. De hecho, es una prueba de enorme importancia por su función preventiva. Según sostiene el doctor Juan de Dios Beas, director médico de Clínicas Beiman, permite detectar signos de enfermedades que pueden tener su origen en el esfuerzo físico y tomar medidas para reducir la probabilidad de daños o alteraciones posteriores en su estado de salud. “Además, también permite prevenir lesiones, al tiempo que la interpretación de los datos obtenidos en las diversas pruebas que lo componen también puede servir para mejorar el rendimiento deportivo”, subraya el médico del deporte.

En qué consiste un reconocimiento médico deportivo

El reconocimiento médico deportivo comienza con una entrevista médica con antecedentes familiares, personales y deportivos, a través de la cual el especialista puede recopilar información de referencia sobre el organismo del deportista para el presente y para el futuro, apunta el doctor Omar Ortiz.

Conocer los antecedentes de salud del deportista es esencial. Los antecedentes familiares de muerte súbita, disnea y síncope o presíncope obligan a realizar una evaluación más completa del sistema vascular. Es un trabajo de prevención esencial.

La toma de constantes vitales (frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria, saturación de oxígeno, presión arterial…) también ofrece una oportunidad para detectar patologías cardíacas que hacen peligrosa la práctica deportiva, mientras que la toma de medidas antropométricas (peso, talla, índice de masa corporal, composición corporal…) puede indicar al médico del deporte el grado de preparación del deportista y su evolución, a fin de comenzar de manera adecuada el trabajo deportivo y prevenir lesiones.

“Los profesionales que realizan el reconocimiento médico deportivo deben conocer la metodología y las patologías que se buscan, adecuando la misma según la tipología del deportista. No obstante, un reconocimiento básico como mínimo debe constar de entrevista, exploración completa y electrocardiograma de reposo de 12 derivaciones. Además, su resultado es conveniente que se entregue por escrito al deportista”, explica el doctor Juan de Dios Beas, que recuerda además que existen otros reconocimientos como los de pesca en apnea, buceo o deportes aéreos que, por sus particularidades y requisitos legales, obligan a unos protocolos específicos.

Clínicas Beiman, especializada en salud para deportistas, es centro médico de referencia para la mayor parte de federaciones deportivas de Andalucía. Sus centros en Jerez, Las Cabezas, Sevilla, Córdoba, Jaén, Granada y Huelva realizan miles de reconocimientos médicos deportivos cada año. Desde Beiman explican que el reconocimiento médico deportivo también sirve a los clubes y federaciones a cumplir con las obligaciones legales y de seguros deportivos, y además permite reforzar la educación sanitaria, sensibilizando sobre higiene personal, higiene bucal, nutrición, descanso, o compatibilización de estudio y ocio en el caso de los más jóvenes.

El reconocimiento médico deportivo ofrece una oportunidad para detectar trastornos de salud que hacen peligrosa la práctica deportiva. Debe realizarse en el momento oportuno y de forma periódica, no solo en pretemporada, para poder abordar cualquier hallazgo preocupante o dar tiempo a rehabilitar las lesiones. Además, supone una ocasión para establecer comunicación entre el médico y el deportista o equipo, permitiendo brindar información sobre deporte saludable y con seguridad.