Rechazo vecinal a un proyecto inmobiliario “desproporcionado” en plena Judería de Sevilla

“Proponemos que se paralice este macroproyecto totalmente inadecuado para nuestro barrio. Nos oponemos a la especulación inmobiliaria en el centro histórico de Sevilla y pedimos que el Ayuntamiento piense en la calidad de vida de los vecinos y adapte el proyecto de Tintes, 18 a las necesidades del barrio y de sus habitantes”. Así de contundentes se han mostrado los vecinos de San Bartolomé sobre los efectos que esta promoción inmobiliaria puede tener para esta zona de la antigua Judería. Según han denunciado en un comunicado, el proyecto “presenta multitud de carencias y puede ocasionar daños de diversa consideración”. Entre los que señalan advierten de posibles daños estructurales en viviendas contiguas, la saturación del tráfico en vías semipeatonales, problemas de biodiversidad o alteración de la estética propia del barrio.

“Nos enfrentamos a un proyecto inmobiliario totalmente inadecuado. Somos propietarios de inmuebles colindantes con una parcela en la que pretende desarrollarse un proyecto inmobiliario absolutamente discordante con las características del barrio”, advierten los residentes. La parcela en cuestión es muy conocida, ya que durante muchos años ha sido habitual la celebración de eventos por parte de los vecinos. La promoción se encuentra actualmente en venta, y según su página web, sólo está disponibles el 25 % de las viviendas. 

El pasado 5 de diciembre de 2022 los vecinos señalan que presentaron un escrito de personación y alegaciones ante la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla: “Desde entonces no se nos ha informado de nada, a pesar de haberlo solicitado en varias ocasiones en la propia Gerencia de Urbanismo”.

Según exponen los residentes, el proyecto el proyecto prevé “la demolición íntegra, incluida la fachada, de la edificación existente” para la construcción de 10 viviendas y un aparcamiento subterráneo con 15 plazas de garaje y varios trasteros. “Estas obras pueden poner en riesgo los inmuebles colindantes, de nuestra propiedad, varios de los cuales datan del siglo XVIII y XIX, con cimentaciones y estructuras de muros de carga de ladrillo que en muchos casos son medianeros con la finca de calle Tintes, 18, por lo que la ejecución del aparcamiento subterráneo podría ocasionar daños estructurales considerables”. 

Además, señalan que la obra se va a realizar en una calle, en su mayor parte peatonal, que constituye, junto a Armenta, “el único acceso al barrio de San Bartolomé, por el que, además del tráfico ordinario, debe circular todo el alumnado y familiares, con o sin vehículos, de un centro escolar de primaria y secundaria (Mercedarias)”. Todo ello, abundan, produce en horas punta una saturación del tráfico en Tintes y Armenta, que dificulta el paso de peatones, en particular de discapacitados y menores que precisan de silla de ruedas o similares. Todo lo cual se verá agravado de ejecutarse los 15 aparcamientos proyectados, con salida obligada de los 15 vehículos por la calle Armenta. De especial gravedad es que esta situación puede generar mayor inseguridad para los vecinos al impedir o dificultar aun más el acceso de bomberos o ambulancias”. En este sentido, también, alertan que “no hay ningún estudio de movilidad para las calles adyacentes, caracterizadas por su estrechez”. 

Otro de los aspectos que discuten es que el proyecto “es desproporcionado en cuanto a su edificabilidad, en comparación con lo actualmente construido, e incluso entre la proporción de edificación proyectada respecto a zonas exteriores no cubiertas”. 

Por último, además de advertir de la posible existencia de restos arqueológicos, inciden en que la mayor parte de la parcela está ocupada por un jardín que es un pulmón verde en un barrio falto de árboles y zonas verdes. “Nos parece inapropiado permitir la destrucción de este vergel que sirve para preservar la biodiversidad, dado que esto puede acarrear un grave daño medioambiental”.