El Real Alcázar de Sevilla protege de la lluvia los fabulosos Baños de María de Padilla
Instala unas claraboyas en los lucernarios del Patio el Crucero para evitar las filtraciones en las pinturas murales
También se ha completado la intervención en las columnas del Jardín de la Danza y los trabajos de emergencia en la decoración de la Galería del Grutesco
El Real Alcázar de Sevilla reproducirá una de sus piezas más icónicas para su restauración
Una actuación que puede parecer de poco calado pero que tiene una gran importancia. El Real Alcázar de Sevilla ha cubierto con claraboyas metálicas acristaladas los lucernarios del Patio del Crucero que se encuentran sobre las galerías de los Baños de María de Padilla. Esta actuación evita la entrada de suciedad, y sobre todo, de la lluvia que elevaba los niveles de humedad en gran medida de las galerías en los baños donde se ubican restos de importantes pinturas murales del siglo XVI que decoran las paredes, ayudando a su conservación. La intervención se enmarca dentro del contrato de conservación y mantenimiento recientemente concluido con la empresa Ágora.
Estas claraboyas, según han informado desde el monumento a este periódico, se han realizado con un diseño actual muy respetuoso y acorde con el entorno como. Cuentan con el mismo color de la cerrajería de las puertas y ventanas que circundan el espacio. Son fácilmente desmontables para su limpieza y mantenimiento y a la vez resistentes para soportar el tránsito de visitantes. Se elevan del nivel del suelo lo suficiente para permitir una adecuada ventilación natural de las galerías inferiores y su acabado superior acristalado deja pasar la luz natural.
También dentro del mismo contrato, también acaba de concluir la renovación completa de la instalación eléctrica y la iluminación en los Baños de Doña María de Padilla y las galerías perimetrales. La intervención se justifica por la necesidad de sustituir las luminarias fijas que se encuentran en los pasillos laterales donde se encuentran las pinturas murales, por otras luminarias con sensores de presencia. De este modo, se busca una mejor conservación de estas pinturas, ya que las luminarias hasta ahora presentes, junto con la presencia de humedad de los propios muros, favorecen la proliferación de vegetación parasitaria. Dada la necesidad de esta actuación para la conservación de las pinturas murales se ha decidido ampliar el alcance de la intervención y se ha procedido a renovar el cableado desactualizado por normativa, protección del mismo, ordenación del trazado y renovación del resto de luces de estos espacios.
Con esta acción se ha renovado por completo la instalación eléctrica, permitiendo una iluminación que resalta las pinturas murales. Se han instalado sensores automáticos de presencia para que el alumbrado esté encendido sólo en las zonas ocupadas por personas. De esta manera se mejora la eficiencia energética, a la vez que se evita la proliferación de vegetación que daña las pinturas murales al estar a oscuras las zonas sin presencia de público.
Las columnas del Jardín de la Danza
Por otra parte, el pasado 24 de julio finalizaron los trabajos para subsanar los daños en las columnas y sus pedestales que causó la tormenta Bernard el pasado 22 de octubre de 2023. La caída de ramas de gran porte de los magnolios próximos provocó el derribo de una de ellas y daños de diversa importancia en la otra. Las columnas del Jardín de la Danza forman parte del diseño y construcción de este espacio entre 1574 y 1578, son piezas de mármol blanco y capiteles de orden corintio que descansan sobre pedestales de mampostería.
La intervención en las dos columnas del Jardín de la Danza ha consistido en la restauración integral de los elementos que las componen: el pedestal y la basa y el fuste y capitel. La actuación primordial y que entrañaba mayor complejidad ha sido levantar la pieza tirada y reubicarla asegurando su posición original.
En el caso del pedestal de la columna derecha, la casi total ruina de la fábrica hizo necesario la construcción de uno nuevo para asegurar la estabilidad. Esta decisión se tomó de forma consensuada con el técnico de la Comisión Provincial de Patrimonio. En el pedestal izquierdo se repararon los deterioros en el moldurado. En ambos casos se realizaron sondeos y catas para identificar las capas de color existentes. También se recopilaron imágenes de la Fototeca Municipal de Sevilla y de otras fuentes que mostraban el acabado de los pedestales en una tonalidad amarilla clara, acabado que actualmente presentaban y color elegido para su terminación.
Las intervenciones en las columnas han consistido en el tratamiento biocida de la totalidad de la superficie, la limpieza por medios acuosos y químicos de la suciedad superficial y capas más adheridas, la recolocación de los fragmentos desprendidos mediante la inserción de varillas de fibra de vidrio, el resanado y reintegración de morteros de rejuntado, tratamiento de inhibición y protección de elementos metálicos originales y la hidrofugación de la piedra.
Para asegurar la estabilidad de la columna derribada de la izquierda se ha construido una nueva cimentación para el pedestal, con capacidad suficiente para soportar los empujes horizontales anclando el nuevo pedestal a la nueva cimentación. Del vástago interior de hierro del fuste que lo anclaba al pedestal, se ha eliminado el extremo que entraba en el pedestal ya que se encontraba en muy mal estado por la corrosión y la laminación del metal, y se reforzó con la extensión de uno nuevo de acero inoxidable.
Las pinturas de la Galería del Grutesco
Otra actuación que ha finalizado recientemente es la de emergencia en las pinturas murales que ocupan los paramentos verticales de las hornacinas de la Galería de Grutescos, en el Jardín del Estanque de Mercurio.
La Galería de Grutescos, diseñada por Vermondo Resta a principios del XVII, estuvo decorada además de por rocas con pinturas murales de temática de la mitología clásica, aves exóticas e imitaciones de mármoles de diversos colores. La zona del muro que da al Jardín del Estanque de Mercurio fue decorada por Diego de Esquivel en el siglo XVII con pinturas murales de escenas mitológicas con la representación del Neptuno en la hornacina central.
Las pinturas han llegado a la actualidad con numerosas reparaciones y restauraciones realizadas en distintas épocas para subsanar los reiterados daños ocasionados por los agentes medioambientales. El grave deterioro ha hecho necesario abordar estos tratamientos de emergencia a la espera de la próxima elaboración y redacción de un proyecto de intervención integral en la totalidad de la Galería de Grutescos.
Se han aplicado procesos de conservación limitados y urgentes para garantizar la estabilidad de los estratos de mortero y capa pictórica, ya fueran originales o repuestos, que se encontraban en peligro de desprendimiento y pérdida. El desprendimiento y caída de reintegraciones de mortero aplicados en la restauración de 2002 estaba ocasionando la pérdida de los estratos originales que las rodeaban. La mayor parte de las intervenciones de emergencia se han efectuado en la mitad inferior de las escenas, zonas en las que concentraban las patologías de mayor gravedad. Estos trabajos han consistido en la consolidación de morteros disgregados, consolidación de oquedades entre estratos de mortero y la fábrica, recogida de bordes, grietas y fisuras, reintegraciones volumétricas y entonado de las mismas.
Los trabajos de conservación con carácter de urgencia en estas pinturas murales se han desarrollado desde el 10 de junio al 4 de julio con un presupuesto total 5.989,50 euros.
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