Calle rioja
Francisco Correal
El filósofo de Cerro Muriano
Política
José Luis Sanz se someterá este viernes a una cuestión de confianza con la que pretende desbloquear la aprobación de los presupuestos usando una fórmula utilizada varias veces en algunos ayuntamientos de España. La intención del alcalde popular es forzar el mecanismo que permite a la oposición plantear un candidato alternativo para la Alcaldía, un escenario muy improbable porque requeriría el acuerdo del PSOE y de Vox. Si ese pacto no se alcanza, la continuidad de Sanz al frente del gobierno municipal quedaría garantizada y, con ella, se daría automáticamente un aval a las cuentas municipales.
Se trata de una herramienta que recoge la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General, a la que se pueden acoger los alcaldes de los municipios españoles si cumplen alguna de las cuatro particularidades que no hayan prosperado tras pasar por la sesión plenaria: los presupuestos anuales, el reglamento orgánico, las ordenanzas fiscales y la aprobación que ponga fin a la tramitación de los instrumentos de planeamiento general de ámbito municipal.
El requisito indispensable para que se celebre una cuestión de confianza es que el motivo que la provoca se haya debatido en Pleno y no haya obtenido la mayoría necesaria. Como se recordará, el PP obtuvo en las elecciones municipales de mayo de 2023 un total de 14 concejales, dos menos de la mayoría absoluta.
Una vez celebrada la cuestión de confianza, Sanz necesita una mayoría simple para aprobar el Presupuesto que le ha llevado a la misma, con los votos a favor del grupo popular, un total de 14, y la abstención de al menos uno de los tres partidos de la oposición. La intención de Sanz es forzar el mecanismo que permite a la oposición plantear un candidato alternativo para la Alcaldía, un escenario muy improbable porque requiere del acuerdo del PSOE y de Vox.
Cuando se trata de debatir sobre los Presupuestos municipales la ley contempla un escenario en particular. En este caso, el artículo 5 de la Ley de administración local entiende que quedará otorgada la confianza y aprobado el proyecto si en el plazo de un mes desde que se votara el rechazo de la cuestión de confianza no se presenta una moción de censura con candidato alternativo a alcalde, o si la misma no prospera.
En este caso, y si la moción de censura no se celebra, que es el escenario más probable que se contempla llegada esta disyuntiva (dado que tendría que darse un pacto entre PSOE-Vox), es entonces cuando se revalida de forma automática tanto la continuidad de Sanz como alcalde como su Presupuesto.
El reglamento local destaca que el regidor no puede utilizar este mecanismo de manera recurrente, de ahí que establezca límites temporales en su uso. No se puede plantear más de una cuestión de confianza al año ni más de dos durante la duración del mandato.
Tampoco se podrá plantear una cuestión de confianza en el último año de mandato. De igual forma, no tiene cabida plantearla desde la presentación de una moción de censura hasta la votación de esta última.
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