El puente de barcas, el único nexo entre Sevilla y la otra orilla del río durante siglos
Durante más de seis siglos fue el único paso sobre el río Guadalquivir en Sevilla
Servía de comunicación entre el resto de la ciudad y el arrabal de Triana, además de para llegar al Aljarafe
El Puente de barcas, al que ahora homenajea el ejército como parte de los actos del Día de las Fuerzas Armadas en Sevilla, fue durante muchos siglos el único paso sobre el Río Guadalquivir en la ciudad de Sevilla.
Se comenzó a construir el 4 de septiembre de 1170 y se abrió 10 de octubre de 1171. Lo mandó construir el califa Abu Yacub Yusuf (año 567 del calendario árabe. Época almohade).
Durante más de seis siglos el único nexo de unión existente entre Sevilla y Triana fue el Puente de Barcas, una estructura formada por unas barcazas ancladas al fondo del río Guadalquivir sobre las que una pasarela de madera facilitaba el tránsito de personas y carros.
Fue derribado después de 1852, una vez construido el actual puente de Isabel II (Triana), por lo que el sistema de barcas estuvo en servicio seiscientos ochenta y un años.
Para construir el puente de Isabel II se desplazó el de barcas desde su lugar inicial hacia aguas abajo, situándolo casi frente a la plaza de toros de la Real Maestranza.
La única referencia fotográfica que existe del puente de barcas, realizada por el vizconde de Vignier (1850) para el duque de Montpensier, pertenece a la colección iconográfica del duque de Segorbe.
Monumento al Puente de Barcas en Sevilla
En otro monumento del barrio de Triana, el Mercado, luce desde finales de enero de 2019, un azulejo que conmemora la existencia de esta estructura defensiva del siglo XII que tuvo un final poco adecuado para su historia. Francisco Pérez Aguilar, investigador del Río Guadalquivir, afirma que el puente de barcas fue vendido por 72.000 reales para hacer leña con él.
Según este mismo estudioso, Sevilla no tuvo más puentes por las dificultades que presentaban las orillas del Guadalquivir y el fondo limoso del río. "Los romanos, buenos constructores de puentes, no hicieron ninguno. Lo hace el califa Abu Yaqub Yussuf. Curiosamente, el primer cortejo fúnebre por ese puente fue el suyo, cuando resultó muerto de una lanzada en Santarem", afirmaba Pérez Aguilar.
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