Ni un pueblo sevillano sin bares

El sector hostelero en la provincia de Sevilla está muy presente. Pese a las dificultades que atraviesa el colectivo desde la pandemia del Covid, este tipo de negocio mantiene su actividad, en mayor o menor medida, en los 106 municipios sevillanos. Una situación que dista bastante de la que se vive en otras zonas de Andalucía. De hecho, algunos pueblos granadinos y almerienses carecen de bares donde los vecinos puedan comer, tomarse una copa o socializarse.

Los datos los pone de manifiesto un estudio elaborado por la Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales, titulado La dimensión social de la hostelería. Convivencia y ciudadanía. En el apartado dedicado a los bares, incluye un mapa con las zonas de España en las que no consta la existencia de ningún establecimiento hostelero.

Dicha carencia se concentra en lo que se ha denominado la España vaciada: Castilla y León, el norte de Huesca y las comarcas catalanas más próximas a la frontera de Francia. En Andalucía apenas se produce esta situación, excepto en dos provincias vecinas: Granada y Almería. En ambos casos la inexistencia de bares se detecta en municipios de interior, alejados de la costa.

Sólo un pueblo en Andalucía occidental

En Andalucía occidental sólo hay un pueblo en esta situación: la localidad onubense de Cumbres de Enmedio, en plena sierra y que pasa por ser el pueblo menos poblado de esta provincia, con menos de 100 habitantes. El número de andaluces que viven en un municipio sin bares alcanza los 4.000.

Sevilla junto a Córdoba, Málaga, Jaén y Cádiz son las cinco provincias en la que la hostelería está presente en todas sus ciudades y pueblos. Un logro que las empata con Madrid, todas las provincias gallegas, Murcia y los dos archipiélagos (Canarias y Baleares). En la provincia sevillana hay bares hasta en el municipio de menor población, El Madroño, a escasos kilómetros de Huelva y cuyo número de habitantes no llega a los 300.

La importante función social

El informe destaca que los bares fueron en muchos municipios españoles "el primer equipamiento de los servicios sociales comunitarios o de proximidad", especialmente en zonas rurales, donde "el bar del pueblo" hacía las funciones de "despacho" del trabajador social, a falta de otro lugar más adecuado para desempeñar esta labor.

Este estudio se da a conocer en un momento crítico para el sector, debido al encarecimiento de los suministros, especialmente la luz, que se ha disparado hasta provocar una asfixia económica en dichos negocios, motivo por el cual el pasado martes se llevó a cabo un parón de cinco minutos en señal de protestas.

El hecho de que todos los pueblos sevillanos cuenten con bares y restaurantes confirma, por un lado, la importancia de este sector en el plano social y económico de la provincia, y por otro, que los efectos de la despoblación que se sufren en otros puntos de España no resultan, por ahora, tan devastadores en esta tierra como para provocar cierres hosteleros.