El PSOE denuncia la "dejación de funciones" de la gerente del Real Alcázar de Sevilla
El concejal Nacho González critica que la gerente del monumento esté más volcada en su cargo en el Decanato del Colegio Oficial de Graduados e Ingenieros Técnicos Industriales que en la gestión del patrimonio histórico
“El amor pasa, el ajo permanece”

El Grupo Municipal Socialista ha denunciado la "grave falta de implicación" de Ana Jáuregui en sus funciones como gerente del Real Alcázar de Sevilla, una dejación que consideran inaceptable dada la relevancia del monumento y los numerosos retos que enfrenta. El concejal Nacho González advierte que la gestión del Alcázar “no puede estar en segundo plano”, mientras su responsable dedica la mayor parte de su tiempo y atención a sus intereses como decana del Colegio Oficial de Graduados e Ingenieros Técnicos Industriales de Sevilla (COGITISE).
Desde su nombramiento en agosto de 2023, Jáuregui ha compatibilizado ambos cargos. “El Real Alcázar necesita una gerente a tiempo completo”, ha señalado González, a quien le preocupa la desatención actual y la ausencia de un Director General de Conservación, plaza que sigue sin cubrirse mientras el gobierno presume de que es Jáuregui quien asume esa función a pesar de no ser experta en patrimonio.
El edil socialista aporta datos concretos que evidencian la dificultad de compaginar dos cargos muy exigentes: más de medio centenar de actos institucionales en 2024 en calidad de decana, con presencia constante en eventos cofrades, culturales, universitarios y foros profesionales. “Y si revisamos la hemeroteca, Jáuregui supera el centenar de apariciones en prensa como representante del colegio profesional, mientras su figura apenas tiene visibilidad como gerente del Alcázar”, recalca González.
Además, la propia Jáuregui, en sus mensajes de campaña para la reelección en COGITISE, presume de su dedicación al decanato y del aumento de la visibilidad del colegio y el sector, lo que en opinión del PSOE confirma el abandono efectivo de sus responsabilidades en el Alcázar. “No es posible asumir dos responsabilidades de tanta exigencia sin que una de ellas se resienta. Y en este caso, lamentablemente, es el Real Alcázar —un bien Patrimonio de la Humanidad— el que sufre las consecuencias de esta falta de dedicación. Su gestión exige plena atención, planificación rigurosa, dotación de personal adecuada y actuaciones urgentes en materia de conservación”, concluye González.
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