Los psicólogos otorgan credibilidad a la víctima de la violación de Pamplona

Los peritos que han examinado a la joven de 18 años no ven motivos para dudar de su relato. La defensa de los acusados matiza que ese informe "no quiere decir que esté diciendo la verdad".

Los cinco sevillanos acusados de la violación, fotografiados en una calle de Pamplona en julio pasado.
Los cinco sevillanos acusados de la violación, fotografiados en una calle de Pamplona en julio pasado.
Jorge Muñoz

13 de octubre 2016 - 05:03

Los psicólogos que han examinado a la joven de 18 años que denunció la violación en los pasados Sanfermines por cinco sevillanos otorgan credibilidad al testimonio de la víctima. En el informe remitido al juzgado de instrucción número 4 de Pamplona, que investiga el caso, los peritos sostienen que la víctima ha dicho la verdad con respecto a los hechos que sucedieron en la madrugada del 7 de julio y han añadido que no encuentran motivos para dudar de su relato, según publicó este miércoles el Diario de Navarra. Para los peritos, el examen realizado a la joven muestra muestra que no hay nada que indique que está mintiendo e incluso sostienen que la víctima ha desarrollado un síndrome de estrés postraumático en relación con la violación.

Frente a este informe psicológico aportado a la causa, el abogado Agustín Martínez, que defiende a uno de los imputados, explicó este miércoles que, aunque no conoce el contenido de este dictamen, lo que viene a decir es que "no hay ningún motivo externo para dudar de la credibilidad de la chica". Pero eso, subraya el letrado, "no quiere decir que esté diciendo la verdad".

El testimonio de la denunciante planteaba algunos interrogantes, sobre todo porque en sus declaraciones ante la Policía Municipal de Pamplona y el juez aseguró que fueron cuatro y no cinco los jóvenes que participaron en las agresiones sexuales, aunque con respecto a las mismas tampoco pudo asegurar cuántas veces fue violada.

En esas declaraciones, la víctima relató que en la madrugada del 7 de julio dos de los jóvenes que siguen en prisión la cogieron del brazo y la obligaron a entrar en un portal del número 5 de la calle Paulino Caballero, tapándole la boca para que no pudiera gritar. La mujer aseguró que la obligaron a hacerle a cada uno una felación y a continuación "los cuatro" la penetraron, pero añadió que "no recuerda" si dichas penetraciones fueron vaginales o anales. Según su testimonio, tras violarla, los cuatro jóvenes se marcharon corriendo del lugar.

Ante el juez, la joven ratificó que sufrió "varias" agresiones, y recordó cómo uno de los jóvenes dijo lo siguiente: "Quillo, me toca a mí". Tampoco pudo acreditar si uno de los agresores podría estar separado de los demás, y que supuestamente podría ser el que realizó la grabación de la violación colectiva y luego la colgó en los chats de Whatsapp en los que participaban numerosos jóvenes. Según la denunciante, tanto ella como los acusados, entre los que se encuentran un guardia civil y un militar profesional, habían bebido alcohol, pero no en grandes cantidades. La propia víctima dijo que había bebido algo pero estaba "en buenas condiciones" y no había tomado sustancias tóxicas. Sobre los sevillanos, afirmó que también habían bebido pero "andaban de manera normal y no tenían síntomas evidentes".

Tras la agresión, la joven recogió sus pertenencias, se vistió y salió a la calle, donde se sentó en un banco a llorar hasta que unos minutos después pasó por el lugar una pareja que avisó a la Policía, procediendo esa misma mañana a la identificación y detención de los sospechosos.

El informe psicológico es una de las últimas pruebas que aún quedan por practicar en la instrucción del sumario por la violación de Pamplona, mientras que todavía está en una fase incipiente la investigación abierta en los juzgados de Pozoblanco (Córdoba) por los presuntos abusos a otra joven de 21 años que habrían ocurrido dos meses antes, en concreto, en mayo pasado. En la investigación de Pozoblanco, el juez ha ordenado que se practique una prueba toxicológica a la víctima para determinar si pudo haber sido drogada, después de que el juez de Pamplona apuntara que se pudiera haber empleado burundanga para dejar inconsciente a la chica.

El juez de Pamplona destacó las semejanzas que, a su juicio, concurren en ambos casos, por cuanto sostuvo en un reciente auto que "existen similitudes como la búsqueda de un ambiente festivo en el que se bebe alcohol, la selección de una víctima joven y su aislamiento, la participación colectiva del grupo, el desprecio hacia la víctima y su humillación", así como la "grabación de los hechos como uno de los objetivos principales".

Dos de los sevillanos acusados en Pamplona siguen sin contar con abogado defensor, después de que la letrada Carmen Sala renunciara "por discrepancias con el modo en que realizan y van a realizar la defensa el resto de los abogados que trabajan" en el caso.

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