La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Más allá de la voz de la Laura Gallego
“La oscura y sospechosa propuesta de inundar Tablada tiene características de ser un programa trampa para introducir construcciones en altura”. Así de tajante se ha mostrado el secretario andaluz de Los Verdes, Francisco Garrido, este martes ante la propuesta plantada al Consistorio de convertir Tablada en una marisma.
En este sentido, Garrido ha apuntado la necesidad de hacer un parque forestal en Tablada, “como se acordó en principio y fue aprobado, comprometiéndose el alcalde a realizar esta dehesa en su campaña electoral”, añadiendo que es absurdo pensar que se puede hacer una Doñana escasos metros de el barrio de los remedios”.
Para el secretario general de Los Verdes este proyecto de inundar toda Tablada, que contaba con el respaldo en un principio del CSIC, lo único que corrobora es un intento de cambiar el proyecto original para introducir la construcción bajo el camelo de que es una iniciativa ecológica”. De esta manera, Garrido explicó que el consejo científico ha sido manipulado por el Ayuntamiento y “gracias a dios éstos se han dado cuenta de la trampa y se han quitado corriendo de en medio”, puntualizando “que absolutamente ninguna asociación ecologista sevillana apoya esta idea” .
La apuesta de los Verdes pasaría necesariamente por una expropiación de los terrenos de Tablada, hecho que ha sido calificado como muy “ventajoso” en la actualidad gracias a la nueva ley del suelo que permite “que la negociación no esté en manos de los comerciantes, ya que el valor de los terrenos no se establecerá según el uso que estos proyecten en un futuro en él, sino de lo que valgan en el momento de la expropiación; ”convirtiendo” desde el punto de vista económico esta posibilidad en absolutamente factible”.
Sin embargo, para Garrido la expropiación no sería el tema central, ya que Tablada hoy por hoy está calificada en el Plan General como suelo rústico, por lo que sería imposible construir allí.
Así, la portavoz de los Verdes en Sevilla Teresa Rojo, esgrimió que la dehesa conformaría un pulmón verde fundamental para la ciudad de Sevilla, la cual emite todos los días 500 toneladas de anhídrido carbónico, y con este parque periurbano (el primero que tendría la capital) se compensaría de “10 a 20 toneladas”. Además de funcionar como una media anticontaminante, Rojo señaló que la construcción de esta dehesa conllevaría un ahorro para todos ya que mejoraría el clima, “ahorrando así en aire acondicionado” y supondría “mejoras de salud”.
La portavoz sevillana recordó al alcalde que “debía respetar los compromisos adquiridos con los ciudadanos durante su campaña electoral de mantener una Tablada verde, aludiendo que la marisma no sólo no absolvería la contaminación, sino que provocaría más”.
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