Un proyecto abierto a toda Sevilla y a las propuestas que planteen los vecinos

J. Parejo Sevilla

08 de junio 2016 - 05:03

Un proyecto vivo, abierto a Sevilla, que se nutriría con las propuestas de los vecinos y que sería un nuevo atractivo turístico de la ciudad. Los promotores de la gran mezquita entienden que el centro cultural que lleva aparejado será un lugar beneficioso para todos los sevillanos sin distinción, en los que se ubicarían una gran biblioteca, amplias zonas de salud, un banco de alimentos, salón de actos o salas de estudio.

El proyecto no está definido al 100% porque quieren que sean los propios vecinos los que planteen sus demandas para incorporarlas, según anunciaron los arquitectos: "Está totalmente abierto a la ciudadanía y a las peticiones que consideren los vecinos. A las propuestas de equipamientos que echen en falta en la zona, por eso no está totalmente desarrollado". Para ello, se mantendrían reuniones con los residentes.

La construcción que se plantea en la parcela de 10.000 metros cuadrados de superficie sumaría alrededor de 38.000 metros cuadrados, que incluirían tres plantas bajo rasante para aparcamientos, una con entrada para autobuses. El centro cultural tendría una arquitectura más moderna y se levantaría en planta baja más tres en altura que se podrían ampliar en función de los usos y los equipamientos que se definan finalmente. La mezquita ocuparía unos 6.000 metros cuadrados. "No queremos colmatar la parcela", advirtieron los técnicos.

El edificio religioso evocaría al pasado andalusí de Sevilla pero con una construcción propia del siglo XXI: "Hemos querido fusionar la arquitectura de vanguardia con la musulmana tradicional de Sevilla". Los dos elementos que más llaman la atención son el minarete y la gran cúpula. El primero de ellos mide 45 metros, menos de la mitad que la Giralda. Tendría que desarrollarse un estudio de detalle pero llama la atención por los grandes paños de sebka acristalados. Los promotores creen que puede convertirse en un nuevo atractivo turístico de la ciudad y en un hito en la trama urbana que propicie la relación entre Sevilla y la cultura musulmana. La cúpula de vidrio tiene 30 metros de diámetro y una cubierta móvil de color dorada que cuando se retira deja ver el minarete. "Puede que sea la primera mezquita del mundo con una cúpula de vidrio que se abre".

El gran patio de abluciones, con una galería porticada de dos plantas, está diseñado como lugar de encuentro. Tendría tres accesos desde el exterior, dos desde la vía pública y uno a través del centro cultural. En el gran pórtico de entrada a la zona de oración se fusionan elementos almohades y nazaríes, con un gran profusión de elementos ornamentales, como yeserías. La sala de oración se divide en una planta baja de 3.500 metros cuadrados y una alta de más de 2.100. En esta zona se incluye una madrasa de 600 metros cuadrados, aproximadamente.

El centro cultural, con 1.800 metros cuadrados de superficie por planta, sería "para la ciudad". Incluiría, entre las propuestas ya citadas y las que puedan aportar los vecinos, un centro de promoción del turismo halal en Sevilla. "Sería un edificio de encuentro para la ciudad y sus barrios próximos". Los promotores, como han defendido desde que se presentó la pasada semana, entienden que el proyecto generará grandes beneficios para la ciudad.

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