"La proyección que puede tener la Zona Franca de Sevilla no se limita al dragado del río"
Carmen Tovar, la delegada estatal de la Zona Franca de Sevilla, defiende que el recinto fiscal portuario necesita mejoras, pero "tiene toda la potencialidad para que se desarrolle y sea el foco de la industria sevillana"
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La Zona Franca de Sevilla, que funciona en el recinto portuario desde finales de 2017, recauda anualmente unos 2,6 millones de euros por el impuesto de sociedades de sus empresas y por la aportación estatal, unos ingresos que podrían considerarse escasos en comparación con otros recintos fiscales del país. Su número de empresas se sitúa en 16 contando a la empresa Armonia Green Sevilla que operará una planta de amoniaco verde generado a partir de hidrógeno renovable, en cuanto culmine su planificación energética.
La nueva delegada estatal de la Zona Franca en Sevilla, Carmen Tovar, que sustituyó en el puesto a Alfredo Sánchez Monteseirín, cree firmemente en la enorme potencialidad de las empresas que operan en este recinto fiscal por el negocio que mueven, por los lazos internacionales que tienen y por su especialización en sostenibilidad e innovación. "A la Zona Franca hay que darle el color que necesita, pero tiene toda la potencialidad para que se desarrolle y sea ese foco de la industria sevillana porque no le falta ningún aditamento", subraya.
Tovar no cree que el crecimiento de este recinto fiscal portuario esté limitado por la restricción de carga de los buques que acceden al Puerto de Sevilla, debido a la imposibilidad de acometer por ahora un dragado de profundización del canal de navegación del estuario del Guadalquivir (el calado apenas supera los 7 metros) que permita el paso de barcos con más volumen de mercancía, lo que redundaría en la reducción de costes logísticos de las empresas.
"No quiero limitar al dragado la proyección que puede tener la Zona Franca de Sevilla. El dragado es un reto y una tarea pendiente para el Puerto de Sevilla, que tiene proyectos que incluyen a la Zona Franca. Pero nuestro recinto fiscal tiene todavía mucha tarea pendiente como para limitar al tránsito todo lo demás. Además, la queja de las empresas no pasa por ahí ni está en la mesa de las cuestiones a resolver", ha respondido la delegada estatal esta semana en una entrevista con este periódico. Esta afirmación contrasta con la queja de la Cámara de Comercio, con su presidente Francisco Herrero, respecto a que sin el dragado de profundización la zona franca se queda a medias.
Según Tovar, la queja de las 16 empresas de la Zona Franca no es sobre la falta de dragado, sino más "de recuperación de espacios, de crecer como espacio franco, de aparcamiento, de que llegue la fibra óptica a todas las empresas...Son más problemas de vecindad que de otra cuestión". Otros problemas que citan las empresas son tener más espacio para el acopio de mercancías, duplicar la capacidad del muelle del recinto fiscal para multiplicar la producción, y tener acceso a una ayuda estatal y autonómica.
"El tren es importante"
Otro elemento que no favorece la Zona Franca es el retraso histórico de la obra del acceso directo del tren de mercancías a los muelles, lo que ha llevado a Europa a retirar los 11,5 millones que aportó. Tovar admite que "el tren es importante para la Zona Franca".
Tampoco es bueno que la actividad económica del Puerto de Sevilla arroje una rentabilidad anual es negativa, entre otros factores por esas restricciones de volumen de mercancía de los barcos que entran de Sanlúcar a Sevilla.
Sobre este punto, Tovar admite que la Zona Franca no puede estar al margen de lo que le sucede al Puerto y necesita esa alianza con el Puerto, pero con matices. "No podemos estar uno al margen del otro, pero sí podemos dividir perfectamente nuestra tarea. Somos necesarios y tenemos que colaborar, pero ninguno es indispensable para el otro, máxime cuando nuestro espacio está casi colmatado", sostiene.
El problema arancelario que se plantea con la entrada de Trump en la presidencia de los EEUU puede ser otro hándicap para las grandes empresas de la Zona Franca (GRI, Megusa, Tecade) que exportan piezas metalmecánicas para proyectos de renovables en Norteamérica. Tovar asegura que preguntó a una conocida consultora que le respondió que, por ahora, no hay estudios del impacto que puede tener este asunto y que que tampoco le han transmitido preocupación todas las empresas del recinto fiscal. Por eso concluye: "No creo que haya problemas que bloqueen el crecimiento e impulso de la Zona Franca".
Del impuesto de sociedades de las empresas radicadas en el recinto fiscal se recauda en torno a un millón de euros al año, y eso lo que se tributa (en el apartado "actividad en Zona Franca") se destina a inversión en el propio recinto fiscal de Sevilla. La segunda fuente de financiación es la aportación patrimonial que hace el Estado, que fue de 1,65 millones de euros.
Las prioridades
En los casi seis meses que lleva en el cargo, Carmen Tovar, delegada de la Zona Franca en Sevilla, ha trabajado de forma "intensa" con todas las empresas y administraciones que integran este recinto fiscal para ponerse al día partiendo del "trabajo bien hecho" que dejó su antecesor Alfredo Sánchez Monteserín. Su larga experiencia en la gestión política le ha servido en su nuevo desempeño por las buenas relaciones que mantiene con todos los actores que participan en la Zona Franca: la Cámara de Comercio, la Confederación de Empresarios de Sevilla, el Ayuntamiento de Sevilla, las dos universidades, los sindicatos y el Puerto.
Una de sus prioridades será actualizar el Plan Estratégico 2030 que dejó Monteseirín, dado que se diseñó a finales de 2018. Y está convencida de que las empresas de la Zona Franca por su "fortaleza" en producción e innovación pueden ser "el motor a la industria sevillana", para lo cual propondrá a la Junta que se incluya a las empresas del recinto fiscal en Plan de acción CRECE Industria 2027 en Andalucía de la consejería de Industria. Elogia el legado de Monteseirín al ampliar la Zona Franca hasta las 125 hectáreas, crear alianzas con la Universidad de Sevilla y aprobar el Plan Estratégico 2030.
A corto plazo, Tovar quiere acometer obras para recuperar viales, iluminación y cerramiento de la Zona Franca deteriorados por la actividad, así como buscar el soporte científico de la Universidad.
Derivado de ese plan estratégico, de aquí a 2030 espera lograr un centro de empresas que dé servicio a las sociedades que operan en la Zona Franca. "Allí faltan servicios públicos, e incluso servicios para el personal que está allí instalado", destaca, por ejemplo, para atender a la tripulación que llega en los barcos que repara Astilleros del Guadalquivir. Cree que hay espacio suficiente en la Zona Franca para ubicar este centro de empresas. El reto es lograr la inversión suficiente para montarlo, para lo cual buscará fondos europeos y la ayuda de investigadores de la Universidad Pablo de Olavide.
Otra prioridad de Tovar es la reforma del muelle de Armamento y de otros espacios de la Zona Franca, unas obras para las que estima que Europa puede aportar financiación, ya que sería "inabarcable" para el Puerto de Sevilla.
A medio o largo plazo, Tovar se plantea el crecimiento de la Zona Franca en suelos ajenos al recinto portuario, como son las áreas de oportunidad que quedan por poner en marcha por parte de la Diputación, es una de las grandes prioridades de Tovar.
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