Cuando la propiedad de un bien está cuestionada
Patrimonio
En el Alcázar, además del retablo de 'La Virgen de los Mareantes' hay otras obras inventariadas a nombre de Patrimonio Nacional que deberían ser de la ciudad.
"Son bienes inmuebles las estatuas, relieves, pinturas u otros objetos y ornamentación, colocados en edificios o heredados por el dueño del inmueble en tal forma que revele el propósito de unirlos de un modo permanente al fundo". El artículo 334 del Código Civil Español, cuyo contenido también reproducía el Decreto-Ley del Tesoro Arqueológico Nacional de 1926, antecedente de la Ley de Patrimonio Histórico, ha sido uno de los principales argumentos esgrimidos por el patronato del Real Alcázar para reivindicar ante Patrimonio Nacional la propiedad del retablo de La Virgen de los Mareantes, realizado por Alejo Fernández entre 1531 y 1536 para la capilla de la Casa de la Contratación. Esta circunstancia no sólo afectaría a La Virgen de los Mareantes, en el inventario del Real Alcázar, hay otras piezas inscritas a nombre de Patrimonio Nacional que desde el patronato entienden que también forman parte consustancial del monumento y, por tanto, son de su propiedad.
Se trata de las tablas del Salón de Embajadores, realizadas por Diego de Esquivel en el siglo XVI; el retablo realizado por Diego de Castillejo en el siglo XVIII para el Palacio Gótico que preside una copia anónima de la Virgen de la Antigua; y un retablo barroco situado en el Apeadero. En el caso de las tablas del Salón de Embajadores, con los retratos de los monarcas españoles, desde Recesvinto hasta Felipe III, la polémica sobre su propiedad ya surgió al ser restauradas hace unos años, cuando José María Cabeza era el conservador, gracias a la financiación del BBVA. Patrimonio Nacional expuso entonces que ellos tenían que ocuparse de la intervención al ser sus titulares. Cabeza, como ha hecho ahora el actual conservador, Jacinto Pérez Elliot, con La Virgen de los Mareantes, puso muy en cuestión esta titularidad al considerar estas tablas consustanciales a la propia construcción y, por tanto, propiedad de la ciudad como todo el conjunto monumental.
La carta enviada en septiembre desde Patrimonio Nacional al director del Alcázar anunciando que acudirían a llevarse el retablo de La Virgen de los Mareantes para exponerla en Madrid durante varios meses y restaurarla posteriormente, ha vuelto a reabrir la cuestión sobre quién es el titular de estos bienes. Pérez Elliot, cuando recibió la misiva, se puso a investigar y llegó a una clara conclusión: "Cuando en 1931 el Gobierno de la República cede el Alcázar a la ciudad, todos los bienes inmuebles que estaban ubicados en él debieron pasar también a ser propiedad municipal y entre ellos el retablo de La Virgen de los Mareantes y los otros que están inscritos a nombre de Patrimonio Nacional". El inventario actual se empezó a realizar siendo alcalde Manuel del Valle y se terminó con Alejandro Rojas-Marcos.
Tras comunicar la situación a Javier Landa, teniente de alcalde delegado del Alcázar, redactó un informe para poner el caso en conocimiento del consejo del patronato para y que obrara en consecuencia. En este informe, se deja constancia de que la tabla fue encargada por los mercaderes sevillanos para la Casa de la Contratación, que estuvo en el Alcázar hasta 1717, por lo que se entiende que es consustancial al propio inmueble: "Yo sostengo que el retablo es nuestro. Fue pintado para presidir la Casa de la Contratación. Además, cuando el Alcázar se cede a la ciudad en 1931, se lo llevaron a Madrid junto a unos tapices. Ya entonces, se pide su devolución en el pleno municipal y en las Cortes Generales por ser una propiedad de la ciudad. Cuando vuelve en 1939, primero al Archivo de Indias y en 1955 a su lugar original, lo hace a modo de depósito".
Pese a esta incertidumbre, el consejo aprobó la cesión, pero siempre que se firmara un documento reconociendo la titularidad municipal de la pintura y que se garantizara su vuelta una vez concluida la exposición y restauración, que, por otra parte, es necesaria. Pérez Elliot, además, explica que La Virgen de los Mareantes es un elemento muy singular del Alcázar y la única pieza de pintura representativa que se puede ver en la visita turística.
Finalmente, Patrimonio Nacional desistió de su idea de llevar la tabla a Madrid para la exposición y restauración. Próximamente se reunirán con los responsables del Alcázar para aclarar la titularidad de estos bienes.
También te puede interesar
Lo último
Contenido ofrecido por Cervezas Alhambra
Contenido ofrecido por Osborne
Contenido Patrocinado
Contenido ofrecido por Universidad Loyola