El Ayuntamiento de Sevilla prohíbe unir locales para proteger los negocios emblemáticos
Urbanismo
La medida busca frenar que las cadenas conviertan las parcelas en grandes superficies comerciales
El turismo amenaza con echar el cierre de otro negocio emblemático
Un nuevo paso del Ayuntamiento de Sevilla para intentar poner freno a la tendencia de los últimos años del cierre de negocios emblemáticos. El equipo de José Luis Sanz ha prohibido conceder licencias para realizar vinculaciones físicas puntuales de parcelas o fincas colindantes, especialmente en el conjunto histórico de la ciudad. O lo que es lo mismo, a partir de ahora no se podrán unificar locales que se encuentran en distintos edificios.
Estas autorizaciones se venían otorgando hasta el momento dado que, ni en la normativa urbanística ni en la patrimonial se regula expresamente, de manera que, si bien urbanísticamente no es posible la agregación de parcelas contiguas (en particular en el Centro Histórico) no hay especificación alguna respecto a las vinculaciones funcionales tanto de locales comerciales o de ocio como de uso terciario (hoteles y apartamentos turísticos).
De este modo, los técnicos de la Gerencia de Urbanismo apuntan que, con las llamadas vinculaciones funcionales, se fomentaba el desarrollo de proyectos ante la ausencia de regulación sobre este aspecto concreto, respondiendo a determinadas demandas empresariales planteadas para vincular fincas anexas en las que ejercer nuevas iniciativas de negocio especialmente en el centro histórico.
La nueva dirección de Urbanismo ha decidido dejar de autorizar estas vinculaciones tras constatar que la proliferación de las vinculaciones funcionales estaban afectando negativamente a la supervivencia de los comercios tradicionales en locales del centro, ya que al permitirse la agregación de establecimientos situados en distintas parcelas colindantes se habilitaba la posibilidad de la sustitución del comercio tradicional por grandes superficies comerciales, quedando el pequeño comercio desprotegido y expulsado por la presión de intereses empresariales de grandes cadenas comerciales o turísticas.
La consecuencia es que la ciudad cuenta ya con varios ejemplos en uso de establecimientos hoteleros, turísticos y comerciales que funcionan sobre más de una parcela urbanística con un tamaño resultante mayor al de la parcela máxima admisible. “Lo que ha provocado la desaparición de las viviendas tradicionales y la expulsión del vecindario, la expulsión de comercios tradicionales sustituyéndolos por grandes superficies comerciales o franquicias de corporaciones internacionales y, por último, la proliferación de complejos de apartamentos turísticos”.
Con la medida adoptada por Urbanismo se persigue evitar grandes actuaciones que pueden funcionar como parcelaciones encubiertas, y respetar los elementos protegidos conforme a los diferentes niveles cuando no sólo se plantea alguna conexión puntual en planta baja o ático, sino que se pueda perder la lectura de manera independiente de las fincas afectadas o la conservación de su tipológica, unidad estilística, y otros elementos objeto de protección.
Por último, también se persigue evitar la desconfiguración del comercio tradicional, cuya tipológica puede seguir desapareciendo con la conformación de grandes superficies comerciales. Urbanismo concluirá las tramitaciones de todos los proyectos ya presentados relativos a establecer vinculaciones funcionales en el conjunto histórico, tanto para locales comerciales o de ocio como para establecimientos de uso terciario (tales como hoteles y complejo de apartamentos turísticos), no permitiendo desde el pasado viernes iniciar nuevos procedimientos de licencias en este sentido.
Junto con esta medida, se van a establecer unos criterios de actuación que definan claramente cómo conducirse antes estas solicitudes de licencias. Esta regla no será de aplicación a aquellos proyectos que supongan una reforma de otro con licencia previamente concedida en el que se permitió la vinculación funcional, así como sobre los presentados con anterioridad a esta nueva norma.
Los técnicos de Urbanismo sostienen que se trata de una medida que, sin duda, será efectiva para frenar la expulsión del comercio tradicional y la implantación de establecimientos turísticos en el centro, y se encuentra vinculada con la idea del alcalde de convertir esa zona de Sevilla en un espacio habitable.
Hay una larga lista de cierres comerciales emblemáticos que se han sucedido en el centro desde comienzos de la pasada década. Una sangría que no cesa y que es aprovechada por franquicias y grandes marcas para ocupar los muy cotizados locales de esta zona de la ciudad, que con el tiempo ha ido perdiendo identidad, tanto en tiendas como en bares, hasta el punto de hacer del Casco Antiguo. Numerosos bares y tiendas, con mucha historia a sus espaldas, se hayan visto obligados a echar el cierre. Los motivos más comunes que llevan a sus propietarios a tomar tal decisión suelen ser el cambio de renta antigua por nueva, que junto a la subida de los alquileres hace imposible que el negocio resulte solvente; la jubilación de sus dueños y la falta de un relevo generacional por parte de sus descendientes a la hora asumir esta responsabilidad; y también el cambio de ubicación de su emplazamiento tradicional.
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