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El juzgado mixto número 5 de Sanlúcar la Mayor envió este sábado a la cárcel a siete de los ocho detenidos en una operación antidroga desarrollada en la provincia de Sevilla, en la que fueron arrestados dos policías nacionales y un guardia civil. Los agentes se encuentran ya en prisión provisional por su presunta vinculación con una organización criminal dedicada a la importación de cocaína desde Colombia. Sólo el conductor del camión en el que se halló la droga podrá eludir la cárcel previo pago de una fianza de 15.000 euros.
La operación, denominada Mar de Eleva, surgió a raíz de una información recibida por la Fiscalía Antidroga de la Audiencia Nacional, procedente de las autoridades colombianas, que tenían conocimiento de una partida de cocaína en dirección a España, por lo que se organizó una entrega controlada de la mercancía. La carga salió el 19 de agosto del puerto de Buenaventura (Colombia) con destino a Málaga, adonde llegó el 9 de septiembre.
El pasado miércoles, 14 de septiembre, la organización sacó el contenedor del puerto de Málaga y lo trasladó hasta una nave de Dos Hermanas. Estos movimientos ya estaban siendo vigilados por la Policía Nacional. La droga viajaba oculta en un camión que en teoría iba a trasladar a España pulpa de piña. La mercancía venía dentro de la estructura del contenedor, no camuflada entre la fruta.
A las dos y media de la tarde del miércoles, el camión salió del puerto de Málaga en dirección Sevilla. A las cinco menos cinco, entró en una área de servicio próxima a la capital andaluza, donde los investigadores detectaron a tres personas que realizaban funciones de vigilancia del vehículo. Eran un subinspector de la Policía Nacional destinado en la UFAM (Unidad de Familia y Atención a la Mujer) de Sevilla, otro policía de la Brigada de Seguridad Ciudadana y un escolta privado del Ministerio del interior.
Estas tres personas vigilaban el aparcamiento de la gasolinera y grababan y tomaban fotos con sus teléfonos de aquellos vehículos que les parecían sospechosos, es decir, posibles bandas rivales que fueran a robar la carga o policías como los que les estaban investigando en ese momento, sin que se dieran cuenta de ello.
A las cinco y diez minutos el camión siguió su camino, siendo en todo momento vigilado de cerca por un Audi A6 en el que iban los dos policías y el escolta. El coche adelantó al trailer en varias ocasiones y sus ocupantes iban controlando los vehículos que pasaban en ese momento junto a éste por la autovía. A las seis menos cuarto, el camión llegó a una nave del polígono La Isla, en Dos Hermanas, siempre seguido por el Audi, que realizó varias pasadas por los alrededores del edificio.
Uno de sus ocupantes se bajó del coche y examinó minuciosamente todos los vehículos aparcados en las inmediaciones. El camión pasó la noche en la nave. A las siete menos cinco de la mañana del día siguiente, el jueves 15 de septiembre, los investigadores volvieron a detectar el Audi con los dos policías y el escolta en las inmediaciones.
Poco después se descargó la mercancía del camión en la nave y el trailer, portando el contenedor, abandonó la misma. Se dirigió hacia otra calle del mismo polígono, donde la cabeza tractora desenganchó el remolque con el contenedor. Otro camión llegaría poco después para engancharlo. Este vehículo viajó después por varias vías hasta salir a la A-49 y dejarla en Carrión de los Céspedes, siempre con la escolta del Audi.
A las nueve y media de la mañana, el camión llegó al polígono industrial de este municipio y se introdujo en una nave. Poco después, la cabeza tractora abandonó el recinto, ya sin el contenedor. Fue en ese momento cuando los investigadores decidieron intervenir. Dentro de la nave había cuatro hombres. Uno estaba subido a una carretilla elevadora, otro tenía una radial en la mano, el tercero estaba con una pata de cabra manipulando los bajos del contenedor, y el cuarto estaba debajo del mismo. El que manipulaba los bajos es un agente de la Guardia Civil que está destinado en los Guías Caninos.
El contenedor estaba elevado sobre tres enormes caballetes y dos carretillas de elevación. Junto a los sospechosos había varias máquinas para cortar metal, como radiales, discos y similares. También se hallaron sprays de pintura blanca, botes de silicona y multitud de botes de masilla ygoma de sellado. Entre las pertenencias de los implicados, en una riñonera, se encontró un arma de fuego municionada.
Los tres ocupantes del Audi también fueron detenidos, y también tenían una pistola. El camión fue parado al salir del polígono. Su conductor fue arrestado, si bien este es el único de los detenidos que puede salir en libertad bajo fianza. Dentro de los bajos del contenedor se hallaron, en dobles fondos, 365 paquetes rectangulares de aproximadamente un kilo de cocaína cada uno.
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