Las primeras horas de Isabel Pantoja como reclusa

La tonadillera Isabel Pantoja ha cumplido este sábado su primer día como reclusa en la cárcel de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), donde consumará su pena por blanqueo de capitales, entre la expectación de los medios de comunicación, que se mantiene desde días antes de su llegada al recinto el viernes por la mañana.

La prisión ha sido en los últimos días el centro de los focos de los medios de comunicación, que esperaban su entrada y que ya hacen guardia ante la posibilidad de que se produzca alguna visita. Pantoja se encuentra en una celda del módulo de ingreso de la cárcel de mujeres acompañada de otra interna, aunque el centro penitenciario se ha negado a facilitar información sobre cómo es su día a día.

La rutina incluye levantarse a las 8:00, almorzar a las 13:00 y cenar a las 19:30. La artista pasó su primera noche en una celda compartida con otra presa después de todos los trámites de ingreso, como la toma de identidad y huellas, así como una revisión médica y diversas entrevistas con los educadores y trabajadores sociales del centro. La interna facilitó a los servicios administrativos de la cárcel dos listas con los familiares y amigos con los que quiere contactar telefónicamente cuando tenga permiso y a los que autoriza a visitarla de forma física en la prisión.

La cantante estará en el módulo de ingreso de Alcalá de Guadaíra durante un breve tiempo, que puede variar de uno a varios días según el criterio de los funcionarios penitenciarios. A continuación, podría pasar a otro módulo de respeto, en el que los presos se acogen a una especie de contrato con normas y compromisos sobre el mantenimiento de las dependencias, y se busca que se impliquen en tareas como el cuidado de los espacios comunes o la organización de actividades.

El centro tiene 83 celdas, aunque la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip) cifra la ocupación media real en 149 reclusas.

Según el manual La prisión paso a paso, editado por la secretaría general técnica del Ministerio del Interior, Pantoja, igual que el resto de presos, podrá comunicarse en los locutorios del centro con sus familiares acreditados y amigos previamente autorizados, con encuentros de veinte minutos acumulables en uno solo de cuarenta durante el fin de semana, con hasta cuatro personas al mismo tiempo.

También se podrán realizar llamadas telefónicas -que deberán ser abonadas por el recluso- con un máximo de diez y una duración de cinco minutos cada una, así como enviar cartas en las que debe figurar su nombre y apellidos y que deberá depositar en el lugar indicado en el centro. Para su estancia en la cárcel, Pantoja recibirá los productos necesarios para la limpieza, higiene y aseo, así como ropa de uso personal y de cama, aunque también podrá tener su propia ropa, que podrá guardar en la celda que se le haya asignado. La cantante tendrá acceso en el centro a un economato, lavandería y peluquería gratuitas y un servicio de salud con médicos, enfermeros y auxiliares, además de trabajadores sociales y un servicio de empleo y formación, pudiendo acceder a un "trabajo productivo remunerado".