El primer curso de Medicina en la Loyola acabará en pleno verano para cumplir el plan de estudios

El primer grado privado de Medicina en Andalucía echa a andar. Lo hace en el campus que la Universidad Loyola posee en Dos Hermanas (Sevilla) y un día después de que el consejo de gobierno de la Junta de Andalucía aprobara esta titulación, que cursarán desde este miércoles 60 estudiantes. Su puesta en funcionamiento viene precedida de las dudas creadas por el rector de la Universidad de Sevilla (US), Miguel Ángel Castro, sobre la legalidad del permiso otorgado a dicha carrera sanitaria, al no cumplir con tres requisitos.

Hasta ahora, la Hispalense era la única institución en Sevilla que ofertaba esta titulación. Una hegemonía que acaba este miércoles al sumarse la universidad jesuita, donde en abril se presentaron más de 700 aspirantes para la prueba específica de acceso a Medicina. De ellos, y ante el retraso en el comienzo de las clases (se iniciarán a poco más de un mes de que acabe el primer cuatrimestre), sólo 228 han mantenido el interés por dichos estudios. Para la designación de los puestos, la Loyola ha elaborado un listado de prioridad según los solicitantes con mejores resultados académicos: las calificaciones de Bachillerato, la nota de Selectividad y la de la citada prueba específica. El coste del primer curso es de 14.200 euros por alumno.

El hecho un tanto extraño de que las clases de Medicina en la Loyola comiencen a mitad de curso ha condicionado la aprobación de la Junta, que ha exigido a la universidad privada un plan de estudios que garantice la calidad de estas enseñanzas en su primer ejercicio académico. La institución jesuita reconoce "el esfuerzo y dedicación extraordinarios" que habrán de aplicar los próximos meses, con un "intenso horario". Por tal motivo, el calendario lectivo acabará a finales de junio y los exámenes ordinarios y extraordinarios se celebrarán en julio, en pleno verano.

La falta de personal sanitario

El rector de la Loyola, Fabio Gómez-Estern, ante las dudas sembradas por su homólogo de la US, ha defendido que este título cumple "con todos los requisitos legales y con los altos estándares internos de las universidades jesuitas de todo el mundo". "El grado de Medicina de Loyola es novedoso, muy innovador en su metodología, con un profesorado muy motivado y cuenta con unas instalaciones de última generación que lo colocan entre los mejores de España". También ha agradecido a la Junta de Andalucía "la rápida tramitación" para que esta carrera se pueda impartir desde este miércoles. Ha justificado dicha premura por la falta de personal sanitario que sufre el sistema andaluz de salud pública.

Unos argumentos -expuestos durante el acto de bienvenida a los estudiantes- que chocan con los del máximo responsable de la Hispalense, Miguel Ángel Castro, quien además de poner en duda los últimos años la calidad del plan de estudios de la titulación de Medicina en la Loyola, ha alertado recientemente que su pronta aprobación por la Junta no cumple con varios requisitos. Entre ellos, su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y en el registro de universidades, centros y títulos (RUCT).

Un proceso de 30 meses

El proceso para que la Loyola pueda impartir Medicina en el campus sevillano comenzó en mayo de 2021. Lo hizo a la par que las universidades públicas de Almería y Jaén. El trámite consta de tres fases: la autorización previa de la Junta, la verificación por parte del Consejo General de Universidades (órgano estatal) y el permiso para su implantación por parte, de nuevo, del Ejecutivo andaluz. Cuando la institución jesuita lo solicitó estaba en vigor el real decreto 1393/2007, pero a consecuencia de los decretos aprobados durante la primera legislatura de Pedro Sánchez al frente del Gobierno de España, se añadieron los requisitos señalados por el rector de la US en una nueva normativa.

Las universidades de Almería y Jaén comenzaron a impartir Medicina en octubre de 2022, más de un año antes que la Loyola. Lo hicieron sin necesidad de que se publicara la aprobación de la Junta en el BOE, al entenderse que su tramitación comenzó antes del decreto más reciente, un criterio que ahora también le sirve a la institución jesuita para empezar las clases de Medicina este miércoles.