El primer día de los 'bolis caídos' acaba con sólo 23 multas de tráfico
Hasta la semana pasada se imponían unas 500 denuncias diarias. El Gobierno no autoriza las protestas en el recinto ferial.
El primer día de la huelga de bolis caídos de los policías locales se saldó con sólo 23 multas de tráfico y tres vehículos retirados por la grúa municipal. Entre las 23 denuncias impuestas el miércoles, una fue por un exceso de velocidad detectado por el radar móvil de la Policía Local. Hasta la semana pasada, cada día se denunciaban en Sevilla capital una media de 500 vehículos.
En cuanto a la grúa, el depósito municipal recaudaba cada jornada una media de entre 6.000 y 8.000 euros, sólo en concepto de impuestos por la retirada del coche de los almacenes. El miércoles, con sólo tres turismos retirados, esa cantidad no alcanzó ni los 500 euros.
Con estas cifras, difícilmente llegará el Ayuntamiento a cumplir las previsiones de ingresos que fueron aprobadas por la junta de gobierno el pasado Viernes de Dolores, que cifraban en 25,2 millones de euros la cantidad que debía entrar en las arcas municipales sólo en concepto de multas de tráfico. A esta cifra hay que añadirle otro 1,2 millones por infracciones a las ordenanzas de prostitución y gorrillas y a la ley antibotellón.
La huelga de bolis caídos se inició el miércoles en protesta por el impago de los atrasos derivados del cambio de categoría de los funcionarios, una deuda pendiente desde el año 2003 y que el alcalde, Juan Ignacio Zoido, se comprometió a pagar a los agentes. La última propuesta que el Consistorio ofreció a los agentes fue pagarles una productividad en función de objetivos, que el Ayuntamiento no desveló pero precisó que no estaban relacionados con la cantidad de multas que los policías impusieran.
El Sindicato Profesional de Policías Municipales de España (Sppme) en Sevilla rechazó esta oferta al entender que se estaría incentivando a los agentes en función de la recaudación y siguió adelante con las movilizaciones acordadas en una asamblea celebrada el martes. Entre esas medidas de presión se encuentran una serie de manifestaciones, la primera para el día 20 ante el Ayuntamiento, y otras ante la caseta municipal entre el martes y el viernes de Feria. Justo el día que se conocieron las protestas, el alcalde anunció que se suprimirían las recepciones en solidaridad con los sevillanos afectados por la crisis.
La Subdelegación del Gobierno en Sevilla no ha autorizado estas últimas concentraciones en el recinto ferial bajo el argumento de que podrían entorpecer el discurrir de las personas, caballos y carruajes por la Feria y causar por tanto un problema de seguridad.
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