PP y Vox sellan un pacto para desbloquear los proyectos enquistados

Casi ocho meses después de que saltase por los aires el acuerdo para que Vox entrase a formar parte del gobierno municipal después de las elecciones europeas tras desvelarlo este periódico y la posterior llamada desde San Telmo, José Luis Sanz y Cristina Peláez sellan ahora un pacto para desbloquear este año algunos proyectos importantes y enquistados desde la llegada de los populares a la Alcaldía de Sevilla. No se trata de un acuerdo de estabilidad ni de la entrada de los concejales de la formación de Abascal en el equipo de gobierno. Vox seguirá ejerciendo su labor de oposición en el resto de asuntos de ciudad.

Las negociaciones para sacar adelante el llamado pacto Para Transformar Sevilla han sido difíciles. Según pudo conocer este periódico, en el documento final que será presentado hoy aparecen, entre otros proyectos, el desbloqueo del futuro barrio portuario y la recalificación del Canal de la Expo para construir oficinas y hoteles. Ambas formaciones también se han comprometido a impulsar la transformación de la Ronda Urbana Norte y el incremento de la plantilla de la Policía Local.

Tanto el gobierno popular como la formación de Santiago Abascal entienden que el principal objetivo del pacto es reactivar la economía de la ciudad. “Sevilla no termina de funcionar”, sostienen desde dentro de la Casa Consistorial. “Por fin vamos a sacar de la parálisis permanente en la que estaba instalada Sevilla”, declaró ayer el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, que quiso trasladar desde el Parlamento de Andalucía “a los españoles, a los trabajadores, a los empresarios, a toda la gente de Sevilla”, el mensaje de que, “cuando está Vox, con sus ideas, con ese impulso de querer facilitar la vida a los trabajadores, facilitar la vida a las familias, generar mayor impulso económico, dinámico y social en la ciudad, pues la cosa va mejor”. Sus palabras fueron en referencia a la negociación de las cuentas de la ciudad para este año, que siguen su curso y se le dará oficialidad en los próximos días.

Este pacto entre PP y Vox tiene fecha de caducidad, ya que su cumplimiento al completo se ha fijado para antes de que llegue el 2026. Para ello, el documento estará sometido a una permanente revisión. Hace ya unos meses que la formación de Abascal apostó por dejar su sello a cambio de apoyar al gobierno en temas cruciales para el funcionamiento de la ciudad en vez de formar parte del equipo. Garriga celebró que “parece” que en “el Partido Popular de Sevilla sí han entendido” que se puede pactar con Vox, “algo que parece” que el presidente de la Junta de Andalucía y del PP-A, Juanma Moreno, “no acaba de entender o no quiere entender”.

Tras verse obligado a cambiar la hoja de ruta a última hora tras las conversaciones con Juanma Moreno, Sanz optó por someterse a una cuestión de confianza para aprobar las cuentas del año pasado. Esta herramienta permitió al primer edil contar por la fuerza con un Presupuesto con su sello para desarrollar muchas de sus políticas, pero no le permitía desbloquear temas claves en su gestión como la elaboración de un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) o modificar el uso de los suelos de Tablada para compatibilizar las viviendas con las zonas verdes. Estos y otros asuntos ha intentado negociar el alcalde sin suerte con la oposición. Ahora se abre un nuevo horizonte.

El canal de la Expo es uno de ellos. Ya el pasado junio, los empresarios instaron a los diferentes grupos políticos a alcanzar un acuerdo para impulsar la recuperación de esa zona de la Isla de la Cartuja tras rechazar tanto el PSOE como Vox el convenio urbanístico cerrado entre la Junta y el gobierno municipal en el que se modifica el uso de actividades productivas y servicios avanzados (empresas tecnológicas) a terciario y usos compatibles (comercio, oficinas, hotelero y aparcamiento, entre otros). El cambio permitirá levantar edificios que colmaten la demanda de espacio que hay en la Isla de la Cartuja. Ese acuerdo incluye la cesión a la ciudad de los Jardines del Guadalquivir, cuyo adecentamiento asumirá el Ayuntamiento a cambio de dos inmuebles.

La CES argumentó que el PCT Cartuja ha agotado su capacidad de espacio disponible y requiere áreas adicionales para nuevos proyectos empresariales tecnológicos y centros de investigación. Los empresarios agregaron que las más de 30.000 personas que acuden diariamente al parque para trabajar o estudiar demandan servicios adecuados, “al igual que los usuarios del PCT Cartuja que disfrutan de su oferta cultural fuera del horario laboral”.

El otro asunto espinoso que quedará desbloqueado con el pacto entre PP y Vox es el barrio portuario. La Autoridad Portuaria recurrió a la Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía, conocida como la Lista, para sacar adelante la modificación puntual del plan especial del Puerto de Sevilla que afecta al suelo del nuevo distrito urbano portuario, comprendido entre los puentes de las Delicias y del Centenario. La fórmula escogida sortea al Pleno municipal, que ya el pasado marzo frenó la necesaria modificación parcial del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para levantar el barrio portuario argumentando los partidos de la oposición “la falta de consenso con los vecinos”. Ese entuerto aún no ha sido resuelto. Ahora le toca al gobierno darle el impulso definitivo al polémico proyecto.