La Posada del Duque, un rincón donde Sevilla se saborea en cada bocado

Sevilla

Ensalada mezclum, con aguacate, daditos de manzana, tomate cherry, queso de cabra y nueces, con vinagreta de miel.
Ensalada mezclum, con aguacate, daditos de manzana, tomate cherry, queso de cabra y nueces, con vinagreta de miel.

20 de marzo 2025 - 05:00

En Sevilla Este, cerca del Palacio de Congresos, concretameente en C. Administrador Gutierrez Anaya, 8, encontramos La Posada del Duque, un restaurante que destaca por combinar productos tradicionales con un toque actual, sin perder nunca de vista el sabor auténtico y la calidad de sus ingredientes. La propuesta de este local está pensada para satisfacer distintos gustos y ocasiones, ya sea una comida informal, una cena especial o simplemente disfrutar de unas tapas bien elaboradas.

Para empezar, la carta ofrece clásicos imprescindibles como el Jamón Ibérico de la Sierra o el queso puro de oveja, que se sirve bañado en aceite y acompañado con nueces. Estos sabores intensos nos preparan perfectamente el paladar para lo que sigue. Destaca especialmente la Tabla Ibérica, ideal para compartir, con una combinación equilibrada de jamón, lomo, queso, salchichón y chorizo.

Entre los entrantes más originales se encuentra la ensalada K-Brona. Fresca y con un punto dulce aportado por la manzana y la vinagreta de miel, el aguacate y el queso de cabra aportan una textura cremosa que contrasta perfectamente con el crujiente de las nueces. Otra opción ligera, ideal para días calurosos, es el tomate con burrata y pesto, que presenta sabores mediterráneos en su versión más fresca y genuina.

La Posada del Duque no olvida sus raíces andaluzas, reflejadas claramente en platos como el salmorejo cordobés, una receta tradicional bien ejecutada, cremosa y perfectamente complementada con jamón picado, huevo cocido y picatostes. Si prefieres algo más atrevido, no puedes perderte la ensaladilla de gambas al ajillo; sorprende la suavidad de la mayonesa y el toque diferente que aportan el huevo plancha y la crujiente regañá con pimentón.

La sección “Para abrir boca” propone varias creaciones destacadas por su creatividad y presentación, como los buñuelos wakame, de gambas cristal acompañados de salsa de remolacha, que combinan el toque marino con una textura original. Otra opción llamativa son las alcachofas con foie de pato, donde la sencillez del producto se realza con el foie y las virutas de jamón ibérico.

Uno de los platos estrella que sin duda merece atención es el pan pita con carrillada: tierno, jugoso y con una mezcla excepcional de sabores gracias a la crema de boletus, el queso de cabra fundido y el toque refrescante del aderezo de yogur. Los amantes de las croquetas encontrarán un verdadero acierto en las de boletus, sorprendentemente enriquecidas por la vinagreta de naranja.

En cuanto a los productos del mar, destacan las albóndigas de choco, una reinterpretación muy bien conseguida de un clásico marinero, servidas con una salsa marinera que realza su sabor sin restar protagonismo al producto. Otro acierto es el carpaccio de atún, delicado y bien equilibrado, que se complementa perfectamente con el toque del caviaroli de soja.

Para quienes prefieren la carne, la oferta es extensa y acertada. Desde el cochinillo confitado hasta el imponente chuletón de ternera con 35 días de maduración, pasando por clásicos bien interpretados como el cachopo relleno de jamón serrano y cuatro quesos. Sobresalen especialmente la presa y la pluma ibérica a la brasa, preparadas con mimo y un punto exacto de cocción que mantiene intacto el sabor intenso de esta exquisita carne tan característica.

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