El portavoz de Ciudadanos, Javier Millán, cesó a una secretaria a la semana de dar a luz

La trabajadora de la Diputación fue despedida el 10 de abril de 2017, cuando llevaba de baja médica desde febrero por un embarazo de alto riesgo y había parido el 4 de abril. Millán revocó la orden tras ser presionado por la propia Diputación y la familia de la trabajadora

El portavoz de Ciudadanos en la Diputación, Javier Millán.
El portavoz de Ciudadanos en la Diputación, Javier Millán. / Juan Carlos Vázquez

Sevilla/El portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Sevilla y en la Diputación Provincial, Javier Millán, no tuvo reparo alguno en cesar a la administrativa que hacía las labores de secretaria en el grupo político de Ciudadanos en el organismo provincial, pese a que sólo hacía una semana que había dado a luz a un hijo y pese a que llevaba desde febrero de baja médica por tratarse de un caso de embarazo de alto riesgo.

Millán registró la instrucción de cese directo de la trabajadora en la Secretaría General de la Diputación Provincial, donde el escrito –con el logo del partido Ciudadanos y el de la Diputación– fue sellado el 10 de abril de 2017. La trabajadora había dado a luz el 4 de abril, justo una semana antes. Millán precisó en el escrito, al que ha tenido acceso este periódico, que el cese debía surtir efecto el día 11 de abril, e incluso proponía la sustituta para el puesto, por lo que queda probada la celeridad con la que pretendía despedir a una trabajadora para su sustitución exprés por otra.

Fuentes relacionadas con la tramitación de esta orden de cese precisaron a este periódico que se tenía constancia de la maniobra de Millán desde el 5 de abril, un día después de que la trabajadora diera a luz, por lo que se produjeron las lógicas manifestaciones de repulsa en el ámbito privado.

Millán, como se ha reflejado, registró el cese el día 10. Fueron responsables de la propia Diputación y miembros de la familia de la trabajadora afectada quienes hicieron ver al portavoz de Ciudadanos que semejante decisión era “insólita”, calificada incluso como una “barbaridad” que acabaría irremediablemente denunciada en los tribunales por diferentes actores. Días después, Millán tuvo que registrar un escrito de revocación del cese en el área del empleado público de la Diputación, tal como han confirmado fuentes oficiales del organismo provincial.

La trabajadora perdía muchos derechos al ser cesada, desde el seguro médico de la Diputación a ciertas ventajas que ofrece el convenio colectivo para el personal laboral de una institución que incluye en su convenio colectivo medidas para la promoción de la maternidad y para la flexibilidad en los horarios que posibiliten la conciliación de la vida laboral y familiar.

Aquellos días de fuerte convulsión en el grupo de Ciudadanos y en el propio área competente de la Diputación, familiares de la afectada y responsables de la institución hicieron ver a Millán que debía ser consciente de las consecuencias que tenía el despido para esta trabajadora, un alcance que no debía serle ajeno, dada su condición de jefe de servicio del Sercla, un departamento que pertenece al Consejo Andaluz de Relaciones Laborales de la Consejería de Empleo.

Fuentes relacionadas con el caso precisaron a este periódico que Millán sólo acertaba a explicar en privado que necesitaba cubrir el puesto vacante con otra secretaria y que había prometido a la trabajadora el retorno a su puesto tras la baja por maternidad, así como que había esperado a que diera a luz para, supuestamente, no perjudicarle.

Millán ofrece una versión de los hechos en los que sorprendentemente niega que existiera ánimo de despedir a la trabajadora, pese a que la orden firmada por él se registró en la Secretaría General y pese a que esa orden llevaba incluida la propuesta de una nueva contratación.

El cese de la secretaria –finalmente revocado– se produjo en un contexto de alta tensión en el partido de Ciudadanos, donde Millán ya había perdido la consideración de los principales dirigentes de Ciudadanos, evidenciada cuando en la Asamblea Nacional de Cs –celebrada en el mes de febrero de 2017 en Coslada (Madrid)– fue excluido del consejo general del partido, pese a ser doble portavoz (Ayuntamiento y Diputación Provincial) de Ciudadanos en Sevilla.

Ese mismo año resultó esquivo para Millán, cuando fue grabado en conversaciones en las que calificaba a su propio partido de “una pandilla de amigos y amigas”. Así de contundente se mostró en una grabación de mediados de 2017. En el audio, Javier Millán conversaba con un cargo público de Cs en Sevilla, con quien comentaba sus problema con la diputada por Sevilla Virginia Salmerón y esposa del secretario de organización, Fran Hervías, a quien aludió de forma despectiva. En uno de los audios, de los que informó este periódico, Millán llegó a afirmar que Juan Marín –al que se refiere como “Sanlúcar” o “Manzanilla”– “está acojonado” con los mandos del partido en Madrid, a los que acusó de imponer un estilo de gobierno “tiránico”.

Javier Millán ha sido orillado por la organización de su partido en la reciente campana electoral andaluza, donde si bien se le ha asignado su sitio como portavoz del Ayuntamiento y la Diputación, se le ha mantenido un perfil plano, con escasa o nula proyección de su figura en fotografías y vídeos junto a los principales líderes: Albert Rivera, Inés Arrimadas y Juan Marín.

La versión de Millán

“Hace dos años, encomendé al entonces asesor del grupo, Juan José Jurado, que se informara sobre los trámites oportunos para sustituir a Ana María Márquez durante los meses que ésta iba a estar en situación de baja, en aras de cubrir las necesidades del Grupo en su ausencia. En ningún caso se formalizó cese alguno de esta persona, trabajadora eventual del Grupo, pues en el momento en que tuve conocimiento, a través del responsable de Recursos Humanos de Diputación, de la imposibilidad de sustituir a eventuales por estar topado su número y que dicha sustitución pudiera acarrearle algún tipo de perjuicio, di instrucciones al referido asesor para que desistiera de dicho procedimiento, razón por la cual no se cubrió el puesto mientras estuvo de baja. Es inverosímil y falto de rigor el interpretar un ánimo de despedir a esta persona, dado que a día de hoy, dos años después del feliz nacimiento de su primer hijo, continúa prestando sus servicios con nosotros con total normalidad, encontrándose en estos momentos a la espera de su segundo vástago. Estamos ante una nueva maniobra de difamación orquestada desde el resentimiento de quien fue expulsado de Cs por comportamientos inapropiados. No hay caso”.

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