"A estos seis policías los han hundido moral y personalmente"
Distrito Macarena
El entorno de los agentes investigados ha querido hacer pública la situación que han vivido durante los casi tres años que han pasado suspendidos de empleo y sueldo
Se sienten estigmatizados, desmoralizados y hundidos tras pasar casi tres años suspendidos de empleo y sueldo por una denuncia que consideran que fue un montaje. Tuvieron que pedir créditos bancario, ayuda económica a sus familiares, ampliar las hipotecas de sus viviendas, vender sus coches... Ningún mando les apoyó en todo este tiempo. Hoy, cuando se ha conocido que unas nuevas imágenes extraídas por la Policía Científica han dado un vuelco al caso, fuentes del entorno de los seis policías nacionales del distrito Macarena investigados han querido hacer pública la situación por la que han pasado, y en la que aún continúan inmersos.
Los agentes, que pertenecían al Grupo 3º del Grupo Operativo de Respuesta de la comisaría del distrito, continúan imputados por varios delitos, a la espera de que el juzgado de Instrucción número 1 de Sevilla tome una decisión tras la entrega de los seis fotogramas en los que aparece una mujer no identificada guardándose fajos de billetes en el pecho. El caso ha permanecido casi tres años estancado, sin que pudiera verse el vídeo completo de toda la noche (y no sólo una parte editada) como pedían los agentes desde el principio.
"Este grupo de policías ha vivido una difícil y compleja situación de casi 3 años suspensión, sufrida a raíz de la denuncia falsa montada por una red de contrabandistas en el verano de 2015. Durante ese periodo han sido estigmatizados por el estamento policial y la sociedad en general. Todos hemos podido comprobar la profesionalidad de las unidades de asuntos internos, que han montado una acusación en base a los datos aportados sólo y exclusivamente por los delincuentes, sin creer en ellos ni un segundo, buscando aumentar sus estadísticas. No encontraron ni un solo apoyo en sus mandos, compañeros o la mayoría del personal sindical", apuntan las fuentes próximas a estos agentes.
"Los hundieron moral y personalmente, se los ha pre-castigado sin juicio alguno, recortando sus salarios a unos escasos 600 euros, se ha pasado por alto la presunción de inocencia que todo español debe tener con arreglo a la Constitución, han obviado las constantes contradicciones de los delincuentes y súplicas de este grupo de servidores públicos", añaden las mismas fuentes.
El entorno de los agentes insiste en el daño causado: "La lucha contra la incipiente corrupción se ha querido justificar con su ejemplar castigo, fueron insultados, sus carreras profesionales destrozadas y paralizadas para nunca más remontar, el sostenimiento de seis familias se puso en peligro sin miramiento alguno".
A los agentes se les impusieron órdenes de alejamiento de los delincuentes, que desde entonces,"protegidos por esa orden y el evidente miedo de los policías de la zona, se convirtieron en intocables, aumentando sus actividades de contrabando de tabaco de manera exponencial mientras los policías se hundían en la miseria en la que fácilmente los dejaron, con sólo presentar un trozo de un vídeo manipulado".
Un vídeo editado
Las fuentes consultadas por este periódico lamentan que nadie se haya preguntado por "el extraño inicio de esta denuncia, cuando la delincuente llama a un amigo suyo, inspector de policía". Nadie "se ha preguntado por qué el vídeo está sesgado y se corta en el minuto 29, ni uno más ni uno menos".
"Nadie los ha escuchado cuando explicaban que simplemente se trataba de una banda mafiosa queriendo quitase de encima al Grupo 3, el grupo de policías más activo contra la delincuencia de Sevilla. Ellos siempre abogaron por la teoría del montaje con el ánimo de quitarse del medio a los policías que les eran incómodos para su millonario negocio", asegura su entorno.
Estas fuentes critican que finalmente los delincuentes "consiguieran" sus propósitos, "sin violencia, ni armas… sólo acudiendo a la Justicia española, que ha contribuido con este caso al mantenimiento su vergonzoso estigma clásico sobre la justicia en este país". Lo hicieron, critican también, "dejándose llevar por la presión de la prensa más sensacionalista que vendió la noticia como un caso claro de corrupción". Al entorno de los seis policías también le "impresionó la facilidad con que la Fiscalía dio credibilidad".
"En adelante no volverán a ser ni la sombra de los policías que eran. Se han encargado de ellos unos delincuentes que no esperarían llegar tan lejos en su mentira. Pero que fueron atendidos y protegidos por la Policía, por la unidad de Asuntos Internos, y la Justicia", apuntan las mismas fuentes, que creen que el caso debe ser "estudiado como un fallo garrafal en la Justicia española, que demuestra lo vulnerable que es, anteponiendo la palabra de delincuentes con varios antecedentes graves, a la de seis policías que perseguían el narcotráfico y el contrabando".
Diversas personas relacionadas con el Cuerpo Nacional de Policía en Sevilla aseguraron a este periódico que "sienten vergüenza" por la actuación de esta fuerza de seguridad y por el hecho de que "unos policías puedan ser vapuleados por la simple palabra de los delincuentes", alimentada con los "rumores publicados" por determinados medios de comunicación.
La ausencia de estos agentes de las calles se ha notado en el distrito, especialmente en el Polígono Norte, cuyos vecinos han reclamado su vuelta, "ante la desesperada situación de venta y consumo de drogas que ha experimentado la barriada desde el retiro forzoso" de los policías.
No es la primera vez que policías que destacaron especialmente por sus intervenciones han sido investigados por Asuntos Internos y suspendidos de empleo y sueldo durante un tiempo prolongado. La mayoría de estos agentes terminaron fuera del cuerpo.
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