Policías locales de Sevilla recuerdan que están obligados a perseguir a los manteros
El sindicato Sppme aclara la diferencia entre la venta ambulante y la venta de productos falsificados, que es un delito
Los senegaleses piden una investigación sobre la muerte del vendedor
El sindicato mayoritario en la Policía Local de Sevilla, el Sppme, recordó este viernes que los agentes municipales están obligados a perseguir a los manteros, ya que ejercen una actividad ilegal. "Hay que distinguir entre venta ambulante y venta de productos falsificados. En el primer caso, la venta ambulante está regulada en las ordenanzas municipales y existe la posibilidad de que se haga legalmente, de forma controlada y en lugares habilitados. La venta de productos falsificados es una actividad ilícita tipificada en el Código Penal en los artículos 273 y 274, no tiene nada que ver con la venta ambulante, y en ningún caso se puede regular o habilitar, ya que se trata de un delito y que conlleva una condena penal impuesta por la Justicia", explica la organización en un comunicado.
"Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad están obligadas a la persecución de los delitos, siendo responsables penales en caso de no realizar las funciones necesarias para evitar su comisión. Por consiguiente, no se debe igualar la venta ambulante a la venta de productos falsificados, y tampoco se debe criminalizar actuaciones policiales que están encaminadas a evitar, perseguir o investigar hechos delictivos", insisten los agentes.
El sindicato recuerda que la Policía Local de Sevilla nunca ha tenido condena alguna por racismo, pese a las miles a actuaciones que ha llevado a cabo, "con lo cual se difama intencionadamente cuando existen declaraciones de este tipo", en referencia a las críticas vertidas por distintos colectivos tras la muerte del mantero Mahmoud Bakhoum la tarde del 29 de diciembre en el río Guadalquivir, cuando huía de la Policía.
"Lo preocupante no es que lo hagan personas amigas o familiares de un fallecido, lo importante y preocupante es que lo hagan dirigentes políticos que ni saben cómo se actúa en la ciudad de Sevilla y que lo hagan con el único fin de alentar una comunidad ciudadana para su rédito político", concluye el sindicato, que explica que emite este comunicado en respuesta a las "últimas desinformaciones intencionadas o de la denominada máquina del fango, con respecto al fallecimiento de un ciudadano senegalés" en Sevilla.
Bakhoum, de 43 años, falleció el 29 de diciembre ahogado en el Guadalquivir, cuando huía de la Policía Local. Llevaba un hatillo con 34 camisetas falsas de equipos de fútbol que había estado vendiendo en la Avenida de la Constitución. La tarde de ayer, decenas de senegaleses, apoyados por una treinta de colectivos, exigieron públicamente una investigación imparcial y justa sobre esta muerte, al igual que se deje de perseguir la venta ambulante ilegal.
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