Los policías que inspeccionan los pisos turísticos en Sevilla son pocos y están desbordados

Sólo hay dos agentes especializados en esta materia y están formando al resto, aunque el Ayuntamiento pretende ampliar el grupo a largo plazo

Ya en alguna ocasión Emasesa ha cortado el agua por orden de Urbanismo a viviendas que alquilaban a turistas de forma ilegal

La medida drástica anunciada por el alcalde levanta dudas legales

La venta ambulante es uno de los cometidos de vigilancia de la Policía Turística.
La venta ambulante es uno de los cometidos de vigilancia de la Policía Turística. / Francisco J. Olmo / EP

Los policíales locales que se dedican a inspeccionar los pisos turísticos en Sevilla son muy pocos y están desbordados por la enorme cantidad de trabajo que soportan. No sólo se dedican en exclusiva a la inspección de pisos, sino que compaginan estas funciones con otras propias de la unidad en la que se encuentran, la Policía Turística, antes llamada Grupo Giralda. Este departamento de la Policía Local está actualmente formado por veinte agentes (dos oficiales y 18 policías). Hay seis de baja.

En la práctica, son sólo dos los policías especializados en la inspección de apartamentos turísticos en el centro y otras zonas de la ciudad. Estos dos agentes llevan aproximadamente tres años formando al resto de compañeros en esta materia, pero se trata de un trabajo muy especializado y complejo, puesto que en la materia hay varias administraciones implicadas. Trabajan con otros organismos como la Consejería de Turismo de la Junta, la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla, la Agencia Tributaria, la Seguridad Social y la Hacienda local.

Llevan años avisando de que el volumen de trabajo les supera, pues además de la inspección de viviendas turísticas se encargan también del control de otros alojamientos, como hoteles o apartamentos, guías de turismo, agencias de viajes, transportes para turistas, oficinas y puntos de información, entre otros servicios. No todos los policías de la unidad están formados para realizar este trabajo, ya que el grupo tiene también otros cometidos propios del trabajo policial, como la vigilancia de la zona monumental o la lucha contra los carteristas en puntos calientes como la Plaza de España o el entorno de la Catedral y el barrio de Santa Cruz. También tienen entre sus funciones los controles de los coches de caballos, de la venta ambulante y el cumplimiento de las ordenanzas municipales.

La medida que ha anunciado el alcalde, José Luis Sanz, de cortar el agua a los pisos turísticos ilegales, ya se ha aplicado en alguna ocasión en la capital andaluza, aseguran fuentes de la Policía Local consultadas por este periódico. En todos los casos, el suministro de agua lo ha cortado Emasesa por orden de la Gerencia de Urbanismo, después de que los propietarios de estas viviendas llevaran meses desobedeciendo la orden de cese de la actividad económica. La Policía los había denunciado previamente y el Ayuntamiento les había comunicado el cese, pero habían seguido alquilando. Los cortes se llevaron a cabo única y exclusivamente cuando no había inquilinos que pudieran salir perjudicados.

Al margen del debate jurídico sobre la legalidad de la medida, la cuestión es que, con tan pocos policías destinados a este asunto, en la práctica es difícil llegar al número de inspecciones necesarias para que haya un control efectivo sobre el ingente volumen de viviendas turísticas que hay en Sevilla. Consciente de esta necesidad de personal, la Jefatura ha diseñado un plan para potenciar la Policía Turística, que se ha incluido en la nueva propuesta de Relación de Puestos de Trabajo (RPT) elaborada por el intendente jefe del cuerpo, Antonio Luis Moreno. Pero se trata de un proceso a largo plazo, que requiere de una enorme inversión para poder crear nuevas plazas año tras año. De hecho, el propio jefe asegura en el documento que es un plan a diez años.

En dicho proyecto, la Policía Turística perdería su dependencia del distrito Centro y se revisaría y mantendría la actual unidad, así como la de aeropuerto y estaciones, "para conseguir un servicio integral y más acorde con la realidad de los entornos históricos y monumentales de la ciudad". "Al grupo que ya viene actuando de paisano en la protección de vecinos, comerciantes y turistas se sumaría un dispositivo uniformado, con competencias y formación en idiomas y conocimientos de los monumntos e historia de Sevilla, además de dar protección en las llegadas y salidas por el aeropuerto y las estaciones de ferrocarril y autobuses, con sinergia en los indicativos de paisano", apunta el proyecto de RPT, al que ha tenido acceso este periódico. Además, se incorporaría un control efectivo de edificios y transportes que tengan vinculación directa con el turismo

La Unidad Turística se ampliaría y se dividiría en tres subgrupos, dirigidos por un inspector como mando director. Uno sería el Grupo Giralda, que contaría con un subinspector, tres oficiales y 21 policías, que mantendría las funciones de la actualidad. El segundo subgrupo sería el de Inspección Turística, encargado del control de todas las actividades de vinculación directa con el turismo (hoteles, apartamentos, taxis, VTC...), así como el control y la vigilancia del aeropuerto y estaciones de tren. Su dotación sería de un subinspector, dos oficiales y diez policías. El tercer subgrupo sería el de Asistencia Turística, que se centraría en dar cobertura, en zonas monumentales o de especial interés turístico, a las necesidades de asistencia urgente o de información a los ciudadanos y turistas, ya sea prestando auxilio o simple información. Su dotación sería de cuatro oficiales y diez policías. Además, toda la unidad contaría con dos policías en segunda actividad para dar salida al papeleo y la gestión administrativa de la misma.

Durante el año 2023, según indicaron fuentes municipales, la Policía Turística hizo más de 7.500 horas de vigilancia en las zonas turísticas, recibió más de 2.200 llamadas telefónicas y cubrió más de 4.700 servicios. Los agentes de este grupo controlaron 160 vehículos, inspeccionaron 354 establecimientos y 272 actividades en la vía pública, intervinieron 3.400 vehículos, levantaron 450 denuncias por diversas infracciones, requisaron siete armas y remitieron a los juzgados 102 atestados. Hicieron 26 detenidos.

En cuanto a su papel en los pisos turísticos, añadieron las fuentes, en un primer momento realizan un barrido por la red de los distintos anuncios ofreciendo alojamientos turísticos, con el fin de conocer si éstos se encuentran o no registrados. A partir del mes de septiembre, harán una serie de inspecciones por sectores. Con ello se pretende conseguir "un efecto dominó, en virtud del cual una gran parte de propietarios de este tipo de alojamientos se cuidará de realizar cualquier tipo de anuncios que publiciten ofertas de alojamientos turísticos prohibidos", tratando de conseguir en definitiva una disminución de este tipo de actividades ilegales en el conjunto de la ciudad.

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