La Policía dice que el guía turístico sevillano emborrachaba a sus víctimas para violarlas

Las agentes que investigaron a Manuel B. V. destacan que solía "crear un clima de confianza" a base de alcohol

Las chicas que contrataban los viajes con su agencia eran muy jóvenes, "casi niñas"

Arranca el juicio en la Audiencia Nacional

La Fiscalía le pide nueve años de cárcel y la acusación particular eleva la petición a 23

Manuel Gerardo B. V., durante la sesión de este lunes.
Manuel Gerardo B. V., durante la sesión de este lunes. / Mariscal / EFE

El guía turístico sevillano Manuel Gerardo B. V. creaba un "clima de confianza" a base de alcohol, para luego tratar de abusar de jóvenes estudiantes estadounidenses. "Se encargaba de que no les faltara una copa de lo que fuera". Así lo han declarado este lunes varias policías nacionales que investigaron el caso contra este hombre, al que la Fiscalía pide nueve años de cárcel por violar presuntamente a una chica y abusar de otras dos. Los hechos ocurrieron en sendos viajes de su empresa, Discover Excursions, a Marruecos y a Portugal. La acusación particular, que representa a las tres víctimas, eleva la petición hasta los 23 años de cárcel.

El juicio ha comenzado este lunes en la Audiencia Nacional, desde donde se ha podido seguir vía streaming. El acusado ha pedido declarar al final, por lo que la vista se ha iniciado con la lectura de los escritos de acusación y con los testimonios de las policías nacionales que investigaron el caso. Son agentes de la Unidad de Familia y Atención a la Mujer (UFAM), que llegaron a este asunto a raíz de una denuncia presentada por una de las víctimas, Gabrielle V., a través del Consulado español en Miami y con la colaboración de la Embajada de EEUU en España.

Las policías coincidieron en que los perfiles de las víctimas de este caso son muy similares: estudiantes norteamericanas, muy jóvenes ("casi niñas", llegó a decir una de las responsables del operativo), que cursaban un semestre de estudios en España y que buscaban viajes muy baratos a destinos cercanos como Marruecos o Portugal. Manuel Gerardo B. V. era el administrador único de una sociedad que gestionaba su agencia de viajes, especializada en este tipo de trayectos. Pero no sólo era el empresario que organizaba los viajes, sino que participaba en ellos activamente.

Una de las policías se refirió al atestado ampliatorio en el que plasmó estas conclusiones. "Era un turismo barato, en el que se fomentaban salidas y se abusaba del alcohol. Esta persona regentaba la agencia y no sólo facilitaba estos viajes, sino que estaba presente en los mismos y hacía como de líder con las chicas. Rondaban los 20 años y él tenía unos 30. Creaba un clima de confianza como responsable del viaje, y de alguna manera las agasajaba, las llevaba a sitios donde le conocían, zonas V o reservadas donde las invitaban a copas, se sentían halagadas y confiadas de que iban con alguien responsable. Ellas solían beber gratis".

Según el relato de esta agente, "una vez que ya estaban en el hotel, o en el apartamento del acusado, las chicas seguían consumiendo alcohol y ya empezaban con ciertos juegos de connotación sexual, proponiéndoles que se pusieran más cómodas, que siguieran bebiendo, la mayoría hablan de estados de semiinconsciencia, recuerdan flashbacks, abrían los ojos y veían a alguna amiga desnuda con esta persona encima, pero no tenían capacidad física de oponerse".

La funcionaria recordó la complexión física de las chicas jóvenes para destacar que no era "necesario que combinaran alcohol con alguna otra sustancia" para poder llegar al punto en el que se encontraron. "Basta con altas cantidades de alcohol. Algunas de ellas manifiestan que no entienden cómo llegaron a esta situación", incidió.

La Policía llegó a este caso a través de la denuncia de una de las víctimas, Gabrielle V., que cursaba estudios en la Universidad de Salamanca. Denunció haber sido violada por el acusado en un cuarto de baño de su hotel de Tánger, en el curso de un viaje que hizo con la agencia Discover Excursions a Marruecos en el año 2013. La Policía también recibió una denuncia de dos estudiantes americanas que estudiaban en Valencia, que aseguraron que el guía trató de mantenerlas encerradas en una habitación de un hotel de Lagos (Portugal) para tratar de tener relaciones sexuales con ellas.

Con estas dos premisas elaboraron un atestado tirando también de las redes sociales, donde había una gran cantidad de testimonios de jóvenes que decían haber sido víctimas de este tipo de agresiones o abusos. Gabrielle V. hizo públicos los hechos en sus redes y también participó en programas de televisión en EEUU, lo que generó una especie de reacción cadena o me too contra el guía sevillano.

"El caso nos llegó por el cónsul español en Miami, que puso en conocimiento de la Policía los hechos. Había muchas noticias en relación con estos hechos, mucha difusión en redes sociales, mujeres que contaban experiencias que habían tenido y que podían ser delito. Empezamos a investigar, intentamos contactar con algunas, nos costó porque no era fácil identificar a las personas por redes sociales, contactamos con la Embajada americana en España y pusimos los hechos en conocimiento de un juzgado", explicó una de las responsables de la investigación.

"Encontramos comentarios en redes sociales a raíz del testimonio de Gabrielle. Ella comentaba que había coincidido con otras jóvenes estudiantes y había comentado lo ocurrido y se dio cuenta de que había más mujeres que les pasó lo mismo. Que solían beber gratis, se encargaba él de pedirles las copas o lo que fuera, les facilitaba el camino", añadió esta agente. "Intentamos ampliar toda la información posible, había un gran movimiento a través de redes sociales que nos permitía ver las dimensiones de lo que estaba pasando", continuó su compañera.

"Fruto de la investigación llegamos a detectar una denuncia interpuesta en Valencia por parte de dos jóvenes americanas, que venían a relatar que en el transcurso de una fiesta en la que habían consumido alcohol habían sido acompañadas por el acusado y que éste había intentado agredirlas de alguna manera y mantenerlas en una habitación para tener relaciones sexuales, a lo que las chicas se opusieron, tuvieron un forcejeo, salieron y denunciaron los hechos una vez que llegaron a Valencia. Los hechos habían ocurrido fuera", dijo otra de las agentes sobre el caso ocurrido en Lagos.

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