Los poetas del 27 'vuelven'al Ateneo

LOS poetas del 27 han vuelto al Ateneo. No lo han hecho invitados por ningún torero o para recordar a un poeta en el tercer centenario de su muerte, mediaciones que entonces realizaron Ignacio Sánchez Mejías y Luis de Góngora, respectivamente, éste a título póstumo. Ahora han vuelto en un camión de mudanzas y de forma clandestina.

La mudá se realizó la mañana del lunes desde la sala San Hermenegildo, donde los poetas de la generación que revolucionó los cánones de la lírica en España permanecían enclaustrados desde hace años. En 1997, el Ayuntamiento que presidía Soledad Becerril organizó una ruta temática de la generación del 27.

Diseñaron escaparates con escenas de la época, el grupo La Tarasca organizó un pasacalles teatral y cada concejal de la corporación eligió un poema para recitarlo en una velada conmemorativa. La ruta del 27 se realizó desde la Puerta de Jerez, junto al palacio de Yanduri donde nació Vicente Aleixandre, hasta la Sociedad de Amigos del País en la calle Rioja. La sede del Ateneo estaba en Tetuán, pero no se pudo utilizar por estar llena de juguetes para la Cabalgata de enero de 1998.

La reunión de los poetas tuvo lugar en los últimos días de diciembre de 1927. Setenta años después, Alberto Jiménez-Becerril eligió un poema de Juan Sierra, vecino cronológico y estético de esa generación, del grupo Mediodía. El 5 de enero de 1998 salió la Cabalgata a las calles de Sevilla y el 30 de enero dos etarras asesinaron al concejal y a su esposa, Ascensión García Ortiz. En el recuerdo del edil asesinado, Lorca redivivo, pudo oírse de nuevo su voz recitando los versos del poeta del Tardón.

En esa recuperación de los poetas del 27, se diseñó una imagen silueteada y a tamaño natural de la famosa foto. Ese viaje a la inversa de los jándalos desde Alberti a Gerardo Diego que completaban de izquierda a derecha Federico García Lorca, Juan Chabás, Mauricio Bacarisse, José María Romero Martínez, Manuel Blasco Garzón (presidente del Ateneo), Jorge Guillén, José Bergamín y Dámaso Alonso.

Pedro J. González fue director de la sala San Hermenegildo y conocía el paradero de esa histórica silueta de artistas. Lo puso en conocimiento del presidente del Ateneo, que decidió recuperar la imagen y colocarla en un lugar digno de la institución. En 1997 el único superviviente de la foto era Rafael Alberti -murió en octubre de 1998- e intentaron sin éxito que viniera a Sevilla.

El regreso de los poetas del 27 al Ateneo coincide con el próximo cincuentenario de la muerte de Luis Cernuda, que no está en la foto. Tampoco figura Aleixandre, que celebró el cincuentenario de su ausencia ganando en 1977 el Nobel de Literatura.