El poeta que amaba los tebeos
Homenaje. El Ateneo de Sevilla reivindica hoy la memoria de José Luis Núñez, el poeta de Espartinas que murió con 36 años en 1980, quiso ser actor y fue finalista del Adonais
BELÉN era una niña de nueve años y medio que estudiaba en el colegio Rico Cejudo de Triana cuando le dijeron que su padre había muerto. Su hermano José Luis, el que lo hizo abuelo de dos nietos, apenas tenía dos años. Son los hijos de José Luis Núñez (1943-1980), una de las voces más auténticas de la poesía andaluza y española que murió el 7 de mayo de 1980. Tenía 36 años.
Siete lustros después, el Ateneo de Sevilla (20:00) rinde hoy homenaje a este poeta de Espartinas que fue finalista del Adonais y que figura en antologías de Leopoldo de Luis, su amigo Joaquín Márquez o la de Manuel Urbano de Nueva Poesía Andaluza (1963-1978), donde aparece por orden alfabético entre Juan Mena y Rafael Pérez Estrada.
A diferencia de su hermano, que era demasiado pequeño -"mi padre era un adelantado, era el único hombre del barrio al que veían paseando el carrito de mi hermano cuando era un bebé"-, Belén recuerda perfectamente al padre afable, sonriente, familiar, que organizaba tertulias literarias en su casa con los amigos poetas; que la llevaba a ella al fútbol, al cine. "A los toros no, porque no le gustaban, estaba contra los tópicos de Andalucía".
Su primer libro, Las fronteras del desertor, lo editó Peníscola en Barcelona, la misma ciudad a la que en un arrebato de juventud fue a probar fortuna como actor "pero no superó las pruebas de declamación". Se casó con Belén Montes, que a su muerte, además de criar a sus dos hijos pequeños, tomó las riendas de la colección de poesía Aldebarán que José Luis Núñez dirigía y cofundó.
La viuda del poeta alentó un premio de poesía con el nombre de su esposo hasta 1986. Su hija quiere recuperarlo y mantiene conversaciones con el Ayuntamiento de Espartinas, donde Núñez tiene una calle y da nombre a una biblioteca, y la editorial Renacimiento, donde ella ha publicado El resplandor de la lágrima. Belén, secretaria de dirección en paro, que estudia Gestión Administrativa, es también autora de los poemarios La música del sol y Este lugar del sueño además de figurar en la antología Letras Habladas editada por la Fundación Aparejadores.
José Luis Núñez trabajaba en Telefónica, era coleccionista de tebeos, género que cultivó por una convalecencia infantil y al que dedicó el poema Héroes de papel, y aficionado al flamenco. Tocaba la guitarra y la primera Bienal de Flamenco editó un libro con mineras y otras poesías, incluido un sublime soneto a la guitarra, "caja huera", "concha andaluza de una mano" donde ruge el viento "ante el serrallo, eunuco y vano". Dejó al morir el inédito titulado Al paso alegre de la paz.
A la muerte de su padre en mayo de 1980, Belén cambió el colegio por el instituto Vicente Aleixandre, el poeta sevillano que obtuvo el Nobel de Literatura en 1977. En ese instituto tuvo de profesor a José María Barrera, especialista en la Generación del 27. "Curiosamente, se me daba mejor la Historia que la Literatura", dice Belén. "Empecé a escribir de niña, en vida de mi padre, pero escribía teatro. La poesía no me gustaba. Ahora no puedo vivir sin ella".
Hoy la acompañará Juan Sebastián, amigo de la infancia de Núñez. Se conocieron cuando el poeta vivió en el Tiro de Línea. Este amigo llevará al Ateneo una grabación con la voz del poeta de Espartinas. Murió dos meses después del 28-F y publicó una trilogía poética sobre Andalucía: La larga sombra del eclipse, S.O.S. Sur y Dormido Paraíso. "Era un hombre de su tiempo. Denunció el analfabetismo, los índices de pobreza de Andalucía, el latifundismo de los terratenientes".
Hijo de José y Paulina, el poeta José Luis Núñez tiene tantos años después en su familia a los grandes valedores de su legado. Su hija Belén consiguió que pusieran una placa junto a la casa familiar de la calle Virgen de las Torres, "donde mi padre escribió la mayor parte de su obra". Después se mudaron a la barriada de la Dársena, en que fue alumna del instituto Vicente Aleixandre.
Además de finalista del Adonais, José Luis Núñez ganó el premio Guipúzcoa y fue finalista del Álamo Internacional. Cada uno de sus libros recibía muy buenas críticas de su amigo y maestro Rafael Laffón. Él también cultivó la crítica literaria. Era el mayor de tres hermanos e hizo la mili en Sevilla, Artillería 14.
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