Podemos pregunta qué va a recibir Vox en Sevilla a cambio del "trabajo sucio" por los pisos turísticos

La portavoz del grupo municipal de Podemos-IU en el Ayuntamiento de Sevilla, Susana Hornillo, ha lamentado este lunes el acuerdo alcanzado entre elgGobierno local del popular José Luis Sanz y Vox para el documento de aprobación definitiva de la limitación municipal a las viviendas turísticas. Hornillo ha avisado de que dicho pacto supone "una pésima noticia" porque permitirá hasta "23.000" viviendas de uso turístico más en Sevilla. "Vox le hace el trabajo sucio al PP", ha criticado. A ello ha añadido la interrogante de "qué va a recibir Vox a cambio".

Hornillo ha recordado que el propio alcalde manifestaba hace meses que en Sevilla "no cabe un piso turístico más", con lo que este norma, según ha considerado, va "en contra" de sus propias palabras y del "consenso social, que pide una suspensión temporal de las licencias".

El acuerdo entre el PP y Vox llega después de que en el pleno de junio no prosperase el documento definitivo de la regulación promovida por el gobierno local para limitar a un máximo del 10% por ciento sobre el total, el número de viviendas turísticas en cada uno de los 108 barrios de la ciudad. Votó en contra la oposición al completo, PSOE, Vox y Podemos-IU, al alegar, entre otros aspectos, la no inclusión de sus aportaciones, la demanda de una regulación más dura y una suspensión temporal de las autorizaciones de obras para pisos y apartamentos turísticos.

Una propuesta sin consenso

Ya en julio, el gobierno local en minoría del PP aportaba un nuevo documento que incorporaba a la regulación la revisión del número máximo de pisos turísticos en las zonas de "alto esfuerzo familiar" -donde se invierte más del 30% del sueldo en la vivienda-, en las zonas acústicamente saturadas y las patrimoniales; así como una revisión trimestral de los porcentajes de viviendas turísticas respecto a las residenciales.

Tras elevar el PP el documento por vía de urgencia al consejo de gobierno de la Gerencia de Urbanismo, PSOE, Vox y Podemos-IU se abstuvieron a la propuesta de debate urgente, que decayó al no contar con mayoría absoluta. Insistían en reclamar una norma más dura y la suspensión temporal de autorizaciones.