"No podemos hacer más en empleo y el sevillano lo entiende"
Juan Ignacio Zoido, alcalde de Sevilla
El alcalde asegura que lo mejor está por llegar en los dos próximos años: se encomendará a la iniciativa privada y sacrificará su protagonismo en beneficio de la ciudad.
El próximo martes se cumplen dos años justos de la llegada a la Alcaldía de Juan Ignacio Zoido. En el ecuador de su mandato, el alcalde lamenta que la crisis y las diferencias con una Junta de Andalucía de distinto color le impidan avanzar. Su estrategia ahora pasa por olvidar el pasado y sus "regalos envenenados" y rentabilizar la herencia recibida buscando la alianza de los inversores privados. Tras la entrevista en su despacho de la Plaza Nueva, por primera vez se atreve a posar en las setas de la Encarnación, a las que ha subido sólo en dos ocasiones anteriores, para cuestiones fugaces y obligadas.
-Hace un año pidió disculpas a los sevillanos que se sintieron defraudados en su primer año de gobierno. ¿Qué les dice hoy?
-Que lo mejor está por llegar. Y que hemos avanzado bastante en este último año.
-No parece ser ésa la sensación general. ¿No cree que hoy hay más defraudados?
-No. La gente es consciente de la situación que hemos heredado, de la dificultad económica y financiera y sabe que estamos haciendo un trabajo riguroso y serio.
-Ponga algún ejemplo.
-Hay muchos temas que estaban pendientes desde hace años, como las podas o el cuidado de los jardines y los colegios... y nos estamos volcando con estos temas que consideramos prioritarios.
-La ciudad está llena de baches.
-Vamos a hacer un plan especial a partir del verano. Hemos tenido un invierno durísimo que ha agudizado la mala situación de las calles, pero lo vamos a solucionar. Siento aún una gran confianza de los sevillanos.
-Muchos seguirán parándole por la calle para pedir otras mejoras y empleo, ¿no?
-Sí. Mi obsesión es ésa. Todas las políticas que estamos desarrollando desde el Ayuntamiento de manera transversal van encaminadas a poder crear empleo.
-¿Cómo?
-Generando oportunidades para que muchas empresas vengan a Sevilla a instalarse, por eso aplaudo que un empresario, sevillano de nacimiento, vaya a crear 500 puestos de trabajo en junio en Sevilla, en la Cartuja. Empresas como ésta [Konecta] son las que quiero atraer.
-¿Usted cree que la gente entiende realmente que el empleo no es competencia del alcalde?
-El ciudadano de a pie lo tiene clarísimo. Sabe que no somos competentes, pero aun así les explico que mi obsesión es crear empleo. Yo quiero que las políticas de la Junta de Andalucía vayan en el camino de preparar a los jóvenes para los puestos que va a demandar la sociedad hoy y en un futuro. Esa preparación, que corresponde a la Junta, es necesaria en barrios con un alto absentismo escolar.
-¿Y el Gobierno central?
-Con él estoy manteniendo conversaciones porque quiero firmar convenios al objeto de que podamos tener una mayor participación en la integración de los jóvenes en el mundo laboral.
-Pero el Ayuntamiento podrá hacer algo también, ¿no?
-Tenemos nuestra participación y un presupuesto reservado para completar esas políticas activas de las otras administraciones. Pero, por ejemplo, o la Junta empieza con el diseño de las escuelas taller y los talleres de empleo o nosotros no podemos hacerlo, porque no tenemos las competencias.
-Eso ha retrasado la puesta en marcha de dichos talleres. ¿No cree que los ciudadanos están hartos de la confrontación?
-Cuando tomé posesión como alcalde le brindé al presidente Griñán y a la oposición en el Ayuntamiento un Pacto por Sevilla, había unos ejes fundamentales que se deberían dejar al margen de la contienda política: empleo, modificación del PGOU -con luz y taquígrafos-, reforma de barrios como Los Pajaritos, el Polígono Sur, El Vacie-donde estamos trabajando de forma sigilosa-, y la atención a los necesitados.
-Pero no se ha cumplido.
-Es increíble que proyectos tan importantes como la Ciudad de la Justicia, de la que no estoy dispuesto a olvidarme, no salgan adelante.
-Dice el consejero Emilio de Llera que está esperando una cita para hablar del tema.
-Pues yo le he mandado ya una carta pidiéndole una reunión para diseñar juntos dónde, cómo y cuándo se puede hacer y que de una vez por todas, después de diez años de promesas, Sevilla tenga una Ciudad de la Justicia digna. Con esa obra, al mismo tiempo, generaríamos empleo. Y otra cosa, el dragado del río. Debemos de ser capaces de sacarlo adelante para que en Sevilla entren más barcos, preservando siempre el medio ambiente, el estuario y la ribera y garantizando agua para los arroceros, que es de los cultivos más rentables de España. Hay que seguir creciendo.
-Su éxito depende en gran parte de las otras administraciones.
-Pues sí. Pero si ellas no quieren, no colaboran, nosotros seguiremos adelante en el marco de nuestras competencias. Yo confío mucho en la iniciativa privada, a quien le estamos trasladando seguridad jurídica y confianza para que vengan a invertir.
-Pero no hemos visto aún a muchos inversores.
-Las naves del Barranco serán muy pronto una realidad, y está el otro mercado gourmet de la Puerta de la Carne... En la Ciudad de la Imagen ha habido un promotor que ha sabido adaptarse a los tiempos y pronto abrirá sus puertas la tienda Cosco, la única en la Europa continental. Y hay ahora dos instalaciones deportivas que llevan un ritmo de construcción magnífico, una en Sevilla Este y otra en la Carretera de Carmona, y otros proyectos que pronto van a venir a Triana.
-Cuente, por favor.
-Por prudencia no lo quiero anunciar hasta que no esté firmado el último papel, para no frustrar las ilusiones y las expectativas de los ciudadanos. La iniciativa privada nos está ayudando y si, además, la Junta cumpliera medianamente con lo que le estamos pidiendo para desbloquear Ikea, la Gavidia o los nuevos parkings que son tan necesarios para ordenar la ciudad y cambiar su imagen... imagínese.
-¿Y qué es exactamente lo que tiene bloqueado la Junta?
-La Junta nos ha tenido bloqueado insistentemente hasta el derribo de un quiosco del parque de los Jardines de Murillo. Es cierto, no se entiende su actitud tan obstruccionista con cualquier cosa que pedimos desde el Ayuntamiento, en concreto, desde Urbanismo. El sevillano no puede entender que, con la que esté cayendo, las administraciones no colaboren. Y yo, igual que voy a Madrid para pedir que la zona franca sea ya una realidad, con la misma insistencia voy a pedir al señor Griñán que los terrenos de Ikea sean ya una realidad, como la enajenación de la Gavidia, para que eso, en vez de suponer un coste que tienen que pagar hoy todos los sevillanos para garantizar la seguridad del edificio, sea un centro de dinamización de la zona que genere muchos puestos de trabajo.
-¿Y por qué esta obstrucción?
-La Junta mantiene el bloqueo por razones ideológicas, en lugar de pensar en los sevillanos.
-¿Qué solución se le ocurre?
-Les he dicho que no voy a presentar ningún proyecto sin que ellos estén delante, que quiero que ellos colaboren y participen del éxito de esos proyectos, que no son proyectos de Zoido, o del PP, son proyectos de y para Sevilla y todos tenemos que apostar para que salgan. Que empiecen ya y no se agoten más plazos. ¿Por qué no agilizar el puente que llevamos a aprobación inicial hace unos días para descongestionar el tráfico que generará la Torre Pelli? ¿No es mejor que en vez de una pasarela peatonal sea un gran puente para peatones, bicis y coches? Yo no quiero patrimonializar nada, si hace falta no hay fotografía. Y así se lo he dicho.
-¿Cuántas veces ha hablado con Griñán, sin contar las cartas?
-En varias ocasiones. Aprovecho los actos donde coincidimos para pedirle, por ejemplo, una solución a las Atarazanas. Cuando la iniciativa privada está buscando dónde invertir, y hay quien quiere invertir, debemos garantizarlo y remar todos en la misma dirección.
-Si hay interés, ¿por qué no sabemos aún nada de Altadis?
-Se abordará próximamente. Estoy defendiendo los intereses generales de Sevilla y tengo que ser muy firme en la negociación. Primero tenemos que hacernos con Altadis.
-¿Con la propiedad?
-Se están barajando diferentes opciones. No puedo decir más que estamos trabajando en ello desde hace tiempo. Y que espero que pronto se pueda contar. Al igual que la zona franca.
-¿Y la oposición colabora?
-Poco. Yo le tendí siempre la mano al señor Monteseirín para que contara con los quince votos del PP, sin necesidad de los de IU, para todo aquello que fuera bueno para la ciudad. No nos hizo caso. Me gustaría ahora que también ellos nos brindaran esa oportunidad para que Sevilla crezca y, además de ser grandes, seamos una gran ciudad.
-¿Y para eso hay que cambiar el PGOU?
-Hay que adaptarlo a la realidad económica de hoy. Las viviendas en venta, pasarlas a alquiler. Hay que ser competitivos para que los jóvenes no se vayan al Aljarafe. Sevilla tiene los mismos habitantes que hace 15 años y todo el entorno de Sevilla ha crecido. Hay que aprovechar este momento de dificultad para que Sevilla dé un salto adelante. En la última década nos hemos distanciado mucho de Valencia, Madrid y Barcelona. Se nos han acercado otras como Bilbao, Zaragoza o Málaga, y quiero aprovechar esta situación para despegarme de éstas y acercarme a las grandes ciudades. Sevilla se lo merece y tenemos talento y un río de oportunidades que aprovechar.
-¿Su modelo de ciudad es el de Madrid o Barcelona?
-Mi modelo es una ciudad que funcione. Eso de la piel sensible es tomarle el pelo a los sevillanos. Yo quiero una ciudad que conserve su gran atractivo en el casco antiguo y que sea compatible con el diseño de una ciudad moderna y vanguardista en sus formas. Antes habían proyectos que empezaban y nunca acababan o se empezaban con una estrechez de miras que no ha permitido ver qué es lo que iba a pasar después.
-¿A qué se refiere?
-A los pasos soterrados, por ejemplo, que ni estaban bien diseñados ni presupuestados en condiciones. Y ahora los tendremos que corregir. Mientras yo sea alcalde no voy a consentir que se pierda la Sevilla clásica, pero luego hay que desarrollar una nueva Sevilla. En la Cartuja estamos resolviendo el problema de aparcamiento y pronto habrá que ir abriendo la mano en el río para ampliar esa zona para cuando esté terminada la Torre Pelli. En Sevilla Este hay que dar infraestructuras y servicios, ir vertebrando mejor la ciudad. Menos piel sensible y más cuidar la Sevilla clásica y vertebrar Sevilla.
-Para eso harían falta, por ejemplo, más líneas de Metro.
-Sería deseable que las obras del Metro se hubieran ejecutado cuando hubo bonanza. Ahora la situación es difícil económicamente, pero habrá que ganarse la confianza de una entidad que venga a invertir aquí, con una concesión. Mucho que me temo que la Junta no es capaz de ello.
-¿Y ampliar el tranvía? Quizás eso sea más fácil.
-Hay que pensarlo con serenidad. No es prioritario.
-¿La Alameda forma parte de esa Sevilla intocable?
-La Sevilla intocable es la protegida, la del barrio de Santa Cruz y el casco antiguo, la que tiene identidad. A la Alameda no van los turistas. Hay que cuidarla, pero que haya un aparcamiento bajo la plaza no cambia en absoluto su uso. El parking permitirá que se estacione y la gente pueda circular por un centro más ordenado.
-¿Las setas de la Encarnación y la Torre Pelli son esa Sevilla moderna por la que apostará?
-Comparto la importancia y trascendencia de los dos proyectos, aunque discrepo de los lugares que se eligieron en su momento para hacerlos. Las setas hubieran resultado mucho más en otra ubicación y habrían supuesto la revalorización de otros espacios de la ciudad. Con la Torre Pelli ocurre algo parecido. Los dos proyectos son una realidad y tengo que sacarle la máxima rentabilidad y conseguir que sean polos de atracción de negocio y turismo para Sevilla. Hay que hacer compatibles todas las Sevillas, la de la Giralda, la Catedral y el Archivo de Indias y también la del Metropol y la Pelli.
-La oposición critica mucho que no se esté haciendo algo más en materia de vivienda.
-El PSOE e IU agotaron todo el suelo disponible. Estamos terminando la ejecución de algunas viviendas, otras se están comenzando ahora y hay suelos preparándose. Lo que sí puedo decirle es que me comprometí a que el proyecto, presupuesto y plazo se iba a cumplir y en el tema de Regiones Devastadas así está siendo. En Los Pajaritos hemos tenido mala suerte: ha entrado en concurso la empresa que construía el edificio puente para los realojos y todo se ha retrasado pero el barrio se reconstruirá y será una realidad.
-¿Se ha superado ya la herencia?
-Sigue pesando. Se ha mejorado la organización, que era un desastre, pero la deuda es tremenda. Hemos terminado de pagar y acabar Fibes, las setas, la Ranilla... O solucionar las fianzas de los parkings: ya tenemos la relación de afectados y estamos pendientes de un informe para devolver las cantidades. Muchos regalos envenenados que hemos sido capaz de ir resolviendo. Y que habrá que rentabilizar. El ejemplo es Fibes.
-Su objetivo es relanzar la marca Sevilla.
-Es mi pasión.
-Usted ya dijo que irían de la mano de grandes empresas sevillanas, ¿qué hay de ello?
-Estamos trabajando en ese sentido. Desearía que nos ayudasen las grandes empresas sevillanas y las multinacionales. Sevilla tiene vocación universal. Queremos que se fijen en la capital y unan a Sevilla el valor de sus marcas.
-¿Hablamos de Abengoa?
-Por ejemplo, las más punteras.
-En el terreno cultural se ha empezado a potenciar una Sevilla menos rancia, ¿es la estrategia?
-Hay muchas Sevillas. Se habla mucho de las Santas de Zurbarán. Desde el punto de vista cultural la apuesta es importante y estamos sacando mucho rendimiento a la producción propia del ICAS. Felicito a todo el equipo y también a quienes se están encargando de poner en valor el Alcázar.
-¿De qué se siente más orgulloso a estas alturas del mandato?
-De pagar religiosamente a primeros de mes a los más de 5.000 funcionarios y a los 5.000 trabajadores de las empresas públicas a los que tuve de convencer de que yo no iba a privatizarlo todo. Lo que lamento es que se crearan estructuras paralelas para eludir los controles de la administración.
-Ha tenido que liquidar empresas y hay un ERE en marcha.
-Lo peor han sido los ajustes. En Mercasevilla nos hemos encontrado con una empresa en causa de disolución y para que sea viable hay que tomar medidas y cumplir con una sentencia y eso ha dado lugar a que tengamos que poner en marcha un ERE. Pero con todas las garantías legales, no como los ERE de 2003 y 2007, donde hubo intrusos y fraude. Y todavía el Ayuntamiento es el único que le está garantizando el pago a aquellos trabajadores que de buena fe se acogieron al expediente, porque la Junta de Andalucía no está cumpliendo con sus obligaciones. Hemos estado luchando para salvar a Mercasevilla y encima hemos tenido que hacer un ERE. Eso me ha dolido. Como me ha dolido que no puedan encontrar trabajo muchos sevillanos que lo necesitan.
-Ahora se encuentra con otro problema, Sevilla Global.
-Era otra estructura paralela, al igual que la Fundación Desevilla. Sus causas de disolución están más que claras, pero ha habido un fallo en la tramitación y el TSJA ha declarado nulo el ERE y los despidos. Por ahora no recurriremos.
-¿Se han hecho las cosas mal?
-No, es que era imposible sacarlo adelante de otra forma. Como fue imposible salvar Giralda TV. Me da pena por los trabajadores, no por la tele de Zoido. Yo gané las elecciones cuando la tele la tenía Monteseirín. No creo que la televisión municipal deba estar al servicio del alcalde. Sí convendría que algunos eventos se pudieran retransmitir, como servicio público.
-¿Giralda TV es irrecuperable?
-Es recuperable. Se ha ampliado el número de trabajadores en Tussam, la bolsa de trabajo de Lipasam, se va contratando donde sea necesario y mientras la tasa de reposición lo permita, como ha pasado con la limpieza de los colegios.
-¿Se ha visto tentado de hacer algún cambio en el gobierno?
-Si hubiera tenido esa tentación, lo hubiera reflexionado y lo hubiera hecho. Estoy orgulloso de mi equipo. En cada familia cada uno es como es, como en el gobierno, y por eso el alcalde lleva la coordinación de las distintas áreas. Y creo que está funcionando bastante bien.
-Me refería a un cambio para adaptarse a una nueva necesidad, no porque funcione mal.
-No hay que dejar nada a la improvisación. En la oposición tuve la oportunidad de conocer a mi equipo, un equipo preparado para gobernar. Tenía previsto que Seguridad fuese para un profesional, Demetrio Cabello, y se ha tenido que ir por causas ajenas. Le agradezco su trabajo y mucha suerte a Juan Bueno, que lo sustituye.
-Confía usted mucho en su equipo y en sí mismo. Antes de ser alcalde su lema fue "nada es imposible", ahora "lo mejor está por llegar". Tiene mucha fe.
-Sí, y sigo pensando que nada es imposible. Ni en los detalles ni en las grandes ideas para hacerlas realidad. Al final, el tesón y la insistencia termina venciendo muchas voluntades adversas y estoy convencido de que lo voy a conseguir. En estos próximos dos años voy a intentar lograr la complicidad de la ciudad para que todos juntos, no yo como alcalde, podamos disfrutar de lo que se va a ir haciendo y consiguiendo.
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