Sevilla capital pierde más de 15.000 habitantes desde 2010
Población
El descenso continúa, aunque de forma más moderada que otros años
La provincia, por contra, gana casi 23.000 vecinos, gracias al cinturón metropolitano
Una sangría difícil de detener. Ni Zoido ni Espadas han podido frenar el descenso demográfico que sufre la capital andaluza desde mediados de esta década. Las políticas sociales puestas en marcha para lograr dicho objetivo no han sido capaces de cambiar el signo negativo que viene registrándose desde 2014 y que, si se toma de referencia el inicio de la década, supone una pérdida de más de 15.000 habitantes. Todo lo contrario. El arranque de cada año demuestra que la vieja Híspalis deja de ser atractiva para empadronarse en ella. Los motivos son varios. Entre ellos, los más destacables son el precio del alquiler y de venta de los inmuebles así como la falta de promociones de vivienda nueva por la escasez de suelo libre. Sin olvidar, por supuesto, el menor peso de la inmigración ante la falta de oportunidades laborales.
El último padrón sólo arroja un dato esperanzador. La bajada poblacional continúa, aunque de forma más moderada que en años anteriores. A 1 de enero de 2018, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en Sevilla capital han dejado de vivir en un año 723 personas, cifra que, pese a suponer un dato negativo, es más reducida que la registrada, por ejemplo, el ejercicio anterior, cuando la merma alcanzó los 1.132 vecinos.
Se puede afirmar, por tanto, que la sangría poblacional se modera en la capital andaluza. Aquí, como era de esperar y en víspera electoral, cada partido saca sus propias conclusiones. Desde el gobierno de Espadas -que tanto ahínco ha puesto para que Sevilla alcance de nuevo los 700.000 habitantes- el hecho de que el padrón siga bajando es consecuencia directa de la gestión de la vivienda pública que se hizo durante el mandato de Zoido, hace ya cuatro años. Unos efectos, que a juicio de los socialistas, podrían revertirse gracias a la nueva política puesta en marcha por Espadas en dicho ámbito.
“Confíamos en que el nuevo plan de vivienda pública que se ha aprobado recientemente y las nuevas promociones, muchas de ellas a punto de finalizar, permitan revertir la tendencia de forma progresiva los próximos años”, refieren fuentes municipales. Entre estos planes se encuentran el de Cisneo Alto, Su Eminencia y Sevilla Este.
El Ayuntamiento asegura que se mantendrán “acciones y campañas” como las que se han llevado a cabo para promover el empadronamiento de aquellas personas que residen en la ciudad y que no están en el censo.
Desde la oposición la lectura que se hace del padrón es bien distinta. Para el portavoz del PP y candidato a la Alcaldía, Beltrán Pérez, los datos de empadronamiento demuestran que Espadas no ha logrado poner freno al descenso poblacional, motivo por el cual exige al regidor que tome de referencia las medidas contempladas en el presupuesto alternativo presentado por el principal partido de la oposición.
En este punto, Pérez advierte que Sevilla es la ciudad española con más de 300.000 habitantes que más población pierde en términos porcentuales. Por tal motivo, invita al regidor socialista a tomar algunas de las medidas propuestas por los populares, como el cheque bebé, ayudas para la compra de material escolar y para contribuir a que las madres en riesgo de aborto puedan completar su gestación. También proponen incentivos al empadronamiento con una cuantía total de 100.000 euros.
Pero lo cierto es que, a tenor de las cifras y de la evolución registrada desde que comenzó esta década, quedan aún varios años para conseguir que la tendencia poblacional cambie de signo. En 2010 el padrón de la ciudad hispalense lo conformaban 704.198 habitantes. A 1 de enero de 2018 esta cifra se ha reducido a 688.711. Esto supone, en términos porcentuales, una bajada del 2,2%. En números se traduce en 15.487 vecinos menos. Una merma considerable si se tiene en cuenta su repercusión en la contribución ciudadana a través de los impuestos.
Este signo, sin embargo, es contrario al registrado en la provincia, cuya población ha aumentado en 22.790 habitantes desde comienzos de la década, lo que supone una subida porcentual del 1,20%. Este incremento no ha sido homogéneo, sino que se ha concentrado en el área metropolitana, principalmente en tres núcleos:Dos Hermanas, el Aljarafe y la comarca de Los Alcores.
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