La plaza del pan: Los toldos de la discordia
El enclave seguirá sin sombra al ordenar el Ayuntamiento retirar las lonas colocadas el martes por incumplir el modelo previsto en el contrato.
Visto y no visto. Apenas más de dos horas estuvieron ayer colocados los toldos en la Plaza de Jesús de la Pasión (vulgo del Pan). El Ayuntamiento decidió retirarlos al no cumplir los requisitos acordados con la empresa adjudicataria de las obras. Unos trabajos que han ocasionado bastantes molestias a los comerciantes de la zona por el parón sufrido a raíz de las catas arqueológicas. El motivo principal del rechazo ha sido la escasa sombra que aportaban, lo que provocó a primera hora de la mañana las críticas de los encargados de los establecimientos, que llevan años reclamando que esta plaza también cuente con lonas en los meses de calor. Según fuentes municipales, los nuevos toldos -que sí cumplirán lo acordado en el contrato- se colocarán esta semana.
La polémica sigue instalada en la Plaza del Pan. A primera hora de ayer, y cuando ya han transcurrido casi dos meses desde que comenzó el verano, se colocaban las velas en la estructura que ha tardado dos meses en levantarse. Una suma de postes y tirantes metálicos que ya originó la semana pasada las críticas de comerciantes, viandantes y defensores del patrimonio por la afección al templo del Salvador. Las críticas en el día de ayer venían provocadas por la escuálida sombra que aportaban los minitoldos, cuyos perfiles curvados dejaban pasar demasiado sol, por lo que seguía siendo imposible sentarse en los bancos instalados en la zona central de la plaza.
Una vez comenzada la colocación de las 12 piezas (cuatro por cada uno de los tres módulos), los técnicos de la Gerencia de Urbanismo se personaron en la Plaza del Pan para certificar y comprobar los trabajos. Al ver las lonas instaladas -según fuentes municipales- "pidieron explicaciones" a la empresa Martín Casillas, adjudicataria de la estructura y montaje de los toldos. Al considerar que las velas instaladas no cumplían el contrato, desde la Gerencia se les exigió su retirada y la instalación de otro modelo "adecuado y acorde" con el contrato firmado entre Urbanismo y la adjudicataria. En principio, el proyecto de la obra -como se puede observar en el gráfico adjunto- contemplaba una separación mínima entre los cuatro toldos triangulares que forman cada módulo. Sin embargo, esta separación ayer era mucho mayor de lo previsto al diseñar una lona de perfil curvo en lugar de plano. Uno de los encargados de la colocación detalló a este periódico que había una distancia de 80 centímetros sin cubrir entre las velas, espacio que reducía bastante la zona de sombra.
La orden de Urbanismo fue ejecutada sobre la marcha. Tras la sobremesa, los toldos habían desaparecido y el sol se adueñaba, de nuevo, de la Plaza del Pan. "Se le ha exigido celeridad a la adjudicataria", señalan fuentes municipales, que aseguran que la empresa se ha "comprometido" a instalarlos "en unos días". Este cambio no supondrá ningún sobrecoste.
Tras la retirada, los viandantes y comerciantes del enclave seguirán, en la segunda quincena de agosto, sin sombra que haga más habitable una plaza que ha sufrido varias remodelaciones desde que el gobierno de Monteseirín acometió en ella -a mediados de la década pasada- el proyecto de La Piel Sensible. José Guillermo Caballero, vicepresidente de los comerciantes del casco antiguo (Alcentro), recordaba ayer que desde 1994 se lleva pidiendo al Ayuntamiento que este enclave se incluya dentro del contrato general de instalación de toldos. Según el gobierno local, tal petición será posible a partir de 2017, después de que se haya conseguido el anclaje al suelo de la estructura que sostiene las lonas, la obra más complicada y que se paralizó a finales de junio para las catas arqueológicas.
"La estructura se quita en octubre, pero el soporte, los huecos en el suelo, que es lo más caro y complejo, ya está hecho para los próximos años", afirman desde el Ayuntamiento. La instalación de los toldos en la Plaza del Pan, según recuerda el vicepresidente de Alcentro, la contemplaban los Presupuestos municipales de 2015, elaborados por el gobierno de Zoido. Sin embargo, esta obra no se ejecutó. Ha sido ahora, en el primer año completo del mandato de Espadas, cuando se ha procedido a realizarla. "Es de agradecer que se cumpla lo previsto, pero ahora hay que repensar la instalación para mejorarla", declaraba Caballero cuando se colocaban los toldos sin saber que horas después el Ayuntamiento ordenaría su retirada.
La instalación de estas lonas de perfiles curvos provocó más dudas que alegrías entre los comerciantes de la zona, que han soportado los efectos de dos meses de obras que han perjudicado las ventas. Uno de los negocios que más lo han notado ha sido el Bar Europa, que ha tenido que prescindir de uno de sus nueve veladores por el cajón de obra instalado en el centro de la plaza. "El mes de julio ha sido para cerrar. Nadie se quería sentar junto a una valla cubierta que impedía la entrada de aire y donde se acumulaba polvo", refería un encargado del establecimiento, a quien los toldos que se colocaban en aquel momento no le generaba confianza alguna: "Van a dar más sol que sombra".
Dicha duda también planeaba en la tienda de trajes de flamenca Micaela Villa. "Espero que merezca la pena todo lo que hemos soportado", dijo una de las trabajadoras de este local, que ha estado prácticamente tapado por la valla que ha rodeado a las obras más de dos meses. Macarena Fernández es propietaria de la Joyería Leo. No daba crédito a las lonas que se estaban colocando. "No tiene sentido colocar una estructura con tantos hierros para tan poca sombra", refería a Diario de Sevilla esta comerciante mientras observaba cómo tomaban altura las lonas que horas después serían desmontadas.
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