La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¡Anda, jaleo, jaleo!
La Policía cree que los planes para atentar en Sevilla que tenía el presunto yihadista detenido en Marruecos la semana pasada estaban todavía en una fase embrionaria. Más que planes, serían ideas sobre las que el sospechoso iría trabajando más adelante. No disponía de una infraestructura en la capital andaluza, ni tampoco se le han encontrado explosivos ni sustancias químicas en el registro de su vivienda, desarrollado la tarde del Miércoles Santo en la casa en la que vivía con sus padres y sus tres hermanos, en el número 88 de la calle Ortega y Gasset, en el barrio de Su Eminencia.
Zouhair El Bouhdidi, de 23 años, fue arrestado en Casablanca el pasado 9 de abril. Los servicios de información españoles alertaron a los marroquíes de que el sospechoso había viajado a su país de origen, lo que podría indicar un proceso de radicalización rápida. Ante el temor de que regresara a España preparado para atentar en Sevilla, ciudad en la que lleva viviendo más de media vida y en la que está plenamente integrado, las autoridades marroquíes decidieron detenerlo. Algunas fuentes apuntan a que habría confesado en su país de origen que pretendía atentar en la capital andaluza.
No ha trascendido cómo ni cuándo pretendía hacerlo. La cercanía de la Semana Santa (la detención se produjo cinco días antes del Domingo de Ramos) y de las elecciones generales del 28 de abril ha precipitado la operación policial. Que el chico no tuviera capacidad para preparar explosivos en tan poco tiempo no significa que no estuviera dispuesto a cometer un atentado de otro tipo, con un cuchillo o con un vehículo, como los que han ocurrido ya en numerosas ciudades europeas.
Algunos de los terroristas que han cometido atentados en Europa lo han hecho con un explosivo casero compuesto por peróxido de acetona, que es conocido comúnmente con el sobrenombre de la Madre de Satán y que es sencillo de elaborar con productos cosméticos. Es el explosivo que pretendían utilizar los terroristas de Barcelona y Cambrils en 2017. Sin embargo, en el registro de la vivienda de Su Eminencia no se han hallado indicios de que Bouhdidi estuviera preparando ninguna bomba casera. O al menos no todavía.
Los servicios de información son conocedores de que los jóvenes musulmanes que se radicalizan lo hacen cada vez más rápido, algunos en unas pocas semanas, de ahí quizás la necesidad de arrestarlo antes de que regresara a España. En principio no parece que pertenezca a ninguna célula yihadista ni tuviera contacto con otros islamistas en Sevilla. Más bien podría tratarse, en caso de que diera el paso definitivo de cometer un atentado, de lo que los expertos llaman un lobo solitario.
A Zouhair El Bouhdidi la Policía le seguía la pista porque era una persona muy activa en las redes sociales, en las que difundía y compartía vídeos y mensajes del Estado Islámico y de contenido yihadista. En las últimas semanas se han publicado en estas redes varios vídeos de amenaza contra la Semana Santa. En uno de ellos, que podría haber sido difundido por Bouhdidi, aparecen cofradías de Sevilla como la Esperanza de Triana o El Calvario, junto con mensajes llamando a la venganza contra el cristianismo y a la guerra santa.
Quien pone la voz al vídeo es Yassin Ahram Pérez, el Cordobés, más conocido como el hijo de la Tomasa, uno de los líderes del Estado Islámico. El montaje utiliza imágenes de los incidentes de la Madrugada de 2017, con el público corriendo detrás del palio de la Virgen de la Presentación en la calle San Pablo. También aparece el Cristo de las Tres Caídas justo antes de los disturbios, todo ello mezclado con imágenes de combates, entrenamientos militares y explosivos.
Zouhair El Bouhdidi es uno de los cuatro hijos de Abderrahim Bouhdidi, el imán de la mezquita de Su Eminencia, ubicada en un pequeño local de la misma calle en la que reside la familia, Ortega y Gasset. La madre del presunto activista aseguró ayer a los periodistas que su hijo se marchó a Marruecos a visitar a su abuela, que había sufrido un infarto. La familia es de Tetuán, la antigua capital del Protectorado español, pero Bouhdidi fue arrestado en Casablanca, la ciudad más poblada del país.
En Sevilla llevaba una vida aparentemente normal. En el barrio aseguran que se relacionaba muy poco con los vecinos, aunque sí jugaba al fútbol habitualmente y acudía regularmente a la mezquita en la que su padre dirige el rezo. Muchos han coincidido con él en un locutorio al que iba a recargar su teléfono móvil. Estudia Filología Árabe (el nombre actual de la carrera es Grado de Estudios Árabes e Islámicos) en la Universidad de Sevilla, en la que figura matriculado desde el año 2016. En enero de 2018 se apuntó a un curso de voluntariado de la Hispalense para acompañar a personas mayores en riesgo de exclusión social.
Algunos allegados a la familia apuntaron ayer que posee la nacionalidad española. Los Bouhdidi llevan dos años viviendo en Ortega y Gasset, 88 pero mucho más tiempo en España. Siempre han vivido en la zona de Su Eminencia. El padre trabaja en la mezquita y la madre cuida a ancianos. Tienen tres hijos varones y una niña menor de edad. Uno de los hijos trabaja en Mercasevilla.
La Policía está analizando ya la documentación y el material informático requisado en la vivienda de Su Eminencia. En principio no están previstos más registros ni detenciones en Sevilla, si bien esto podría cambiar en función de la información extraída de este análisis.
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