El plan de seguridad de Semana Santa, blindaje ante la expectación
Las autoridades esperan mucho público en una Semana Santa que se estrena con los drones
Una aplicación permite a los policías ver en sus móviles lo que graban las cámaras de vigilancia
Drones, cámaras, ley seca y miles de policías
El plan de seguridad diseñado por las autoridades para la Semana Santa de 2022 es muy similar al de los últimos años en los que hubo cofradías, que en líneas generales funcionó bien con la gran excepción de la Madrugada de 2017. Aquella noche, un episodio de pánico colectivo hizo saltar por los aires un dispositivo que parecía muy afinado desde años atrás.
Se perfeccionaron los sistemas, se aforaron calles, se impuso la ley seca en la Madrugada, se pusieron en marcha aplicaciones de telefonía móvil para que los policías pudieran ver desde sus terminales lo que grababan las cámaras de seguridad en tiempo real y se ordenó a los agentes que sacaran chalecos reflectantes en cuanto caía la noche para que se les viera más. El mayor de los éxitos se alcanzó en 2019, cuando la Policía detuvo a dos presuntos yihadistas que estaban ideando un atentado en Sevilla.
Aquella Semana Santa, la última con pasos, fue también una edición en la que hubo menos público que en las anteriores. Eso se dedujo del análisis de los movimientos registrados por las cámaras de videovigilancia instaladas en el centro.
Para este 2022, sin embargo, las autoridades contemplan un panorama distinto. Lo que se espera es una gran afluencia de público, debido sobre todo a los dos años sin cofradías por la pandemia del covid. Ya se ha visto en las últimas semanas, con bullas para ver algunas de las procesiones civiles (vulgo piratas) que han recorrido las calles del centro y de algunos barrios de la ciudad.
También se han podido ver enormes colas en los templos durante los últimos fines de semana. Todo eso revela las ganas de Semana Santa que existen entre la ciudadanía, y que probablemente harán que la de 2022 sea una edición más que bulliciosa.
Para ello, se ha reforzado el sistema de seguridad que funcionó bien en los años anteriores. La gran novedad son los drones, que se utilizarán para controlar la masa en momentos puntuales. Por lo demás, se repite el blindaje de las ediciones anteriores, con más de 3.000 policías nacionales, locales y guardias civiles en las calles y otras 5.000 personas más formando parte de dispositivos sanitarios, de bomberos, de Protección Civil y limpieza.
La herramienta más útil de los últimos años es sin duda la aplicación de telefonía móvil que permite a todos los agentes ver en sus teléfonos móviles qué está pasando en otra zona de la ciudad en tiempo real. De esta forma, se puede atender una emergencia con un tiempo mínimo de respuesta, y abortar un posible incidente que tenga un reflejo en zonas aledañas y se extienda por el resto del casco histórico, como ocurrió con las estampidas del año 2017.
Además de esta plataforma Smart, se han instalado un centenar de cámaras, luces antipánico y el control por GPS de todos los cortejos. A ello hay que añadir la monitorización de las redes sociales durante los días de Semana Santa.
En cuanto al trabajo sobre el terreno, se han establecido ocho zonas de máxima prioridad. El sector 0 es la Carrera Oficial y los pasillos de seguridad de su entorno. El 1 es el eje que va desde Entrecárceles hasta la Alfalfa, con calles aledañas como Alcaicería, Pérez Galdós, la plaza del Pan o la de la Pescadería. El sector 2 es el del Postigo hasta Adriano. El 3 es el tramo comprendido entre la Encarnación y la Plaza del Duque.
El cuarto sector es el de Alemanes, Hernando Colón, Placentines y Argote de Molina. El sector 5 va desde el Paseo de Colón y Reyes Católicos hasta la plaza de la Magdalena. El 6 es la plaza Nueva y las calles Bilbao y Méndez Núñez. El 7, que se incorporó en 2019 y se mantiene este año, es la zona de Triana, entre el Altozano, Pureza, San Jacinto y San Jorge.
A estas zonas habrá que añadir un tratamiento especial de la Alfalfa y Orfila-Javier Lasso de la Vega el Miércoles Santo. También habrá un refuerzo de la vigilancia en Reyes Católicos durante la Madrugada.
En todos estos sectores, el público puede encontrarse con calles aforadas y vallas que pueden resultar incómodas, pero que las autoridades consideran necesarias en aras de garantizar la seguridad. Durante la Madrugada volverá a imperar la ley seca, es decir, los bares no podrán servir alcohol que se pueda consumir en la calle, así como las tiendas no podrán vender bebidas ni hielo para evitar la celebración de botellonas. El resto de los días, desde una hora antes del paso de las procesiones, no podrán consumirse en la calle bebidas que no sean botellas pequeñas de agua o café e infusiones en vasos de cartón.
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