Un plan para aparcar en la isla
Las propuestas de movilidad de la Consejería de Fomento y el proyecto de zona azul dividen las opiniones ante la necesidad de alcanzar un acuerdo que reordene el tráfico en la Cartuja.
Los grandes espacios y explanadas que quedaron en la milla de la Expo 92 se han quedado pequeños conforme la actividad empresarial y formativa ha ido creciendo en la zona. Las acciones previstas para el futuro inmediato de la movilidad en la isla de la Cartuja quieren regular la futura zona azul y reabrir la bolsa de aparcamientos que la Empresa Pública de Suelo de Andalucía (EPSA) tiene cerrada desde el pasado febrero.
La clausura de las 2.500 plazas de estacionamiento de EPSA en la banda oeste de la Cartuja ha agravado la situación del tráfico. De estar abiertas, el parque alcanzaría la cifra de 5.300 plazas. Los aparcamientos en zonas prohibidas como los pasos de cebra o en doble fila han aumentado hasta hacerse habituales. "Yo aparcaba dentro y desde que los cerraron tengo que dar más de una vuelta para encontrar sitio. Alguna vez lo he tenido que dejar en un paso de cebra", cuenta Andrea Pavón, estudiante de Publicidad, a este periódico. "A mi compañera Blanca le multaron y la grúa se llevó el coche por dejarlo en doble fila", añade.
Ya no es tan fácil aparcar en la Cartuja y, menos aún, si la visita en coche a la isla se hace en horario laboral o académico. "Cuando vengo a trabajar sobre las ocho menos cuarto de la mañana, bien. El problema viene cuando empieza la facultad", explica Benjamín Martín, técnico de rayos de Cedemi, un centro médico situado frente a la facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla.
El cierre de la bolsa de aparcamientos de EPSA se produjo para adecentarlos y para que, cuando se reabriesen, fuese bajo la directriz de un plan de movilidad para la Cartuja. La inversión de EPSA en los aparcamientos ha sido cuantiosa, según informaron sus representantes. Numerosas reuniones han tenido lugar para establecer un acuerdo respecto a la movilidad en la zona. La última fue el pasado 6 de septiembre. El acuerdo para la reapertura de la bolsa de aparcamientos no se produjo pues, con el consenso del Ayuntamiento de Sevilla y de EPSA, faltaba el de los empresarios y la entidad que gestiona el Parque Científico y Tecnológico Cartuja 93. En principio, el Ayuntamiento se encargará del mantenimiento (poda, iluminación, limpieza y seguridad) de las plazas de estacionamiento.
La Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía, a la que pertenece EPSA, exige a los empresarios, para reabrir su bolsa de aparcamientos, que se comprometan a contribuir a la movilidad sostenible en la Cartuja con planes que promuevan acciones concretas entre sus trabajadores y clientes. Las negociaciones y reuniones entre las partes implicadas -EPSA, Ayuntamiento, entidad gestora del parque Cartuja 93 y empresarios- llevan bastante tiempo activas. Los empresarios quieren que se reabran los aparcamientos de EPSA, que siempre han sido de uso público y gratuito, la cuestión son las condiciones que impone la Consejería. El compromiso de planes de movilidad no fue aceptado por algunos empresarios que consideran que esa medida limita el uso de la bolsa de aparcamientos. "Todavía no se ha marcado un criterio ni se ha dicho de qué tratan exactamente esos planes de movilidad, aunque se sabe que los empresarios tienen que demostrar que están concienciados con acciones como el uso de la bici o el coche compartido", según informaron fuentes cercanas a los empresarios. El Círculo de Empresarios de Cartuja ofrecerá el próximo martes una rueda de prensa donde se posicionará en el conflicto.
Representantes de la Consejería de Fomento explicaron que se establecerán pautas generales que servirán de marco de referencia para la elaboración, por parte de cada empresa, de sus futuros planes de movilidad. El fomento del transporte público, la bicicleta o el coche compartido están entre las ideas que se proponen desde la Junta. Sin embargo, hay que tener en cuenta, según las fuentes consultadas por este periódico, que respecto al transporte público sólo llegan a Cartuja dos líneas de Tussam (C1 y C2) y que el Metro no conecta con los trenes de cercanías o que las distancias son muy grandes para la bicicleta.
Por su parte, representantes de la entidad gestora del parque Cartuja 93 manifestaron que aceptan el acuerdo y la zona azul siempre y cuando ésta se limite a la calle Leonardo da Vinci y antes se reabran los aparcamientos de EPSA. La zona azul es otro de los puntos que, en este caso, los empresarios de Cartuja y el Ayuntamiento tienen que concretar como una medida de movilidad más para el futuro. Está previsto que para noviembre y, en consenso con las entidades del parque empresarial, se implanten en Leonardo da Vinci, una de las arterias principales, entre 200 y 300 plazas de estacionamiento rotatorio destinadas a personas que se desplacen a la Cartuja ocasionalmente y por poco tiempo.
Los trabajadores de las empresas con sede en la Cartuja o los estudiantes son los que están más preocupados por la implantación de la zona azul. "Espero que no nos la pongan y abran los aparcamientos", afirma Olga Serrano, estudiante de la facultad de Comunicación. La intención es que estas plazas de estacionamiento rotatorio no afecten a quienes se desplazan diariamente y por un período de tiempo prolongado al parque. Fuentes cercanas a los empresarios recalcan que la zona azul es "para las empresas que la piden y su público".
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