Los placeros de la Encarnación ven difícil una mudanza en septiembre

"No sabemos si creernos o no que de una vez por todas nos vayan a entregar la plaza". Ésta es la opinión de la mayoría de los placeros de la Encarnación, que se muestran escépticos respecto a los plazos dados para la entrega de las llaves, a pesar de que fue el propio alcalde quien confirmó ayer la fecha del 15 de septiembre. Los comerciantes llevan más de 37 años esperando la apertura del ansiado mercado de abastos, que está situado bajo las obras de las setas de la Encarnación.

La nueva plaza contará con 40 puestos, de 20 metros cuadrados cada uno, y estará acondicionada con aire y cámaras refrigeradoras. "Serán unas instalaciones muy competitivas que no tendrán nada que envidiar a las de otras ciudades españolas", aseguró un convencido placero. El actual mercado, provisional desde los años 70, no está equipado con los suficientes medios para que los comerciantes puedan desempeñar su labor adecuadamente. Tan sólo existe un grifo y una cámara refrigeradora en todo el recinto. Con las temperaturas de los últimos días se alcanzaran dentro de la plaza más de 50 grados centígrados, lo que provocó el desmayo de una de la vendedoras. "Esta plaza no está presentable para el público; estamos en una situación tercermundista", declaró Manuela Martín, que no confía en que en septiembre puedan estar ubicados en el nuevo mercado.

Los comerciantes denuncian la desinformación y ambigüedad en los plazos. El continuo retraso en las fechas ha provocado que muchos de los placeros no sepan, a ciencia cierta, el día concreto de apertura. Una de las cuestiones que más les preocupa a los vendedores es la relacionada con la cuantía que "quizás" tengan que pagar en la nueva plaza. "No hemos recibido información alguna acerca de si tenemos que pagar en las nuevas instalaciones y eso es lamentable", apuntó ayer Francisco Rodríguez.

Por su parte, existe una minoría de comerciantes que quieren confiar en que el 15 de septiembre sí será la fecha definitiva de la entrega. La plaza se encuentra casi terminada a falta de dar de alta la luz, el agua y el teléfono. Por este motivo, Joaquín Ortega, otro vendedor de la Encarnación, confía en que estos últimos requisitos estén previstos para la fecha acordada y "no exista ningún retraso".

Las obras del Metropol-Parasol son otro de los motivos que despiertan desconfianza en los vendedores. Francisco Gallego recordó que "con las setas sin terminar puede existir peligro tanto para los propios comerciantes como para los clientes". Los placeros exigieron ayer de nuevo al Ayuntamiento que cumpla con la fecha establecida y haga realidad el sueño de los comerciantes de tener un mercado de abastos en condiciones óptimas.