La petición de un día de asuntos propios bloquea el fin de la huelga del Metro
Los trabajadores lamentan que la negociación está rota por dos puntos de conciliación familiar. Malestar en la plantilla de Tussam por el refuerzo de líneas en las zonas afectadas.
La falta de acuerdo entre la plantilla y la dirección de Globalvía derivó este jueves en el primer día de huelga en el Metro de Sevilla, que se convertirá en indefinida desde el Domingo de Ramos (29 de marzo) y durante toda la Semana Santa si no hay acercamiento entre las partes.
Según el comité de empresa, la negativa de Globalvía a aceptar dos medidas de conciliación familiar para los 173 trabajadores es el único escollo que ha roto la negociación del nuevo convenio colectivo. Y por el momento la dirección no ha vuelto a aceptar volver a sentarse a negociar. Globalvía es el accionista mayoritario de esta concesión de transporte de la Junta de Andalucía.
Manuel Liger, presidente del comité y representante de los trabajadores, explicó este jueves que "en todo lo demás hay acuerdo con la dirección": en la retribución de 15 euros por festivos y domingos trabajados; en la subida salarial mínima del 1% durante los próximos años y en volver a meter en el convenio la cláusula de mantenimiento del empleo para los 173 trabajadores, una cláusula que la empresa rompió en el convenio vigente con el despido de cuatro trabajadores en 2014.
Lo que piden los empleados para la conciliación familiar (desde conductores a supervisores, jefes y operadores del puesto de control) consiste en tener un día de asuntos propios, un derecho que sólo disfruta el personal de administración y oficina del Metro; y cobrar pluses en caso de que la empresa quiera cambiar los turnos a los empleados con 48 horas o cambiar los descansos por día de trabajo y viceversa. La plantilla se queja de que, "ante la escasez de empleados de la línea, la dirección los presiona para que hagan jornadas de más de 12 horas de trabajo, sobre todo en Semana Santa y Feria".
La dirección del Metro de Sevilla declinó este jueves hacer valoraciones sobre la negociación "por respeto a la mesa negociadora".
La jornada de huelga transcurrió sin incidentes, pero provocó intensas aglomeraciones de viajeros tanto en las estaciones como en los trenes, especialmente en las horas punta y en las horas previas y posteriores al partido de fútbol del Sevilla con el Villareal. En la estación del Prado, los usuarios que salían de los tornos del Metro se quejaban de que habían esperado más tiempo de lo habitual en los andenes.
La disculpa a los viajeros fue constante por parte de representantes de los trabajadores en la puerta de las estaciones más concurridas y por parte de la dirección en la megafonía de las estaciones. Los tiempos de espera de de los trenes oscilaron entre los 26 minutos en horas valle (09:30 a 12:30 y 15:30 a 21:00) y de 13 minutos en las horas punta (07:30 a 09:30 y 12:30 a 15:30).
Como alternativa de transporte, el Ayuntamiento ordenó a Tussam el refuerzo de las líneas (5, 24, 25, 26 y 38) que coinciden con el recorrido del Metro y así lo hizo este jueves Tussam poniendo 12 coches más por la mañana y 10 coches más por tarde, a costa de quitarlos de otras líneas. Para dar servicio al partido de fútbol también se incrementaron por la tarde todas las líneas que iban a Nervión, tanto de ida como de vuelta, según confirmó ayer la empresa municipal de transportes a este periódico.
Para los sindicatos de Tussam, ASC y CCOO, que la empresa haya cumplido el anuncio del alcalde Juan Ignacio Zoido de sacar a la calle todas la flota de Tussam para contrarrestar los efectos de la huelga del Metro es "usar a los trabajadores de Tussam como esquiroles" y "esquirolaje empresarial". Para la agrupación sindical de conductores (ASC) que preside el comite de empresa "Tussam ha recibido un mandato político para bombardear a los compañeros del Metro en sus movilizaciones" y quiere "usar a los trabajadores de Tussam como esquiroles". Miguel Pereira, secretario general de CCOO de Tussam, aseguró que "lo que tiene que hacer el alcalde de Sevilla es intentar mediar para evitar esta huelga, y no hacer esquirolaje empresarial". Según Pereira, "no entendemos el anuncio del alcalde porque la flota entera de Tussam sale a diario a la calle: 350 coches de 380 que hay, a no ser que quiera que salgan los que están averiados en el taller".
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