Unas 25 personas en una vivienda de 60 metros
Un empleado asegura que los miembros del clan pagaron por adelantado y que iban a pasar seis noches.

La tranquilidad de la urbanización Miraflores Hills, situada en la zona de Riviera del Sol de Mijas, se vio rota el pasado jueves poco antes de medianoche. A esa hora se puso en marcha un operativo policial para detener a un grupo de personas que pertenecerían al clan de la Perla. En el apartamento que tenía alquilado la familia ayer aún se podían ver los daños causados por el dispositivo. La puerta de madera desencajada y con un fuerte golpe para abrirla daba la bienvenida a un pequeño piso bajo de unos 60 metros cuadrados con sólo dos dormitorios, un salón, un baño y una cocina.
En la vivienda, según relató un empleado del propietario, habían estado unas 25 personas, entre las que se encontraban niños de corta edad. "Cuatro personas llegaron el miércoles y nos dijeron que querían alquilar el apartamento para pasar seis noches. Pagaron por adelantado toda la semana y se alojaron aquí", contó el trabajador. El matrimonio dueño del apartamento es de origen extranjero y tiene varias viviendas alquiladas por la zona. En el momento del suceso, la pareja no se encontraba en este municipio costasoleño.
Sin embargo, y aunque el empleado creía que sólo se iban a alojar cuatro personas, finalmente llegó a contar unas 25, por lo que decidió llamar la atención a la familia. En respuesta, los inquilinos le aseguraron que la mayoría de ellos "sólo estaban de paso, que sólo eran visitas". "Nunca antes los había visto por aquí y nos hemos quedado sorprendidos con lo que ha pasado. Se armó un gran revuelo", comentó otro vecino del complejo.
Pero fue en la noche del jueves cuando se puso en marcha el operativo. Otro vecino explicó que había visto "bastante movimiento por el día", aunque en ningún momento llegó a pensar que podría tratarse un suceso de esta envergadura. El empleado del propietario indicó que en el operativo participaron "unos veinte policías" y que él vio como se llevaban al menos a unas seis personas detenidas. Los demás inquilinos pidieron al encargado pasar el resto de la noche en la vivienda, pues aseguraron que no tenían otro sitio a donde ir. "A primera hora de la mañana se han ido y les he devuelto el resto del dinero que habían pagado. Sólo he cobrado dos días", detalló.
Ayer, otros dos trabajadores se afanaban en limpiar la casa, que estaba bastante desordenada, y uno de ellos también iba a cambiar la puerta de entrada porque no se podía cerrar. Incluso un par de paneles del techo del baño habían sido retirados, al parecer durante el registro, y aún se podía ver un pequeño armario con una cadena y un candado que había sido forzado por un lateral. El propietario de la casa normalmente lo tenía cerrado para evitar que los inquilinos usaran sus productos de limpieza.
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