Los 6 personajes del año en Sevilla

Destacan en 2017 por su excelencia, el poder, la polémica o las luces y sombras de su gestión

Redacción

31 de diciembre 2017 - 06:00

La ciudad despide un año que deja noticias especialmente gratas en el ámbito de la sanidad, una fiesta como la Semana Santa en jaque por los sucesos de la Madrugada, un relevo en la cúpula policial con protagonistas muy conocidos por la sociedad local, y una guerra interna en el PP que ha derivado en un nuevo y joven líder de la oposición.

En cuestiones de infraestructuras, el Puerto comienza una etapa ilusionante, para la cual se han puesto las bases en el 2017 que hoy expira. El mundo del Derecho tiene en la ciudad a uno de sus letrados más reputados que ha cumplido nada menos que cinco décadas de ejercicio de la abogacía, creando escuela y siendo referencia en el estudio e interpretación de las leyes en defensa de sus clientes ante los tribunales de Justicia.

Sobre el hombre que recae buena parte de la seguridad en la ciudad, también lo hará la solución al conflicto del taxi en el aeropuerto, una lacra que lastra la imagen de la ciudad en un aeródromo donde, precisamente, no deja de crecer el flujo de pasajeros. La ciudad no puede permitirse mucho más tiempo las escenas de tensión y violencia que se suceden en uno de sus principales puntos de recepción de visitantes.

Urge que los sevillanos recuperen su confianza en la fiesta más hermosa de la ciudad y en el servicio del taxi que –no se olvide– vive también un período de convulsión interna en toda España por la competencia de los cabify y otras compañías privadas.

Todas estas noticias tienen rostros, personalidades que han centrado la actualidad directa o indirectamente, profesionales que tienen en su mano el avance de la ciencia, la seguridad, la explotación de las infraestructuras o el necesario ejercicio de fiscalización del poder. Este periódico ha seleccionado un año más a seis personajes que están vinculados a los asuntos que han centrado 2017 en buena medida.

Juan José Porras, director de GRI Towers Sevilla

Astilleros renace con renovables

Por Ana S. Ameneiro

Juan José Porras
Juan José Porras / Rosell

Un ingeniero naval y máster en economía y dirección de empresas de 48 años discreto, con gran talento y entregado a su vida profesional, dirige GRI Towers Sevilla, la fábrica de torres para aerogeneradores eólicos en mar abierto (offshore) construida este año en los antiguos Astilleros del Puerto por el grupo industrial vasco Gonvarri, ligado a la multinacional española Gestamp. Su contribución al desarrollo de la ciudad es incontestable: GRI Towers Sevilla ha recuperado para uso industrial dos tercios (65%) de los suelos de los antiguos Astilleros (162.000 m2 de superficie), ha invertido más de 40 millones de euros y ha creado 210 empleos, que en 2018 aumentarán por encima de los 300. La compañía está comprometida por 50 años con Sevilla con una concesión portuaria y ha logrado la homologación con los clientes internacionales. Su director Juan José Porras (Madrid, 1969) nació en el barrio de Chamberí aunque lleva sangre andaluza, de padres cordobeses (Rute). En su madurez ha cerrado el círculo de su vida. En los Astillleros de Sevilla tuvo su primer trabajo recién acabada la carrera en 1993 y conoció a su mujer, y aquí está afincado desde hace veinticuatro años con su esposa y sus dos hijas. Así que después de muchos años fuera, su nombramiento para un proyecto de esta envergadura ha sido todo un regalo. Ha vuelto a casa tras ocupar altos cargos directivos en Navantia de Cádiz y Madrid. “Es una gran proyecto en una gran multinacional española para una industria de gran proyección y futuro como las energías renovables”, explica satisfecho. Y recalca que 2018 será el año de la consolidación del proyecto y de poner punto y final a las instalaciones. Su mayor deseo es que funcione en Astilleros el Centro de Formación e Innovación Elcano que atraiga innovación de nuevos productos offshore y forme a empleados a nivel mundial.

Guillermo Antiñolo, investigador

El maestro del bebé medicamento

Por Cristina Díaz

Guillermo Antiñolo
Guillermo Antiñolo / Rosell

El doctor Guillermo Antiñolo (Granada, 1957) se ha convertido en la gran esperanza para aquellas parejas que desean tener hijos pero que son portadoras de alguna enfermedad grave. El equipo que dirige en el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla ha logrado grandes hitos en el campo de la medicina maternofetal, genética y reproducción, como fue el nacimiento de Javier en 2008, el primer niño medicamento de España. Su nacimiento permitió curar a su hermano mayor enfermo, con una esperanza de vida no superior a los 35 años, gracias al trasplante de las células madre de su cordón umbilical. Antiñolo lo llama “un superviviente inesperado”. Durante las última década, el doctor ha seguido investigando en este campo y en octubre de 2017 nació el tercer bebé andaluz –todos ellos en el Virgen del Rocío– y el cuarto en España libre de una enfermedad genética y compatible al 100% desde un punto de vista inmunológico con su hermano. Por otro lado, el equipo del doctor Antiñolo ya ha logrado más de 70 nacimientos de niños en Andalucía libres de enfermedades que portaban sus padres y hay otros ocho embarazos en curso. Medalla de Andalucía en 2009 y profesor en la Facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla, es autor de más de 160 artículos científicos en publicaciones especializadas, es miembro del equipo directivo del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras y vocal de varias instituciones españolas relacionadas con terapias avanzadas, reproducción humana asistida, enfermedades genéticas e investigación biomédica. También ha participado en la creación del mapa del genoma de la población andaluza, que permite diagnósticos más rápidos y perfeccionar terapias con aplicaciones en las enfermedades raras y en el cáncer de mama hereditario.

Juan Carlos Cabrera, delegado de Seguridad y Fiestas Mayores

El reto de salvar la Madrugada

Por Juan Parejo

Juan Carlos Cabrera
Juan Carlos Cabrera / Rosell

En una ciudad como Sevilla el cargo de delegado de Fiestas Mayores es, casi, más importante que el de alcalde. Juan Carlos Cabrera (Sevilla, 1965) puede presumir, además, de ser el responsable de otras dos parcelas de suma importancia para el buen funcionamiento de la ciudad: el tráfico, hoy rebautizado como movilidad; y la seguridad, tan importante en estos días de amenazas de todo tipo. Junto a Antonio Muñoz, el otro súper delegado, controla las áreas más importantes del Ayuntamiento. Este socialista con capa de merino y antifaz de terciopelo verde macareno sabe moverse a la perfección en los ambientes más conservadores y rancios de la ciudad. Se podría decir que cayó de pie en el universo cofradiero, donde ya había abonado el terreno cuando era un concejal de la oposición. Su primera Semana Santa se desarrolló de manera magnífica, aunque recibiera algunas críticas por la irrupción de las vallas para buscar la seguridad de los cortejos y del público. La pasada Madrugada a Cabrera, y a toda la ciudad, se le torció el gesto con los lamentables sucesos y carreras que han puesto al borde del precipicio a la otrora llamada noche más hermosa. Cabrera y su equipo afrontan ahora el reto de recuperar una jornada golpeada ya demasiadas veces. Ni el Ayuntamiento ni las cofradías pueden permitirse otro fracaso que supondría la muerte de la Madrugada. Para evitarlo, se anuncia una suerte de gran hermano con cámaras de última tecnología, altavoces, aforamientos, controles, etcétera. Su victoria será la de la ciudad. Este delegado también debe afrontar de manera urgente la problemática del taxi en el aeropuerto, donde una asociación campa a sus anchas generando una imagen lamentable para una ciudad que vive actualmente del turismo. Este sí es un terreno más resbaladizo para Cabrera.

Beltrán Pérez, portavoz del PP en el Ayuntamiento de Sevilla

La hora de la oportunidad

Por Carlos Navarro Antolín

Beltrán Pérez.
Beltrán Pérez. / Rosell

De la quinta del 74, pero el más veterano de la actual Corporación municipal. Beltrán Pérez hará dieciséis años como concejal al final del presente mandato. Ha pasado por casi todos los puestos, siempre en la oposición, salvo los cuatro años en los que Juan Ignacio Zoido fue alcalde, un período políticamente gris para este aficionado a los toros y al kate surf. En los años de poder fue relegado al ingrato área de Participación Ciudadana y al difuso de los distritos, unos frentes de escaso lucimiento y que siempre lo dejaron con ganas de más. Se ha convertido en una de las referencias del pos-zoidismo en un PP sevillano que ha vivido una etapa de fuertes convulsiones internas en la que el bando crítico de los Pérez (Beltrán y Virginia)salió victorioso la pasada primavera frente a los leales a Cospedal y Zoido. Alcanzado el poder orgánico, Beltrán Pérez subió un peldaño y se convirtió en el portavoz del Grupo Popular, lo que le convierte en el jefe de la oposición. Es el tercer líder que el PP tiene este mandato en el Ayuntamiento tras el propio Zoido y Alberto Díaz. El próximo peldaño será el de hacerse con la condición de candidato a la Alcaldía en 2019, para lo que cuenta con el apoyo del aparato orgánico provincial y de su padrino Javier Arenas, factótum del centro-derecha andaluz. Sabe que cualquier encuesta interna puede jugar en su contra, que los pulsos que mantengan los gerifaltes en Madrid también pueden ser decisivos, que el ministro Zoido querrá jugar sus bazas en su ciudad del alma (Sevilla) y un sinfín de circunstancias que deberán resolverse en primavera. Su gran oportunidad se juega en los tres primeros meses de 2018:o la candidatura a la Alcaldía o un adiós al Ayuntamiento que lo vio crecer. O puerta grande o enfermería. Ola ola lo sube o lo derriba. Otoros o kate-surf.

Francisco Baena Bocanegra, penalista

El 'jedi' de los abogados

Por Jorge Muñoz

Francisco B. Bocanegra
Francisco B. Bocanegra / Rosell

Nacido en Coín (Málaga) en 1942, Francisco Baena Bocanegra acaba de cumplir este año el medio siglo con la toga puesta. Y lo que le queda. La jubilación no entra en sus planes, al menos por ahora. Su brillante trayectoria profesional está jalonada de numerosas victorias como abogado defensor. Este mismo año ha logrado absolver al delantero del Real Betis Rubén Castro de los cargos de malos tratos por los que se enfrentaba a una petición del fiscal de cuatro años de cárcel y al acusado del doble crimen de Almonte. En su día también defendió al juez Menores Manuel Rico Lara, uno de los acusados por el caso Arny, y al juez Baltasar Garzón. Baena Bocanegra ha representado a muchos jueces y en el caso de los ERE defiende al que fuera jefe del gabinete jurídico de la Junta Francisco del Río. Ha defendido igualmente a políticos de todos los signos y a los llamados personajes del corazón, como María José Campanario, en el juicio de la operación Karlos. De padre juez y gran penalista, Baena Bocanegra es un jedi de los abogados penalistas, que domina la técnica de la defensa en el estrado como pocos. Un auténtico maestro, como reconocen muchos de sus compañeros. Prácticamente no hay juicio en cuyo informe no acabe apelando al célebre aforismo:“Más vale 100 culpables libres que un inocente en prisión”. Bocanegra se mueve con más comodidad cuando ejerce la defensa, aunque también en ocasiones, las menos, actúa en el lado contrario, ejerciendo la acusación. Bocanegra siempre ha tenido un trato exquisito con la prensa, dado que muchos de sus asuntos acaban siendo mediáticos. El Colegio de Abogados de Sevilla lo distinguió recientemente con motivo de sus bodas de oro, coincidiendo con la tradicional fiesta anual en honor de la Inmaculada Concepción, patrona de la corporación.

José Antonio de la Rosa, comisario central de Seguridad

Responsabilidad máxima en Madrid

Por Fernando Pérez Ávila

José Antonio de la Rosa.
José Antonio de la Rosa. / Rosell

A finales de noviembre, José Antonio de la Rosa era reclamado por el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, para dirigir la comisaría central de Seguridad Ciudadana. Se convertía así en uno de los cuatro comisarios con más rango en la Policía Nacional en España y en el responsable de todas las cuestiones relacionadas con la seguridad ciudadana. Un cargo de máxima responsabilidad para un hombre que está cerca de jubilarse con una brillante carrera en la Policía. De la Rosa dejaba así el puesto de jefe superior en Andalucía Occidental para incorporarse a su nuevo destino en Madrid. Estuvo apenas diez meses de jefe superior, aunque ejerció el cargo de manera accidental durante algo más de un año. Su llegada supuso un impulso a una Jefatura que estaba en plena crisis, con un déficit importante de policías hasta el punto de que la ciudad se había quedado sin patrullas en más de una ocasión a finales del año 2016. De la Rosa tiene un currículum brillante e impone respeto no sólo por sus galones, sino porque es el que más trabaja. Pasó dieciséis años como jefe del Grupo de Atracos, donde se curtió con experiencias de todo tipo y donde se conoció al dedillo la ciudad de la que terminó siendo jefe de Policía. Ya trabajó con Zoido en su etapa como alcalde y fue director general de Seguridad en el Ayuntamiento, que abandonó con el cambio de gobierno. De la Rosa sabe ganarse a la gente. Es un tipo serio pero habla claro. Abrió la Jefatura a la prensa y apostó por una transparencia que no se recuerda en Blas Infante desde hace mucho tiempo. Durante su corto mandato se encontró con los incidentes de la Madrugada y supo desmontar cualquier teoría conspiratoria sobre el asunto, descartando desde el primer día que aquello fuera algo organizado.

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