El perjuicio que el robo del catalizador pudo hacerle a un turista en Sevilla

Uno de los damnificados de la actual oleada de robos de catalizadores que está sufriendo Sevilla es un turista que vino la semana pasada a pasar unos días a la capital andaluza. Este visitante es una persona con movilidad reducida y conduce un coche adaptado. Vino en su vehículo desde Palma de Mallorca, su ciudad de origen y, cuando se disponía a marcharse ya de vuelta a Granada para seguir su viaje, se encontró con que le habían sustraído el catalizador.

La sustracción del convertidor de gases del coche se produjo la madrugada del martes al miércoles, en las inmediaciones de la avenida de la Palmera, cerca del hotel en el que este hombre se alojaba. A la mañana siguiente, se dio cuenta del robo al arrancar el vehículo por el estruendo que hizo éste. El problema era que el hombre no podía circular sin catalizador y, dada la ola de robos actual, no hay existencias para poder reponerlo de forma inmediata.

Dependiendo de la marca del coche, puede estar esperando desde tres semanas hasta cinco o seis meses. El perjuicio para este hombre fue enorme, pues no podía regresar en su vehículo adaptado a Palma de Mallorca. Comenzó a tramitar su regreso a Valencia en taxi, y desde ahí en el ferry hasta Palma. Pero tenía un problema añadido, pues utiliza el coche para desplazarse habitualmente por su ciudad, y tendría que dejarlo en Sevilla y que se lo llevara el seguro hasta Palma, o bien recogerlo unos días después.

Mientras tramitaba su vuelta, supo de la existencia de un taller que repone los catalizadores en Sevilla. Es el taller Escapes San Jerónimo, en el polígono industrial del mismo nombre, un negocio especializado en el sistema de escape del vehículo, y que estos días trabajan a tope para reemplazar los numerosos catalizadores que se roban en Sevilla y otros municipios cercanos.

El turista llamó al taller y explicó la situación. Juan José Fernández, responsable del negocio, le pidió que les llevara el coche y se comprometió a darle una solución para que pudiera regresar a su casa en su vehículo. Allí le fabricaron una pieza para que pudiera circular y volver a Palma. Los mecánicos no dudaron en alargar su jornada laboral hasta tener el vehículo lista para entregárselo a este ciudadano, que quedó muy agradecido.

"Nos quedamos gustosamente con él hasta que le arreglamos el problema", apuntó Fernández. El visitante explicó a este periódico que "los del taller hicieron grande a Sevilla".