Las pérdidas dentales: causas y cómo solucionarlas
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Aunque le prestemos menos atención que a otras enfermedades o partes de nuestro organismo debido a que no sufren los mismos daños ni con tanta frecuencia como pueden ser las enfermedades más cotidianas, nuestra boca y nuestra dentadura no deben dejarse de lado y cuidarse igualmente, ya que cumplen varias funciones vitales en nuestro día a día.
Por ello, es recomendable realizar una revisión anual para confirmar que todo sigue correctamente o en caso de que el dentista Sevilla detecte que tienes alguna patología se pueda poner solución cuanto antes y el problema sea menor.
Derivado de múltiples posibilidades existe la pérdida de piezas dentales, lo cual es un caso extremo en los problemas de salud bucodental y del cual vamos a ver las causas para prevenirlo y las soluciones que te ofrecerán en una clínica, si has llegado a tal punto.
Por qué se producen las pérdidas dentales
La principal causa que provoca la pérdida de piezas dentales es una enfermedad periodontal no tratada o las caries, pudiendo producirse también por un fuerte traumatismo o por causas iatrogénicas, es decir, fuertes reacciones de fármacos u otros medicamentos.
La periodontitis es la principal enfermedad que deriva en la pérdida de dientes, ya que la debilitación de la encía causa una mayor inestabilidad en la sujeción de las piezas dentales y un mayor deterioro. Los síntomas más habituales de la periodontitis y que nos deben alarmar si los detectamos son el sangrado de las encías, la inflamación de las mismas y su retracción. El sangrado es un síntoma que puede deberse a varias causas, no solo a la periodontitis, y que en muchos casos se soluciona sometiendo al paciente a un proceso de limpieza bucal.
Puede que esta enfermedad no derive en las piezas dentales desde un primer momento, sino que lleva todo un proceso en el que distintas partes de nuestra boca se ven resentidas: el hueso alveolar se reabsorbe y se pierde estabilidad en la boca, lo cual provoca una desviación de la mordida y una malposición de los dientes.
Llegados a este punto, las ortodoncias pueden ser una solución, pero cuando nuestras encías están débiles y nuestros dientes dañados y deteriorados, en algunos casos no hay otra solución que la extracción de las piezas afectadas.
Tratamientos para la pérdida dental
La mejor solución a la pérdida de dientes es recurrir a los implantes dentales. Se trata de unas piezas de titanio que se integran en el hueso de la mandíbula como sustitución de la pieza que falta.
En una primera fase se realizará un estudio radiográfico del paciente para comprobar con toda exactitud cuál es el estado de su dentadura. Una vez se tengan estos resultados se procede a la planificación de los implantes.
En la primera intervención quirúrgica se colocan los agarres de los implantes, una intervención con anestesia local que dura entre 30 minutos a 2 horas, dependiendo de la complejidad. Al cabo de dos semanas se retiran los puntos de sutura y se examina el estado de cicatrización. En caso de que siga los cauces correctos, en un mes y medio se procede a la segunda cirugía, cuando se haya producido la osteointegración del implante con el hueso de la mandíbula. Durante este tiempo, el paciente cuenta con una prótesis provisional.
Una vez se han producido todas estas fases, se procede a la colocación de las prótesis dentales definitivas. A las 2 semanas se realiza una revisión para observar la evaluación del paciente y realizar los ajustes necesarios para que la corona dental quede posicionada correctamente, en caso de que sea necesario un reajuste.
Cuando un paciente se somete a esta intervención, las visitas anuales al dentista son más necesarias que nunca, tanto para examinar el estado de las prótesis como para realizar un análisis genérico del resto de nuestra dentadura con la intención de mantener una higiene y salud dental óptimas.
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