La patronal recalca que la zona franca no funcionará sin el dragado del río
La CES pide al Puerto que apruebe en abril su nuevo proyecto del dragado. Urge que fluya el crédito, censura la austeridad y ruega menos "indolencia" con los proyectos estancados.
El presidente de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES), Miguel Rus, advirtió ayer que una zona franca portuaria sólo tendría futuro si prospera la obra del dragado del río para ampliar el canal de navegación, en referencia a las palabras del alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido (PP), quien la semana pasada aseguró justo lo contrario: que la zona franca que promueve el Ayuntamiento "será viable con o sin dragado del río".
Frente a la opinión de Zoido, cuestionada también hace días por el PSOE municipal, Rus recalcó que "una zona franca con una navegabilidad del río tendrá un éxito brutal, pero sin la navegabilidad del río será muy dificil de defender económicamente". Y aclaró que la zona franca sería "bienvenida" para los empresarios por sus ventajas en el pago del IVA, entre otros detalles.
En su discurso ante la asamblea ordinaria de la patronal, Rus anunció que le ha pedido esta semana al Puerto de Sevilla que apruebe en su consejo de administración de abril el nuevo proyecto del dragado de profundización del río, que supone ampliar el canal de navegación de los 6,5 metros actuales a 8 y de los 60 metros de ancho a 90. Cree que el Puerto puede aprobarlo sin esperar la respuesta de la Comisión Europea a la denuncia de los ecologistas de WWF España "porque tiene los fondos disponibles de Europa para esa obra, porque denuncias ha habido muchas" y porque va a cumplir con las exigencias medio ambientales.
Rus ofreció todo el apoyo de la CES a la modernización de regadío del arroz que reclaman las asociaciones agrarias como Asaja para aislar el agua de este cultivo del agua del mar que traerá el dragado. El presidente recalcó que la patronal acompañará a Asaja para lograr esa inversión para modernizar el regadío y recordó que la exportación de agricultura ecológica y de agroindustria son sectores que pueden beneficiarse con el dragado.
En su balance de la situación económica del país y de la provincia tras diez meses en la presidencia, el empresario Miguel Rus expuso que la situación sigue siendo "muy dura y difícil" para el gremio, exigió "claridad en los mensajes a los gobernantes y legisladores" y censuró los efectos que está teniendo la austeridad excesiva. "Se hace necesario que fluya el crédito y se anime el consumo. Es momento de darle velocidad a la economía porque, de otro modo, sería la ruina para nuestro país. La austeridad es necesaria en su justa medida para eliminar la grasa pero cuando se sobrepasa provoca amputaciones o cánceres irreversibles a la economía y a las empresas", afirmó.
Criticó que los políticos no están dando la mejor imagen y que la reforma financiera "que nunca termina de culminarse" está en entredicho con la caída del crédito comercial un 45% desde el inicio de la crisis y la reducción de los préstamos en 10.000 millones.
En la provincia de Sevilla situó "la verdadera causa" de la caída económica en la retracción del consumo por la bajada de sueldos de los funcionarios, el aumento de parados, la congelación de los salarios privados, la subida del IVA y la caída de las inversiones públicas. Pese al momento "tremendamente preocupante" que vive el empresariado sevillano (cerca del 95% son pequeñas y medianas empresas, microempresas y autónomos), Rus aconsejó seguir trabajando sin lamentarse. "El único remedio para salir adelante es trabajar todavía más y con más talento", dijo, y reivindicó el reconocimiento a los miles de empresarios que siguen.
Para contrarrestar los despidos masivos de mayores de 45 años, Rus propuso fomentar el emprendimiento en este sector de población "especialmente los de alta cualificación" por ser "un activo de la sociedad que no podemos permitirnos perder y serían un aval de éxito para las empresas que creen".
A las administraciones les pidió que dejen de lado "los réditos políticos" y se centren en lo que realmente necesita la sociedad sevillana: "Un clima adecuado para generar ilusión y promover inversiones". Sus recetas: eliminar trabas administrativas, aliviar las cargas fiscales con prórrogas o aplazamientos del IVA y reducir los impuestos laborales. "El exceso de normativa y la presión fiscal no deja nacer ideas de negocio que podrían ser perfectamente viables en condiciones normales".
Rus fue especialmente crítico con el Pacto por el Empleo de los responsables políticos. Exigió que tengan "un planteamiento serio, con fondo y posibilidades de llevarse a cabo. Luz y taquígrafos sobre su contenido sus y partidas económicas", y se opuso a que sea una foto con buenas intenciones que no conducen a nada.
Al igual que sus antecesores en el cargo, llamó la atención sobre los proyectos "claros y necesarios" para la provincia que llevan demasidos años estancados y eternizados. Pidió romper "esa indolencia de los sevillanos" con la SE-35, la SE-40 (como mínimo terminar el tramo que comunica Madrid con Cádiz para sacar de la ciudad el mayor tráfico de mercancías), más conexiones aéreas con Sevilla, el parking de la Alameda, el tranvía de Alcalá, la regeneración de la Gavidia, el edificio de Altadis, la nueva tienda de Ikea, la recuperación de las Atarazanas y la obra del desvío del arroyo Argamasilla. "No es el momento para reinvindicaciones políticas, sino de apoyar y poner todas las facilidades para sacar los proyectos detrás de los que hay crecimiento económico", es su receta contra la fuga de inversores a otras ciudades.
Sobre el parking de la Alameda, rechazó llevarlo a la Barqueta. "En la Alameda es compatible con la arboleda. Allí tiene que haber un parking porque es una de las entradas y salidas más directas, fáciles y con menos afección a los vecinos y a la ciudad". Si queremos dar vida al centro tenemos que darle herramientas".
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