Así revisa VOI de forma sostenible sus patinetes en el centro y en los barrios de Sevilla
En el centro de la ciudad, la plantilla que se ocupa de la revisión y reparación de los vehículos accede en bicis cargo eléctricas, lo que permite ahorrar muchos viajes al taller central
En los barrios, la inspección de los patinetes en los estacionamientos se realiza con una furgoneta eléctrica
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Un equipo de 16 personas de Sevilla, de otras comunidades (Madrid, Cataluña) y del extranjero (Costa de Marfil y Marruecos) trabaja de lunes a domingo en turnos que cubren 18 horas al día para mantener en perfecto estado de revista los patinetes eléctricos de alquiler repartidos por el centro de la ciudad, la zona en la que más se usan. En toda Sevilla estos patinetes realizan al día una media de 2.000 viajes.
En el centro de Sevilla, la revisión de los patinetes se realiza a primera hora de la mañana a bordo de bicis cargo (cargo bikes), cuatro hermosas bicicletas eléctricas en las que el equipo de logística lleva cómodamente la caja de repuestos.
Antonio Camino, sevillano de Utrera de 30 años y manager de logística de VOI, llega a bordo de una de estas bicicletas eléctricas al aparcamiento de patinetes de la Plaza Nueva para revisar los vehículos aparcados junto a la parada del tranvía. Nos cuenta que el equipo cuenta con edades desde los 24 años a los 44 años y diversa formación académica, entre ellos un ingeniero aeronáutico enamorado del mecanismo de los patinetes que dedica sus horas a esta ocupación mientras encuentra un trabajo de su especialidad.
"El 90% de nuestro trabajo consiste en reordenar los patinetes que quedan fuera de las líneas (esenciales para que la app reconozca el vehículo) que delimitan los aparcamientos, y en revisar que funcionen bien los frenos de cada vehículo, por si necesitan un apretado, cambiar la batería si lo necesita, así como que la alfombrilla y los reflectores estén en buen estado. Si hay algún vehículo que necesite una reparación en profundidad, avisamos a los conductores de las dos furgonetas eléctricas para que se lo lleven al taller", explica Antonio, que es pariente de los empresarios de Utrera de la empresa Tecade que exporta gigantescas estructuras metálicas para aerogeneradores marinos. También se revisa el soporte donde se coloca el móvil y que el guardabarro esté bien sujeto.
Esta modalidad de inspección diaria y constante garantiza un mantenimiento permanente de los patinetes que evita muchos desplazamientos al taller central de VOI. En el resto de la ciudad la inspección y reparación se efectúa con furgonetas eléctricas.
Antonio destaca las buenas condiciones laborales en las que trabaja el equipo: 14 de ellos tienen contrato indefinido y buen sueldo, por encima del salario medio del sector. Los otros dos están en periodo de prueba. La preparación de la plantilla es tan buena que VOI ha llevado a dos de ellos a formar a equipos mecánicos de otros puntos de Europa, como Marsella (Francia), cuenta con orgullo Antonio.
Los frenos, lo que más se desgasta
Los elementos que más desgaste sufren en los patinetes son los frenos, que son la parte más sensible para la seguridad de los usuarios, ya que un frenado brusco acaba en una caída. La batería de los patinetes también necesita recarga: el equipo de logística cambia entre 400 y 500 baterías al día, que desde que se reponen cuentan con una autonomía para 100 kilómetros. En invierno la batería dura de dos a tres días, mucho más que en verano, época en que no pasa del día o día y medio como mucho. Y los tornillos de los guardabarros también se sueltan con la cantidad de calles con adoquines que hay en el centro y es preciso apretarlos.
La conexión de los patinetes eléctricos de VOI a una central que lo controla todo permite al equipo de reparación conocer si algún vehículo está dando algún fallo. Todos los elementos que no funcionan o necesitan una recarga se visualizan en el teléfono móvil de esta plantilla: desde la batería a la conexión del vehículo a la red central. Por ejemplo, una señal que activa la revisión del patinete se da en el momento en que el usuario marca con una carita triste el resultado de su trayecto en la aplicación de VOI. Eso indica que algo no funciona bien. Otra señal de alerta es cuando un usuario realiza un viaje inferior a los 2 minutos de trayecto.
Si se detecta que ha sufrido vandalismo o alguien ha tratado de hackearlo, la conexión del patinete a la red central permite bloquear el vehículo de forma inmediata, explica Antonio. "Se bloquea el patinete por seguridad para que nadie más lo utilice", señala el manager de logística de VOI.
A diferencia de los primeros patinetes que empezaron a circular en la ciudad antes de su regularización municipal, los patinetes de VOI solo pueden funcionar si tienen conexión a internet a través del servidor central. De lo contrario se bloquean.
La combinación de transportes que permite la opción del patinete es interesante. Antonio destaca que el auge de los patinetes ha contribuido también a un aumento de viajeros en el Metro gracias a la cercanía de las estaciones de estos vehículos eléctricos con las paradas de Metro, lo que la facilita intermodalidad entre ambos medios de transporte.
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