El Ayuntamiento de Sevilla exige mejoras tecnológicas para evitar los patinetes mal aparcados

Sevilla no es ajena a la irrupción de los patinetes eléctricos en muchas ciudades europeas antes de la pandemia con episodios caóticos entre los que se encuentran atropellos de viandantes o vehículos abandonados en cualquier calle o plaza debido al incivismo de los usuarios. Pese a sacar pecho al entender que la ciudad ha estado por delante de esa situación de desbarajuste vivida en otras capitales gracias a la implantación de la experiencia piloto que se encuentra en vigor, el gobierno socialista reconoce que no está satisfecho al cien por cien con su funcionamiento.

Los técnicos de la Gerencia de Urbanismo y el área de Movilidad se encuentran en permanentemente contacto con las dos empresas que gestionan el alquiler de estos vehículos de movilidad personal en Sevilla para verificar el cumplimiento de los compromisos que se asumieron en el concurso. La última reunión se celebró el pasado 6 de octubre.

¿Y cuáles son las quejas del gobierno socialista? La principal son los criterios de estacionamiento que se están planteado debido a los incumplimientos de los usuarios. A las dos empresas se les ha informado que están aumentando las situaciones en las que los sistemas tecnológicos no actúan de la manera adecuada. El ejemplo que más se repite es cuando los patinetes son abandonados fuera de los espacios habilitados para su estacionamiento. Las empresas son conscientes de la necesidad de ajustar los entornos de esas zonas de aparcamiento, ya que a veces se da el caso de que al estar cercano a un ámbito de exclusión de uso, por ejemplo la Plaza de la Encarnación, el patinete se para en seco. El resultado es que los usuarios piensan que el vehículo está averiado y lo abandonan.

El planteamiento de las dos empresas para resolver este problema consiste en que, en vez de pararse en primera instancia, se pueda reducir la velocidad al acercarse a algunas de las zonas de exclusión que existen en la ciudad. La idea que han trasladado al Ayuntamiento reside en que en ese momento concreto, los usuarios no circulen a más de dos kilómetros por hora para que sean más lentos que los peatones. En definitiva, se tratan de ajustes tecnológicos que el gobierno socialista está exigiendo a las dos empresas.

De cara al futuro desarrollo de la actividad, el equipo de Juan Espadas detalla que la información que se está sacando del proyecto piloto y las pautas de comportamiento de los ciudadanos servirán para su mejora. “Se están corrigiendo tecnológicamente las cuestiones que detectan sobre la marcha. Con el resultado se realizará el pliego de la futura licitación”, apunta.

Esto va de la mano de la revisión que se encuentra realizando la Dirección General de Tráfico (DGT) de la normativa de los patinetes. Para el Ayuntamiento, un tema básico es la cuestión sancionadora. En ese sentido, se considera fundamental que exista algún tipo de dispositivo que evite por ejemplo que dos personas vayan en un mismo patinete o que se exijan responsabilidades en el caso de incumplimientos, como ya se le hizo saber a la Policía Local. “Es un tema muy serio. Aquel que quiera utilizar un patinete debe cumplir las normas”, apunta el alcalde antes de destacar que “es un fenómeno nuevo, pero vamos por delante de muchas ciudades que ni si quieran tienen isletas con espacios para los patinetes”.

El gobierno socialista espera que en los próximos meses, las conclusiones de la experiencia piloto sean usadas para construir un elemento sancionador y que tecnológicamente se puedan arreglar las deficiencias. La semana pasada, el Ayuntamiento y la DGT recordaron las claves para circular en patinete con una campaña especial para concienciar acerca de su uso responsable con el objetivo de conseguir una reducción efectiva de los accidentes de este tipo de vehículos.

En las últimas semanas se ha colocado en distintos puntos de alto tránsito de la ciudad cartelería e imágenes en marquesinas en las que se recuerda que las aceras son un espacio exclusivo para los desplazamientos a pie. Desde la subdelegación del Gobierno en Sevilla apuntan que “la circulación de los vehículos de movilidad personal por las aceras es una infracción grave al nuevo código de circulación, que lleva aparejada la sanción de 200 euros, algo que desconocen muchos usuarios de este tipo de vehículos”.