Un patinete eléctrico podría ser la causa del incendio en el que han muerto cuatro personas en Guillena

Guillena vive hoy el primer día de luto oficial por la muerte de cuatro vecinos en el incendio de una casa este domingo. Las víctimas son un matrimonio el matrimonio formado por José Antonio Rendón, de 47 años, y Antonia Hidalgo, de 52, y sus dos hijos, José Antonio, de 20, y Adrián, de 16 años. La investigación policial apunta a un patinete eléctrico que estaba cargándose como la principal hipótesis sobre el origen del fuego.

Tras varios avisos de sus vecinos al 112, acudieron a la vivienda tres dotaciones de bomberos, que se encontraron con el incendio completamente desarrollado, con llamas saliendo por los huecos de la fachada y gran cantidad de humo. Los cuerpos del matrimonio fueron hallados en la planta de arriba de la casa, mientras que los de los hijos estaban en la planta de abajo. Escapar del fuego resultó imposible, pues a la virulencia de las llamas, se suma el hecho de que las ventanas y puerta de salida a la calle tenían rejas con llaves.

La familia Rendón Hidalgo era muy querida en Guillena, conocida por su negocio de venta de fruta por el que abastecían a varios negocios de toda la comarca. Los cuerpos de las víctimas han sido trasladados al Instituto de Medicina Legal de Sevilla para practicar las autopsias y llegarán a lo largo de la jornada al pabellón municipal de deportes Christian Hernández, donde se instalará la capilla ardiente. Su funeral tendra lugar en este polideportivo este lunes a las siete de la tarde.

Cada vez más comunes este tipo de incendios

Los efectivos de Guardia Civil y Bomberos desplegados ayer la casa familiar de la calle Fernando Martín, lamentaron no haber poder hecho nada por evitar la tragedia. Tras sofocar el fuego, los Bomberos tuvieron que refrescar la fachada, pues seguía saliendo humo del interior de la casa. Lo cierto es que no es el primer incendio en Sevilla que podría haber sido originado por un patinete eléctrico, pero desgraciadamente sí es el primero que habría dejado víctimas mortales.

El pasado mes de julio, un incendio de madrugada sorprendió a los vecinos de un bloque en la calle Virgen de Escardiel, en el Polígono Norte. Las llamas comenzaron en el interior de uno de los pisos, donde en ese momento dormían cuatro personas, a causa de la explosión de la batería de dos patinetes eléctricos que estaban enchufados a la corriente. La rápida actuación de los Bomberos, que lograron controlar y extinguir el fuego rápidamente, evitó que el incidente pasara a mayores, más allá de la atención in situ de uno de los inquilinos por inhalación de humos.

Para encontrar el primer caso de este tipo en Sevilla, hemos de remontarnos a agosto de 2019, cuando la deflagración y posterior incendio de un patinete eléctrico, también puesto en carga, provocó el desalojo de una vivienda en la calle Zeus por acumulación de humor. En aquella ocasión no hubo que lamentar heridos.

Ya fuera de la provincia, otro patinete enchufado a la corriente eléctrica provocó el incendio de un piso en Valencia en la madrugada del pasado jueves, tres días antes de la tragedia en Guillena. Los inquilinos explicaron a los Bomberos que se había producido un cortocircuito y una explosión. Los efectivos de emergencias desalojaron el bloque de viviendas, con 12 vecinos rescatados de sus domicilios y 11 heridos, entre ellos un menor de 11 años.