Un paseo por los palacios de la Écija barroca

ÉCIJA

En las calles de la ciudad sevillana pueden contemplarse un gran número de iglesias, palacios y casas señoriales de gran riqueza artística y arquitectónica. Entre los edificios que se pueden visitar se encuentran el Palacio de Peñaflor, el Palacio de Benamejí, el de Santaella, el de Valdehermoso o el de los Granados.

El Palacio de Peñaflor (C/ Emilio Castelar, 26) se caracteriza por su balcón de 59 metros flanqueado por columnas salomónicas sobre cabezas de leones que acentúan el carácter barroco. También destaca su fachada decorada con pinturas al fresco, la portada barroca y, haciendo esquina, el mirador. Esta construcción del siglo XVII posee un patio con dos plantas de arcos superpuestos y una fuente de mármol en el centro. En el interior, la escalera se abre en dos tramos y, en el techo, una cúpula de media naranja.

El mismo interés despierta el Palacio de Benamejí (Plaza de la Constitución), que fue originalmente propiedad de los marqueses de Benamejí y posteriormente de los condes de Valverde. Más tarde albergó la Remonta Militar y desde 1997 es sede del Museo Histórico Municipal.

Al traspasar la puerta, un inmenso arco da paso al apeadero y, al fondo, la escalera principal formada por tres arcos sobre columnas dóricas y cubierta por una cúpula de media naranja. A la derecha, las caballerizas que albergan una exposición con los restos arqueológicos encontrados en la Plaza de España.

La portada del Palacio de Santaella (C/ Ignacio de Soto) está labrada en piedra. La escalera se cubre con una monumental cúpula sobre tambor. Las yeserías policromadas poseen una ornamentación floral y paisajes. Se trata de una obra muy relacionada con la fachada del Palacio de Peñaflor. Aquí también destaca el tallado de las puertas.

Una ruta cultural, gratuita y distinta al alcance de todos.